Cuando Joaquín Sabina cantaba que “sólo en Antón Martín hay más bares que en toda Noruega”, exageraba poco. Según los últimos registros del Instituto Nacional de Estadística (INE), España cuenta con 277.539 locales de hostelería donde se bebe y se come, pero también se habla, se discute, la gente se relaciona, se desahoga o se informa. Hechos los cálculos correspondientes, tocamos a un bar por cada 175 habitantes, lo cual nos convierte en líderes mundiales. Ojalá lo fuéramos en camas de hospitales, pero ahí nos quedamos en una por cada 300 (ver aquí).
Ayuso hizo en 2021 una lectura tan cínica como eficaz de estas cifras, y se volcó en abanderar la “libertad” de las cañas, las terrazas y las barras para acarrear en las urnas el deseo popular de superar el shock de la pandemia. De paso echaba unas paladas de amnesia a su nefasta (por no decir criminal) gestión de las residencias madrileñas durante la primera fase del covid.
Conviene no despreciar la importancia de los bares en la realidad social (y política) de este país. La Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales ha puesto negro sobre blanco recientemente ese impacto en una amplia investigación (ver aquí). Y Teruel Existe ha llevado la cuestión al Congreso en relación con la España Vaciada, abandonada o despoblada, en forma de una propuesta para apoyar la función de economía social que cumplen los bares en pueblos de menos de 200 habitantes (ver aquí).
Así que para ganar en las urnas, mucha televisión, mucho vídeo, mucho cartel y muchísimas redes sociales. Vale. Pero no olviden estrategas y candidatos que los votos, como las noticias, están (también) en los bares.
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(Aquí puedes leer las entregas anteriores de 'El dato y el dardo')
Cuando Joaquín Sabina cantaba que “sólo en Antón Martín hay más bares que en toda Noruega”, exageraba poco. Según los últimos registros del Instituto Nacional de Estadística (INE), España cuenta con 277.539 locales de hostelería donde se bebe y se come, pero también se habla, se discute, la gente se relaciona, se desahoga o se informa. Hechos los cálculos correspondientes, tocamos a un bar por cada 175 habitantes, lo cual nos convierte en líderes mundiales. Ojalá lo fuéramos en camas de hospitales, pero ahí nos quedamos en una por cada 300 (ver aquí).