El megaparque eólico de Teruel, un atentado contra la naturaleza

Hasta siete municipios turolenses se verán afectados por la implantación del megaparque eólico impulsado por Forestalia, un proyecto con gran impacto ambiental que ha generado polémica entre los vecinos, quienes se cuestionan el alto precio que tendrá que asumir el medio ambiente de llevarse a cabo la planificación prevista.

Parte de los términos municipales de Mosqueruela, Fortanete, Cantavieja, La Iglesuela del Cid, Villarluengo, Tronchón y Mirambel serán los terrenos previstos para llevar a cabo uno de los mayores parques eólicos de la península.

La dimensión afectada equivale nada mas y nada menos que a 478 campos de fútbol, un terreno con alto valor paisajístico y ecológico entre las que destacan las áreas protegidas ZEPA, con las correspondientes zonas del Río Guadalope-Maestrazgo (Teruel) y el área de L'Alt Maestrat, la Tinença de Benifassà y el Turmell i Vallivana (Castelló), aunque también afectan directamente a territorios establecidos LIC y ZEC entre otras figuras de protección.

El área trazada por los 22 parques eólicos y más de 160 molinos suponen un peligro real para especies amenazadas reintroducidas, como el quebrantahuesos o el águila perdicera, muy común en la zona. Otras especies como el cangrejo de río común tendrían una afección directa a poblaciones debido a la construcción de infraestructuras sobre los cauces del río Palomita, río Tormos, río Cantavieja y el barranco de Zoticos.

Las aves son los animales más perjudicados claramente por la presencia de aerogeneradores. El experto Juan Manuel Pérez-García, de la Universidad Miguel Hernández de Elche, denunciaba recientemente cómo hasta un millar de ejemplares de buitre leonado perdían la vida a causa de los impactos con las aspas de los aerogeneradores, un dato demoledor al que se añade la muerte de hasta 200.000 murciélagos en España al año, según la prestigiosa revista Science. En total, 156 especies se verían damnificadas, un número muy elevado que pone en entredicho la sostenibilidad del parque.

El impacto ambiental no solo se vería reflejado en el reino animal, sino también en las especies vegetales. La construcción de las turbinas, así como centrales y toda la logística correspondiente, supone un daño irreparable a comunidades vegetales. Estos hábitats albergan en su ámbito especies de flora de alto valor ecológico, destacando la presencia de endemismos locales, con un área de distribución muy restringida y que pondría en claro riesgo su presencia futura. Un claro ejemplo de ello serían los pinares (sud-) mediterráneos de pinos negros endémicos, por los que se designaron zona especial de conservación (ZEC) la comarca del Maestrazgo y Sierra de Gúdar.

Todos estos interrogantes han llevado a los residentes afectados a clamar contra un megaproyecto poco respetable con el medio ambiente, a través del movimiento ciudadano Teruel Existe y plataformas digitales como Paisajes de Teruel. En ellos se recogen los diferentes motivos en contra del gigante parque eólico bajo el lema: “Renovables sí pero no así”.

En cuanto al valor cultural, el espacio destinado a la producción de energía también saldría tremendamente mal parado, ya que la zona destinada se encuentra dentro del Parque Cultural del Maestrazgo, un área repleta de huellas culturales en épocas muy distintas, desde manifestaciones de arte rupestre hasta yacimientos prerromanos. Además, se llevaría a cabo dentro del Geoparque del Maestrazgo, amparado por la Unesco y considerado área protegida por instrumentos internacionales por la Ley 42/2007.

Y no solo se pondría en riesgo el tesoro cultural que albergan estas tierras, sino que según la propuesta de Forestalia un número elevado e indeterminado de construcciones con piedra seca serían derribadas, afectando directamente al bien catalogado inmaterial de la técnica constructiva de la piedra seca en Aragón.

El peaje a pagar por el entorno parece excesivo y no muy tenido en cuenta por las autoridades, aunque sí por buena parte de los ciudadanos quien parece poner la coyuntura necesaria para frenar este atentado contra la naturaleza.

En definitiva renovables sí, pero no así. #renovablesSIperoNOasi

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Fernando Prieto es doctor en Ecología y miembro del Observatorio de la Sostenibilidad.