La sanidad se sostiene sobre los profesionales que cada día hacen que funcione con eficacia al servicio de los ciudadanos. Son las mujeres y los hombres que, en la galerna de la pandemia, con la entrega a su trabajo, han hecho posible en gran parte que nos mantuviésemos a flote tanto como individuos como como sociedad. Sostienen la atención a los pacientes en un Sistema Nacional de Salud (SNS) debilitado por las desacertadas políticas económicas establecidas durante siete años de gobiernos del PP, que tensaron las costuras del sistema público de salud. Es el mismo PP que, cuando se cumple un año de la primera vacuna contra el covid en España, señala a los profesionales sanitarios, y, por boca de Isabel Ayuso, los acusa de bloquear los centros de salud.
La presidenta madrileña apuntó en el transcurso de una entrevista que en algunos centros de salud “no cogen el teléfono”, “se cuelga” y que, “de repente”, no hay médicos. Conviene aclarar que resolver esta situación en la sanidad madrileña es una competencia autonómica, que, como tal, le toca gestionar como presidenta. Es llamativo que ningún barón del PP haya dicho nada respecto a las palabras de Ayuso, que suenan a un ataque en propia puerta a la deficiente gestión que a ella le corresponde solucionar. Es sabido que, quien calla, consiente. La presidenta de la Comunidad de Madrid debe dejar ya de estar de brazos cruzados, dejar de lado la inoperancia y dotar de profesionales suficientes a la Atención Primaria; no resolverá los problemas de la sanidad madrileña lanzando sospechas sobre sus profesionales.
La gestión de la pandemia y la vacunación, de la que acaba de cumplirse un año, nos dejó en el tintero el reto de mantener y fortalecer el SNS como herramienta de redistribución de la riqueza y de igualdad entre las personas.
Una manera radicalmente distinta de la de Ayuso de entender la sanidad pública es la del Gobierno de España. Bajo la presidencia de Pedro Sánchez, con determinación política y compromiso, el Gobierno ha puesto en marcha políticas dirigidas a asegurar los pilares básicos de nuestro SNS: equidad, accesibilidad, cohesión, universalidad y calidad.
La gestión de la pandemia y la vacunación, de la que acaba de cumplirse un año, nos dejó en el tintero el reto de mantener y fortalecer el SNS como herramienta de redistribución de la riqueza y de igualdad entre las personas. Y entre todas las acciones, destaca la relativa a la salud mental, duramente golpeada por la pandemia. Se ha actualizado por primera vez en más de una década la Estrategia de Salud Mental y se ha aprobado un Plan de Acción de Salud Mental y Covid, con una inversión histórica de 100 millones de euros, para luchar contra la estigmatización de las personas con trastornos de salud mental. Es un plan que incluye un teléfono de 24 horas para la atención a la conducta suicida, tanto para la persona con tendencias suicidas como para sus familias.
Pese a la pandemia, el Gobierno de España avanza y seguirá en el camino común hacia la meta de mejorar y consolidar el SNS, clave del Estado del Bienestar. Un desafío en el que nos encontrarán a los socialistas. No nos encontrarán en el abono de sospechas sobre los profesionales sanitarios, sobre los profesionales que son la clave del ejemplar éxito en España del programa de vacunación contra el covid iniciado hace un año.
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Ana Prieto Nieto es diputada por Lugo y portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso de los Diputados. Farmacéutica.
La sanidad se sostiene sobre los profesionales que cada día hacen que funcione con eficacia al servicio de los ciudadanos. Son las mujeres y los hombres que, en la galerna de la pandemia, con la entrega a su trabajo, han hecho posible en gran parte que nos mantuviésemos a flote tanto como individuos como como sociedad. Sostienen la atención a los pacientes en un Sistema Nacional de Salud (SNS) debilitado por las desacertadas políticas económicas establecidas durante siete años de gobiernos del PP, que tensaron las costuras del sistema público de salud. Es el mismo PP que, cuando se cumple un año de la primera vacuna contra el covid en España, señala a los profesionales sanitarios, y, por boca de Isabel Ayuso, los acusa de bloquear los centros de salud.