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Nuestra salud mental merece ser tratada por profesionales

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Es una combinación diabólica: somos el país de la OCDE con el ratio más bajo de profesionales de salud mental en nuestro sistema sanitario pero, al mismo tiempo, se ha incrementado el número de pacientes, el número de personas que necesitan atención psicológica, atención profesionalizada. Y si esta ecuación ya era de por sí pésima, añádanle que, en palabras del decano del colegio de psicólogos de Madrid y vicepresidente del consejo general de psicología de España, tenemos una regulación deficiente de la profesión, “cualquier persona sin ningún tipo de formación puede llamarse ´terapeuta´”. Desde el colegio de psicólogos insisten: sólo una persona con título oficial en psicología sanitaria está habilitada para ejercer, para tratar a pacientes y hacer tratamientos continuados. Hay preocupación, sobre todo ante un boom de personas que han buscado reinventarse profesionalmente haciendo cursos de coach, de psicoanálisis o hipnosis, personas que, sin una formación previa en este ámbito, ni en psicología ni en el área sanitaria, salen con un título y ofrecen sus servicios. Un título que reciben tras haber acudido varios fines de semana a formarse, sin hacer pruebas previas, sin evaluar previamente a esa persona que luego se ofrecerá a tratar a otras personas. La denuncia la llevan haciendo meses los profesionales acreditados.

En Valladolid hay un proceso judicial abierto contra una mujer que, habiendo hecho un curso de coach, se hizo pasar por psicóloga y trató durante meses a un menor, provocándole un enorme perjuicio.

Desde el colegio de psicólogos piden que, antes de poner tu salud mental en manos de alguien, te informes y asesores sobre la formación y titulación de esa persona. Hay terapias que pueden ayudar al autoconocimiento personal

Las redes están llenas de supuestos terapeutas, el negocio está en auge, a costa de la salud y a costa de la deficiencia de nuestro sistema sanitario. Esta semana conocíamos el caso de un chaval, con 23 años y un alto riesgo de suicidarse, que había acudido a urgencias y le habían derivado a consulta. La primera cita con el psicólogo era para… ¡un año después! Mientras tanto le habían recetado ansiolíticos. Él no puede pagarse un psicólogo privado, su sueldo no le da para pagarse esas sesiones así que una médico, psicóloga de la sanidad pública, que se enteró de su caso a través de una amiga, se ha ofrecido a ayudarle, a tratarlo gratis durante este tiempo. Su testimonio puso el foco sobre una realidad que está pasando, que está dejando un agujero enorme de desatención a personas que necesitan urgentemente ayuda. Y de la que algunos se están aprovechando.

Desde el colegio de psicólogos piden que, antes de poner tu salud mental en manos de alguien, te informes y asesores sobre la formación y titulación de esa persona. Hay terapias que pueden ayudar al autoconocimiento personal, ayudar a relajarte, ayudar a controlar emociones, pero cuando tienes un problema de salud mental necesitas ponerte en manos de profesionales, de gente que ha trabajado y estudiado, de gente formada, con experiencia. Esto es importantísimo y vital ahora mismo.

Es una combinación diabólica: somos el país de la OCDE con el ratio más bajo de profesionales de salud mental en nuestro sistema sanitario pero, al mismo tiempo, se ha incrementado el número de pacientes, el número de personas que necesitan atención psicológica, atención profesionalizada. Y si esta ecuación ya era de por sí pésima, añádanle que, en palabras del decano del colegio de psicólogos de Madrid y vicepresidente del consejo general de psicología de España, tenemos una regulación deficiente de la profesión, “cualquier persona sin ningún tipo de formación puede llamarse ´terapeuta´”. Desde el colegio de psicólogos insisten: sólo una persona con título oficial en psicología sanitaria está habilitada para ejercer, para tratar a pacientes y hacer tratamientos continuados. Hay preocupación, sobre todo ante un boom de personas que han buscado reinventarse profesionalmente haciendo cursos de coach, de psicoanálisis o hipnosis, personas que, sin una formación previa en este ámbito, ni en psicología ni en el área sanitaria, salen con un título y ofrecen sus servicios. Un título que reciben tras haber acudido varios fines de semana a formarse, sin hacer pruebas previas, sin evaluar previamente a esa persona que luego se ofrecerá a tratar a otras personas. La denuncia la llevan haciendo meses los profesionales acreditados.

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