La "hucha joven" de Feijóo: excelente noticia para rentistas, bancos y especuladores inmobiliarios

Carlos Sánchez Mato

Alberto Núñez Feijóo ha presentado el conjunto de medidas para atajar el graví­simo problema que existe en nuestro país con la vivienda y que afecta principalmente a las personas más jóvenes. ¿Está entre ellas aplicar la Ley de Vivienda desde las administraciones donde gobiernan? No, claro. Pasan la presión a los de siempre: los ciudadanos. Pero no hay que preocuparse, con la solución Feijóo, un puñado de afortunados ahorradores, jóvenes de 70 años, podrán asegurarse un techo. Sí, jóvenes de 70 años.

Esta propuesta que pone ahora el PP sobre la mesa se llama 'Hucha Hogar Joven' y tiene aire de deja vu. Nace como respuesta a una realidad que presenta el estudio de Eurostat, que sitúa la media de edad de emancipación en España en 30,3 años, una de las más altas de Europa. No hay que ser un lince para detectar que el aumento del precio de la vivienda y del alquiler tienen relación con ello. 

Y es que, en promedio estatal, durante la última década el precio de adquisición de una vivienda se ha incrementado un 49%, aunque ha habido capitales de provincia que han superado claramente esta exagerada proporción. En Palma de Mallorca, por ejemplo, ha crecido un 135%, en Valencia un 113%, en Málaga un 106%, en Madrid un 81%, en Las Palmas de Gran Canaria un 73% o en Donosti un 54%, lo que sitúa a todas estas ciudades por encima de la media en España. El alquiler no ha ido a la zaga y, por tanto, no ha sido solución a estos desorbitados incrementos de precios de compra: de media, la última década ha subido un 82% en todo el país. A la cabeza, Valencia con un 140% de subida, Palma de Mallorca (112%), Málaga (110%), Barcelona (76%), Madrid (73%) o Las Palmas de Gran Canaria (68%).

Lógicamente, la consecuencia es que ya no solo los jóvenes de 16 a 29 años tienen una muralla enfrente para poder emanciparse, sino que son también las personas que están en una edad comprendida entre los 30 y los 40 años las que están condenadas a seguir sintiéndose jóvenes de forma eterna viviendo en casa de sus madres y padres o compartiendo piso a la espera de que las cosas cambien.  

Feijóo ha detectado que los 40 son los antiguos 20. Y, por eso, ha anunciado el remedio definitivo a los problemas de acceso a la vivienda que consistirá en un sistema de ahorro bajo el mentado nombre de 'Hucha Hogar Joven' que, según ha asegurado, serviría para facilitar a las personas jóvenes el acceso al mercado inmobiliario. El sistema consistiría, en la cabeza de Feijóo, en que una persona joven, ahorre durante 20 años hasta conseguir 40.000 euros. Además, el Estado aprobaría una deducción del 20% en el IRPF a las aportaciones que hagan los menores de 40 años a esta cuenta de ahorro para destinarlo a la compra de un piso. 

De esta forma, con los 40.000 euros ahorrados por parte de la persona joven más los 8.000 euros de ahorro fiscal, el joven, ya con 40 años, tendría 48.000 euros en su cuenta, es decir, la entrada del 20% para adquirir una vivienda valorada 240.000 euros. Así, solo le quedaría hipotecarse durante 30 años para pagar el resto y, a los 70, el piso ya sería suyo.

Feijóo lo ha contado orgulloso y ha reivindicado que "ahorrar no es un crimen; y ser propietario, tampoco. Lo único que es un crimen es impedirlo, blindando políticas que penalizan el ahorro y la propiedad". ¿Quién no podría ahorrar 2.000 euros al año durante 20 años?, se ha preguntado el presidente del PP.

Las cuentas que Feijóo no hace

Si miramos al conjunto de España, con el salario medio de las personas jóvenes de 2023, estas deberían destinar el 93,9 % de su sueldo a una vivienda. Si añadimos los gastos medios en suministros, ya estaríamos por encima de ese promedio de ingresos. 

Ese es el primer problema que tiene la gran idea de Feijóo. Ahorrar no es que sea un crimen, lo que ocurre es que es un objetivo inalcanzable para la inmensa mayoría de las personas jóvenes, y eso a pesar de la mejora salarial de la que se han beneficiado por las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional desde 2018 (+61%) y la mayor estabilidad gracias a la reforma laboral en 2021. Lo que ha debido olvidar es que se ha opuesto a ambas cosas. Pensar en que, con las actuales condiciones, una persona joven puede ahorrar, es encontrarse completamente alejado de la realidad de la juventud española.

Pero hay más. Feijóo no ha caído tampoco en que, si no se interviene el mercado de la vivienda, dentro de 20 años, el precio del piso que él ha imaginado en su ejemplo ya no será de 240.000 euros, sino muchísimo más alto (solo en la última década, recordemos, ha crecido un 49% de media).

De haber estado vigente la ideaca de Feijóo en 2015, la subida de precios durante estos diez años —que en promedio estatal está próxima a los 60.000 euros para una vivienda de 80 metros cuadrados— sería un 150% más que su ‘Hucha Hogar Joven’.

En definitiva: el disparate que ha anunciado el líder del PP no serviría para facilitar el acceso a la vivienda de las personas jóvenes. Tampoco puede presumir de que sea novedosa porque es muy parecida a una figura fiscal que estuvo en vigor durante muchos años en España. La ‘Cuenta Ahorro Vivienda’ ya tenía una deducción del 15% y jamás sirvió en el pasado para abaratar la vivienda ni para facilitar el acceso a la misma, salvo a quienes estaban en la franja más elevada de rentas —quienes no necesitaban esa ayuda—.

Siempre gana la banca

Pero que no sirva la propuesta de Feijóo para garantizar el acceso a la vivienda a las personas jóvenes no quiere decir que no sea útil para nadie. Porque los verdaderos beneficiarios de la hucha serían los vendedores de pisos, quienes los alquilan y viven de esas rentas y las entidades bancarias que financian por la vía hipotecaria préstamos para su adquisición en una cuantía mucho más importante por la subida de precios y que también se aprovechan durante los veinte años del ahorro que puedan generar las personas jóvenes. 

En definitiva, la ‘Hucha Hogar Joven’ es una extraordinaria idea de Feijóo para fortalecer el negocio de especuladores, rentistas y bancos. Y todo asentado en la extracción de recursos a las personas jóvenes y al conjunto de la sociedad que contribuirá con la deducción fiscal a la espiral alcista de precios. Solo con que crezcan los precios la mitad de lo que lo han hecho esta década, todo el ahorro de los 20 años de las personas jóvenes más la ayuda fiscal irían directos a los vendedores de las viviendas. Y ese o esa "joven" con 40 años se emanciparía en las mismas circunstancias que ahora: con una mano delante y otra detrás e hipotecado hasta la jubilación.

Ninguna ayuda fiscal va a resolver el problema del derecho a la vivienda. Solo la intervención pública radical de los precios de mercado y la creación de un enorme parque de viviendas públicas en alquiler a precios no superiores al 30% de los ingresos (no más de 400 euros al mes), podrá garantizar el derecho a la vivienda de la mayoría social. 

Y para ese fin sí que merece la pena comprometer recursos públicos en un 2% del PIB durante las próximas dos décadas y no para alimentar el gasto militar. Es perfectamente posible. Solo hace falta voluntad política. Seamos conscientes de que aquí nos jugamos  algo más que el derecho a techo. 

_______________________

Carlos Sánchez Mato, consejero técnico del Ministerio de Juventud e Infancia.

Más sobre este tema
stats