El patriotismo de Carmen Cervera, que siempre ha proclamado que pierde dinero dejando en España la colección Thyssen, no llega al extremo de ubicar su fortuna en la madre patria. Para esos menesteres, o al menos para efectuar operaciones millonarias de compra de arte, prefiere las islas Cook, en el Pacífico Sur. Lo ha confirmado su abogado después de que la baronesa Thyssen apareciera en el avance de la lista internacional de evasores fiscales revelada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), con sede en Washington y colaboradores en más de sesenta países.
Se supone que en las próximas semanas iremos conociendo nuevos nombres sacados de los más de 2,5 millones de fichas robadas por dos ex empleados de entidades dedicadas a facilitar servicios financieros en paraísos fiscales. Hay nombres de 170 países, y entre ellos los de más de 70 españoles, según la periodista Mar Cabra, encargada de investigar para El Confidencial el caso de Tita Cervera.
Lo que ya se denomina Offshoreleaks promete desvelar un inmenso listado de evasores fiscales entre los que figuran personalidades políticas y empresariales de Estados Unidos, Francia, Rusia, Pakistán, Irán o Indonesia. Los datos de la ICIJ son sólo una parte de este gigantesco sistema global en el que se calcula que blanquean los millonarios de todo el mundo entre 16 y 24 billones de euros, es decir casi un tercio de la riqueza mundial, según el último informe de Oxfam Internacional.
Saturación y desinformación
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Bienvenida sea toda la información posible sobre esa gente que amasa fortunas espectaculares a base, entre otras cosas, de esquivar las obligaciones comunes. Conviene advertir de un riesgo: la saturación de información puede conducir a la desinformación. Ocurrió con Wikileaks o con Vatileaks. Cada día durante meses aparecía tal cantidad de barbaridades políticas o económicas que unas fagocitaban el efecto de las anteriores. Ojalá en el caso de Offshoreleaks cada fraude fiscal documentado tenga las consecuencias políticas, económicas y judiciales que correspondan.
Desconocemos si alguno de esos más de 70 españoles cuyos nombres irán apareciendo coinciden o no con los que incluye la famosa 'lista Falciani', la que recoge la ramificación española del gigantesco fraude fiscal destapado en 2009 por el ex empleado del HSBC Hervé Falciani. Sí sabemos que esa lista, compuesta por al menos 659 supuestos defraudadores que habrían acumulado más de 6.000 millones de euros en cuentas suizas, está en manos de las autoridades españolas. No hace falta esperar a filtraciones de ningún tipo. Bastaría con que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la hiciera pública o la entregara a los tribunales, en lugar de andar esparciendo insinuaciones sobre actores, opinadores o todo aquél que ose criticar su gestión. Es un derecho de quienes soportan la peor cara de la crisis conocer los nombres (y las caras) de quienes burlan al fisco.
El patriotismo de Carmen Cervera, que siempre ha proclamado que pierde dinero dejando en España la colección Thyssen, no llega al extremo de ubicar su fortuna en la madre patria. Para esos menesteres, o al menos para efectuar operaciones millonarias de compra de arte, prefiere las islas Cook, en el Pacífico Sur. Lo ha confirmado su abogado después de que la baronesa Thyssen apareciera en el avance de la lista internacional de evasores fiscales revelada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), con sede en Washington y colaboradores en más de sesenta países.