Las altas temperaturas y Twitter han bastado para que esta piscina improvisada, en un balcón de no sé sabe bien dónde, dé pie a ciento y una cábalas. Si la imagen es cierta o si es un montaje, de momento se desconoce. Lo que si parece claro es que el peso del agua que puede desalojar el balcón en caso de desparrame no es una cuestión baladí...
Atención, niños no intentéis poner en práctica esto en casa; mejor probad a reiros con las ocurrencias tuiteras:
Las altas temperaturas y Twitter han bastado para que esta piscina improvisada, en un balcón de no sé sabe bien dónde, dé pie a ciento y una cábalas. Si la imagen es cierta o si es un montaje, de momento se desconoce. Lo que si parece claro es que el peso del agua que puede desalojar el balcón en caso de desparrame no es una cuestión baladí...