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El negocio de matar

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La noticia es del lunes: un niño de 11 años detenido por matar con una pistola a una niña de ocho debido a una discusión sobre un peluche. Ha ocurrido en White Pine, Tennessee, Estados Unidos. Como diría el precandidato presidencial republicano Jeb Bush, "este tipo de cosas pasan".

Pasan sobre todo en EEUU, un país en el que los fabricantes de armas lubrican al poderoso lobby (National Rifle Association, NRA) que defiende sus intereses realizando donativos en las campañas electorales de los congresistas que deciden las leyes. Según Business Insider, las empresas han aportado desde 2005 al llamado Anillo de la Libertad entre 20 y 52,6 millones de dólares. Si tienen paciencia la web del Anillo de la Libertad tiene su punto.

La declaración de Bush III, llamémosle así para no hacernos un lío con su padre y hermano, ambos ex presidentes de EEUU, se produjo tras el tiroteo en una escuela de Oregón: 10 muertos y siete heridos. El tirador portaba seis armas y tenía otras siete en su casa.

Las palabras de Bush III le han convertido en la diana preelectoral de Hillary Clinton, aspirante demócrata, que ha prometido cambios legislativos. El problema es que salvo un vuelco en la composición de las cámaras, la promesa no tiene recorrido. El Partido Republicano tiene el control del Congreso y rechaza cualquier control o limitación legal en la compra y posesión de armas, ni siquiera introducir alguna cautela, como exigir un certificado de penales, algo que ya fue rechazado.

Si les parecen disparatadas las declaraciones de Bush III, las de Donald Trump le superan con creces. Para él, el problema de los tiroteos en los colegios se resuelve armando a los instructores o a los estudiantes. Trump culpa de las matanzas a personas con problemas mentales, no a la libre circulación de armas de fuego.

El ataque de Oregón hace el número 982 en los últimos tres años, es decir, desde que Obama asumió su segunda presidencia. Por eso, el presidente habla de una cierta rutina de muerte y sostiene que se trata de su mayor fracaso: no poder cambiar la ley.

Más allá de defender la segunda enmienda (que permite el uso de armas en defensa propia), los republicanos parecen no tener una respuesta a estas matanzas. Como estamos en periodo preelectoral y estas decisiones cuestan votos, la mayoría de los congresistas prefiere no ir contra la corriente.

EEUU siempre está en periodo preelectoral con la renovación completa de la Cámara de Representantes cada dos años, además de un tercio del Senado.

Los llamados padres fundadores idearon este sistema para evitar el apego al poder, pero el resultado es una campaña electoral continua en la que se vive más en la pasarela que en la gobernanza.

En la Cámara Alta hay cierto movimiento estos días, pero es lo mismo de siempre: parecer que se hace hasta que se apaga el eco de la última matanza. ¿Es tan difícil impedir la compra de armas a personas con antecedentes penales o con un historial de problemas mentales? Se habla mucho de la segunda enmienda, pero poco de proteger la vida de los ciudadanos, una obligación que también está amparada en la constitución.

La necesidad de armarse es una muestra del individualismo radical, que es el que impulsa el nacimiento del país, y una desconfianza estructural respecto al poder. EEUU es el país más armado del mundo.

No se pierdan esta información, con mapa incluido de Mother Jones: Guide to Mass Shootings in America.

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Y esta otra del The Washington Post: 11 essential facts about guns and mass shootings in the United States.

Un programa clave y la explicación de Michael Kirk, autor del documental Gunned Down:

Y un poco de Bill Maher: los puntos sobre las íes.

La noticia es del lunes: un niño de 11 años detenido por matar con una pistola a una niña de ocho debido a una discusión sobre un peluche. Ha ocurrido en White Pine, Tennessee, Estados Unidos. Como diría el precandidato presidencial republicano Jeb Bush, "este tipo de cosas pasan".

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