Algunas de las principales marcas del sector textil se han apresurado a anunciar su compromiso con representantes sindicales para costear mejoras en la seguridad y en la prevención de incendios en las fábricas de Bangladesh. El acuerdo se produce tres semanas después del desplome del edificio Rana Plaza, en el que murieron al menos 1.127 personas según el último recuento oficial.
Es pronto para conocer hasta qué punto es eficaz y sincera esta anunciada pretensión de dignificar algunas de las condiciones de esclavitud en las que trabajan más de cuatro millones de empleados (la mayoría mujeres) con los salarios mínimos más bajos del planeta (29 euros al mes).
Las españolas Inditex, El Corte Inglés y Mango firman ahora el texto propuesto por el sindicato IndustriALL, aunque hace menos de un año se negaron a asumir otro acuerdo muy similar a éste. Lo que hasta el momento venían haciendo esas marcas después de cada tragedia era señalar como únicas responsables a las autoridades de Bangladesh. Si hemos conocido que empresas tan prestigiosas como El Corte Inglés o Inditex tenían acuerdos de producción en esos talleres asiáticos, ha sido por los restos de documentación hallados entre las cenizas del derrumbe, no por la transparencia de las citadas empresas. Gracias al trabajo de información y denuncia de campañas promovidas por ONGs como 'Ropa Limpia', en unas semanas se han acelerado negociaciones y contactos que se venían dilatando o esquivando desde hace meses o años.
Inditex, El Corte Inglés y Mango apuestan ahora por la seguridad en Bangladesh
Se trata en algunos casos de marcas españolas tan bien gestionadas que están consiguiendo esquivar los efectos de la crisis de consumo a base de extenderse en otras zonas del mundo o de abaratar sus precios. Pero también contribuyen (y mucho) a esos resultados la deslocalización y la producción a unos costes y unas condiciones incompatibles a menudo con la dignidad humana. Hay voces que critican a los pocos medios que hemos informado con todo el detalle posible acerca de las marcas señaladas, con el argumento de que "todas las multinacionales lo hacen". Incluso acusan en las redes sociales a las ONGs o a los periodistas denunciantes de "perjudicar los intereses de España". Es obvio que no todos pensamos de la misma forma acerca de los rasgos que deberían definir la "marca España"; pero sobre todo las diferencias tienen que ver con conceptos como dignidad, solidaridad o progreso. No es de recibo que un empresario presuma de estar en la vanguardia de la Responsabilidad Social Corporativa y oculte cualquier dato sobre las condiciones en las que trabajan los empleados de las fábricas proveedoras. La transparencia no puede funcionar a golpe de tragedia.
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(Este artículo ha sido actualizado a las 12,45 horas del jueves 16 de mayo)
Algunas de las principales marcas del sector textil se han apresurado a anunciar su compromiso con representantes sindicales para costear mejoras en la seguridad y en la prevención de incendios en las fábricas de Bangladesh. El acuerdo se produce tres semanas después del desplome del edificio Rana Plaza, en el que murieron al menos 1.127 personas según el último recuento oficial.