La reunión del Consejo Político y Grupo de Acción Parlamentaria de la CUP concluyó este domingo con el rechazo definitivo a la investidura de Artur Mas como president de la Generalitat de Cataluña. El partido anticapitalista decidió que sus diez diputados se abstengan en el próximo pleno, cuya convocatoria todavía está en el aire –estaba previsto, junto a las votaciones, para el 4, 5 y 7 de enero–. Con este resultado, Junts pel Sí no lograría sumar la mayoría simple –más 'síes' que 'noes'– necesaria tras más de tres meses de negociaciones con el partido anticapitalista. infoLibre repasa cinco claves sobre lo que puede ocurrir en los próximos tres meses en Cataluña.
1. Calendario político
La negativa de la Candidatura d'Unitat Popular de investir a Artur Mas altera por completo el calendario político catalán. Un bloqueo que, si no se consigue resolver a lo largo de los próximos días, podría desembocar en una nueva convocatoria de elecciones, cuya fecha más probable sería el próximo 6 de marzo –la normativa obliga a celebrar los comicios 54 días después del decreto de convocatoria–.
Sin embargo, la candidatura de Junts Pel Sí (JxSí) todavía tiene una semana para sacrificar al que fuera número cuatro de su lista con el objetivo de desbloquear el proceso antes de que cumpla el plazo. Tanto el artículo 67.3 del Estatuto de Autonomía de Cataluña como en el 4.6 de la Ley de la Presidencia de la Generalidad y del Gobierno dejan claro el calendario: "Si una vez transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura, ningún candidato o candidata es elegido, el Parlamento queda disuelto automáticamente y el presidente o presidenta de la Generalitat en funciones convoca elecciones de forma inmediata, que deben tener lugar entre cuarenta y sesenta días después de la convocatoria". Teniendo en cuenta que la primera sesión se celebró el 10 de noviembre, será el próximo 10 de enero, domingo, cuando cumpla el plazo. Si el día 9 no hay president, quedará automáticamente disuelto el Parlament.
La posibilidad de un nuevo candidato en las filas de Junts pel Sí fue barajada en la rueda de prensa que ofreció este domingo la CUP al final de la reunión. "Quien quiera mover pieza aún tiene días. No está convocado nada [el Pleno de investidura]", apuntó Gabriela Serra, diputada del partido anticapitalista en el Parlament. Sin embargo, JxSí ya dejó claro en diferentes ocasiones que la candidatura de Mas era una pieza innegociable, una de sus líneas rojas. Como mucho estaba dispuesta a maquillar la que sería su última propuesta: "Una Presidencia de transición hacia la nueva república formada por un presidente del Consell Executiu y tres presidentes de comisiones de Gobierno", en boca del cabeza de lista, Raül Romeva. Tras conocerse el rechazo del partido anticapitalista, Convergència dejó claro que no hay "candidato alternativo" a su líder. Desde ERC, sin embargo, se guardó silencio. Su líder, Oriol Junqueras, se limitó a tuitear: "Nunca nos rendiremos. ¡Seguimos!".
2. Artur Mas, ¿cadáver político?
El bloqueo de la CUP a la investidura del líder de Convergència Democràtica de Catalunya y la posible convocatoria de nuevas elecciones en la comunidad autónoma ponen fin a un año marcado por el desgaste de CDC. Las elecciones del pasado 27 de septiembre se resolvieron con 62 diputados para Junts pel Sí, un resultado peor que el que habían venido obteniendo la suma de CiU y ERC por separado –71 en 2012, 72 en 2010 y 69 en 2006–. Y este resultadose produjo a pesar de que entre los promotores de la coalición se encontraban organizaciones independentistas con gran eco social, entre ellos Ómnium Cultural y la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
Además, era la primera vez que Convergència y Unió se presentaban por separado a unas elecciones autonómicas en Cataluña. En junio de 2015, ambas formaciones sellaron su ruptura definitiva a causa de las divergencias sobre el proceso independentista encabezado por Mas. UDC, finalmente, se quedó fuera del Parlament el pasado 27 de septiembre al cosechar el 2,51% de los sufragios –102.870 votos–. Atrás quedaron las mayorías absolutas que CiU cosechó en 1984, 1988 y 1992, en las que, con Jordi Pujol a la cabeza, obtuvieron 72, 69 y 70 diputados, respectivamente.
Finalmente, las elecciones generales del pasado 20 de diciembre pusieron el broche a la caída progresiva de CDC. La candidatura Democràcia i Llibertat, en la que estaba integrada la formación de Mas, salió de las urnas con 8 escaños en el Congreso de los Diputados y un 2,25% de los sufragios, mientras que Unió Democràtica de Catalunya se quedó fuera de la Cámara baja al obtener tan solo el 0,26%. En las de 2011, CiU sobrepasó el millón de votos, lo que le permitió sentar en el Parlamento a 16 diputados. Tras el veto definitivo de la CUP este domingo, el futuro político del actual president se presume ciertamente complejo, al igual que el de su partido, que junto a Unió ha ostentado el poder político en Cataluña durante buena parte del actual período democrático.
3. Un tablero político en ebullición
Los resultados del 27-S revelaron el fuerte ascenso de C's en la comunidad autónoma, que pasó de 9 diputados en 2011 a 25, y de la CUP, que creció de los 3 a los 10. Sin olvidar tampoco la tímida entrada de Catalunya Sí Que Es Pot, la marca de Podemos, en el Parlament con 11 escaños, y las caídas del PSC, de los 20 a los 16 asientos, y del PP, que perdió 8 parlamentarios y se quedó con 11.
Sin embargo, los comicios generales en la comunidad dejaron un resultado diferente. En Comú Podem, que en esta ocasión apostó por la imagen de Ada Colau como abanderada de la formación, logró el 24,74% de los votos –927.940 papeletas–, un resultado que le permite entrar al Congreso de los Diputados con 12 actas. ERC y Democràcia i Llibertat, por su parte, se presentaron por separado a las elecciones del pasado 20 de diciembre y lograron un 15,98% y un 15,08%, respectivamente. Una suma que otorga a las dos formaciones que a nivel autonómico integran Junts pel Sí el 31% de los sufragios en Cataluña, algo más de 8 puntos menos que los que obtuvieron juntas el pasado 27-S.
Si comparamos los resultados de las autonómicas con los resultados de las generales, se puede ver también un ligero crecimiento de PSC y PP. Los primeros pasaron de recibir el 12,7% en septiembre a conseguir el 15,7% de los sufragios en la comunidad autónoma hace menos de un mes. Los conservadores, por su parte, pasaron del 8,5% al 11,1%. En cuanto a Ciudadanos, se pudo apreciar una caída de la formación naranja: del 17,9% el 27-S al 13,05% el 20-D.
Con estos últimos antecedentes se encuentra Cataluña de cara a una nueva convocatoria de elecciones. Serían los cuartos comicios en sólo seis años.
4. La incidencia en los pactos en Madrid
El 'no' de la CUP a la investidura de Mas también puede alejar la posibilidad de una gran coalición entre PP-PSOE-Ciudadanos a nivel nacional para poner freno a una escalada independentista en Cataluña, unos meses después de que el partido anticapitalista y Junts pel Sí registrasen en el Parlament una moción, que sería aprobada a principios de noviembre, que establecía "el solemne inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente en forma de república". Las elecciones generales del pasado mes de diciembre dejaron unos resultados que obligan a los partidos a pactar. Mariano Rajoy necesitaría en una primera votación el apoyo de los de Rivera y los de Pedro Sánchez, y así lo ha pedido públicamente, la última vez el pasado 29 de diciembre.
En esta idea ahondó este domingo el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, cuando habló, antes del Consejo Ciudadano Estatal, de los posibles escenarios tras los comicios de diciembre. "Algunos analistas dicen, y parece coherente, que si Mas es investido finalmente como president de la Generalitat con un apoyo mínimo de la CUP, eso podría crear más incentivos dentro del PSOE para sumarse a esta Gran Coalición de la restauración y el inmovilismo", apuntó durante la lectura de su informe político. Los de la formación morada insisten en rechazar desprenderse de un referéndum en Cataluña como una de sus líneas rojas, por lo que el pacto con el PSOE para formar un Gobierno alternativo al del PP está lejos.
Tras más de un año de tensiones entre el Gobierno del Partido Popular y Artur Mas, especialmente tras el 27-S, la convocatoria de nuevas elecciones en Cataluña daría un respiro a la hora de negociar posibles pactos. Y favorecería que si estos no son posibles se repitan los comicios generales en un clima de mayor tranquilidad. El próximo 13 de enero, se configurarán los órganos de Gobierno del Congreso de los Diputados y el Senado. A partir de la primera votación se abre un plazo máximo de dos meses para investir al presidente del Gobierno.
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5. Corrupción: el 'caso Pujol' entra en la recta final
Un mes antes de que los catalanes vuelvan a acudir a las urnas, el 10 de febrero, el que fuera presidente Generalitat de Cataluña entre 1980 y 2003 y fundador de Convergència Democràtica de Catalunya, Jordi Pujol Soley, y su mujer, Marta Ferrusola, han sido citados a declarar como "investigados" por un delito de blanqueo de capitales. Así se desprendió de los 13 autos que el juez José de la Mata, titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, dictó el pasado 31 de diciembre relacionados con los Pujol, a los que califica como una "organización-familia" y a los que acusa de ingresar 48 millones de euros, la mayor parte en efectivo, en una cuenta de Andorra.
Los integrantes del clan podrían haber cometido delitos de blanqueo de capitales, contra la Hacienda pública y falsedad en documento mercantil, según el magistrado. Estos abonos "en efectivo, de origen desconocido, no pueden asimilarse a una actividad legal", indica el juez, que completa que en algunos casos las transferencias que se han podido identificar se relacionan "con personas que desarrollan una labor empresarial entroncada con el sector público en Cataluña". Los próximos meses se convertirán en un goteo de novedades en la investigación de la que fue durante tres décadas la familia más poderosa de Cataluña.
La reunión del Consejo Político y Grupo de Acción Parlamentaria de la CUP concluyó este domingo con el rechazo definitivo a la investidura de Artur Mas como president de la Generalitat de Cataluña. El partido anticapitalista decidió que sus diez diputados se abstengan en el próximo pleno, cuya convocatoria todavía está en el aire –estaba previsto, junto a las votaciones, para el 4, 5 y 7 de enero–. Con este resultado, Junts pel Sí no lograría sumar la mayoría simple –más 'síes' que 'noes'– necesaria tras más de tres meses de negociaciones con el partido anticapitalista. infoLibre repasa cinco claves sobre lo que puede ocurrir en los próximos tres meses en Cataluña.