Este domingo 28 de febrero se cumplen 36 años del referéndum de acceso a la autonomía de Andalucía, el único celebrado en España por el mecanismo previsto en el artículo 151 de la Constitución. infoLibre ofrece una panorámica general de la comunidad más poblada de España.
1. El paro ronda el millón de registrados
La comunidad suma 972.228 parados registrados en las oficinas del Inem, según los datos de enero ofrecidos por el Ministerio de Empleo. Aunque la Junta se esfuerza en jugar a su favor con el efecto psicológico de haber bajado del millón de parados, las cifras son –y son vistas– como un drama. No en vano, suponen un 23,6% de todo el paro nacional. La Encuesta de Población Activa (EPA), que da un dato más elevado (1.198.300 parados), sitúa su porcentaje en un 29,83%, por debajo de otra barrera psicológica, la del 30. Estos datos se dan pese a que no ha sido el peor año en datos brutos. Según el Ministerio, el paro cayó en 2015 en 65.488 personas, la mayor bajada en términos absolutos en España.
Ninguna previsión anticipa la evolución necesaria para salir del furgón de cola. El acuerdo de legislatura entre PSOE y Ciudadanos recoge medidas de lucha contra el desempleo basadas en el apoyo al emprendimiento y las pymes, las políticas activas de empleo, los incentivos fiscales y el impulso a los sectores estratégicos: agricultura, turismo, construcción y minería.
Tanto CCOO como UGT discrepan de las recetas de PSOE y Cs' para combatir el desempleo y la precariedad. "Se crea empleo de muy escasa calidad y en un ambiente hostil", sostiene Nuria López, responsable de Empleo de CCOO en Andalucía. Todos los análisis complejos coinciden en que será imposible rebajar significativamente los niveles de paro sin un tejido industrial potente.
2. La desigualdad creció un 9% en la fase más aguda de la crisis
Las desigualdades crecieron en Andalucía un 9% entre 2008 y 2013, según un informe de Cáritas presentado en la última Semana contra la Pobreza. Estos datos, según Cáritas, no se han revertido. El informe da una alerta especialmente aguda sobre los problemas de vivienda, ya que "una parte importante de los hogares en Andalucía han tenido que ejecutar medidas compensadoras para afrontar problemas de la vivienda derivados de las dificultades económicas". El 46,6% y el 48,9% de los hogares se han visto obligados a reducir los gastos fijos de la casa y los gastos de teléfono y de televisión e internet, respectivamente.
Añade el informe: "Casi la mitad de los hogares han tenido que reducir los gastos dedicados a la alimentación". La crisis ha acentuado "la no disponibilidad de dinero suficiente para pagar gastos de la casa (hipoteca, alquiler, facturas de luz, agua...)", que afecta al 22,1% de los hogares (frente al 20,4% en España) y que alcanza a la mitad de las familias entre la población en situación de exclusión. El 14,9% de hogares tiene imposibilidad para mantener la casa a una temperatura adecuada y en el 21,7% ha habido problemas de avisos de corte de suministros.
3. La Junta pelea por cumplir el déficit y revertir los recortes
El Gobierno andaluz se mueve en el complicado equilibrio del intento de cumplimiento de los objetivos de déficit y el mantenimiento de los pilares del bienestar. Y es difícil soplar y sorber al mismo tiempo. El déficit de sólo el 0,81% en 2015 sirve al PSOE para reivindicar solvencia económica, que el PP intenta atribuir genética y exclusivamente a la derecha. ¿Pero es esto compatible con unos servicios públicos de calidad? La Junta lleva a gala, por contraste con comunidades del PP, haber renunciado a las privatizaciones y los copagos. ¿Y los recortes? En sanidad, los ha habido. Un detallado análisis de los presupuestos de la Junta entre 2009 y 2015 realizado por CCOO acredita una caída de unos 1.400 millones de euros, más que la media del Estado. Ello ha afectado al número de camas, a las listas de espera y a la pérdida de más de 7.200 empleos, según este sindicato.
La Consejería de Salud no oculta que han sido años de graves dificultades, pero reivindica sus políticas de eficiencia, con un ahorro de 130 millones de euros al año con la selección pública de medicamentos, pese a ser obstaculizadas por el Ejecutivo estatal. Junto a ello, recuerda que la Junta ha "evitado" en 2015 que 28.000 personas sean excluidas de la asistencia sanitaria, o que más de 1,5 millones de pensionistas tengan que adelantar el dinero de sus medicinas. En Andalucía, añade la Consejería, se han mantenido abiertos todos los centros de salud e incluso se han abierto 33 en los últimos cuatro años.
En cuanto al empleo, Salud subraya a infoLibre que ha mantenido los compromisos con el personal eventual. En febrero más de 8.000 a tiempo parcial recuperaron el 100% de la jornada laboral. Al finalizar el año, sostiene la Consejería, no quedarán contratos de este tipo. Junto a los números, el Gobierno andaluz esgrime también elementos cualitativos para sostener que no es lo mismo el PSOE que el PP: la continuidad de los tratamientos de reproducción asistida (incluidas mujeres sin patologías), atención bucodental gratuita para menores, ancianos y embarazadas, medicamentos gratuitos para menores de un año...
Estos logros parciales, sumados al carácter pionero de algunas de las técnicas ofrecidas, mantienen en buena forma la imagen de la sanidad andaluza. En cuanto a la dependencia, la comunidad suma 233.321 prestaciones concedidas a 179.239 personas, el 22,5% del total en España. Casi 50.000 andaluces (33% del total) reciben el servicio de ayuda a domicilio, recuerda la Consejería de Igualdad y Política Social. Los presupuestos de 2016 consignan más de 1.160 millones para el desarrollo de la Ley de Dependencia, una cantidad similar –insisten desde la Consejería– a la prevista por el Gobierno de España: 1.262 millones.
4. Una ley pretende "blindar" los servicios sanitarios
El Gobierno andaluz pretende que la Ley de Garantías y Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público sea la norma estrella de la legislatura. Actualmente en tramitación, esta ley "blindará" –según el término usado oficialmente– los derechos sanitarios e introducirá medidas de contraste con las políticas del PP, como vetar por ley los sistemas de copago. Es previsible una ley difícil de reprochar en la letra, pero cuyos ambiciosos propósitos generen escepticismo. Hay antecedentes de leyes que se proponen acabar con lacras cuyo origen va mucho más allá de las disfunciones del sistema de prestación de servicios. Sin ir más lejos, en 2010 entró en vigor una ley que permitía a los andaluces reclamar su derecho a la vivienda en los tribunales. Este aspecto de la norma se ha rebelado de escasísimo impacto.
5. La disputa por la bandera blanquiverde
Hasta el último rincón de Andalucía están llegando los ecos de una poderosa campaña política que combina la fuerza de la institución (la Junta) y el partido (el PSOE). Los mensajes oficiales explícitos, enmarcados en una exhaustiva agenda de actos y homenajes, se entremezclan con las críticas más o menos directas al resto de partidos. Susana Díaz, presidenta del Gobierno andaluz, reivindica una narración ya consolidada que sitúa desde el 28-F a la comunidad como ejemplo de "generosidad" en la cuestión territorial y garante de la igualdad entre territorios. "Andalucía no quiere ser ni más que nadie, ni menos que nadie", afirma Díaz, un mensaje de sentido común replicado insistentemente por el PSOE y la Junta.
En estos mensajes sencillos descansa una alerta ante el órdago independentista catalán que ciertamente no es nueva en Andalucía. Lo que sí es nuevo es el esquema de partidos, con cinco formaciones en liza, y la situación de incertidumbre a nivel estatal. Y eso lo cambia todo. Con su acuerdo de legislatura con Ciudadanos en vigor y con el PP algo perdido desde las autonómicas del pasado año, el PSOE de Díaz ha convertido a Podemos en el nuevo foco de sus ataques. La presidenta acusa a la formación morada de defender un país "de dos velocidades", al tiempo que se sitúa como valedora de la "unidad de España".
Está por ver si Izquierda Unida –habitual protagonista de grandes movilizaciones en la calle el 28 de febrero– exhibe músculo social este año tras su fuerte pérdida de poder institucional, pasando de 12 a 5 diputados. Y también queda ver cómo funciona la agenda propia de actos impulsada por Podemos en Granada. Lo evidente es que, con el mapa político en reconfiguración –y desaparecido del mismo el andalucismo histórico–, el PSOE busca patrimonializar no sólo la bandera blanquiverde, sino la defensa de los intereses de Andalucía en el Estado.
6. La crispación se apodera del debate
El resto de partidos han reaccionado con virulencia ante esta estrategia. El 28-F llega en un clima de tensión descarnada, sobre todo entre el PSOE y Podemos. El cara a cara entre la presidenta y la líder de la formación morada, Teresa Rodríguez, esta semana en el Parlamento, trufado de descalificaciones muy duras, da testimonio de un ambiente político irrespirable. "El cortijo apesta", le espetó Rodríguez a Díaz, en referencia a la corrupción. La presidenta respondió con críticas a sus "soflamas chavistas". Desde las filas del PSOE, ven a Podemos muy radicalizado en Andalucía, "sin sitio político"; en cuanto a Podemos, censuran la "obsesión" de la presidenta por el partido morado, al que critica con argumentos parecidos a los de la derecha política y mediática. La cosa tiene difícil arreglo.
Una crispación parecida se da entre el PP y Cs'. Ciudadanos, con sus nueve diputados, influye mucho más decisivamente en la agenda política que el PP con 33. El partido que lidera Juan Manuel Moreno Bonilla, aislado políticamente, caricaturiza a los de Juan Marín como una prolongación del PSOE, al que da estabilidad en el Gobierno a cambio de arrancarle medidas como la rebaja del IRPF o la creación de una comisión para rebajar el impuesto de sucesiones. Las dos formaciones del espectro de la derecha se tratan en Andalucía mucho peor que en el resto de España, donde se impone un cierto clima de crítica respetuosa.
En Andalucía, no. El clímax llegó cuando Juan Marín, portavoz de Ciudadanos en Andalucía, acusó al PP de "comprar con un talón" a tres concejales del partido naranja, a lo que los populares respondieron con un burofax exigiendo una rectificación pública. Marín y Moreno Bonilla acordaron finalmente rebajar algo la tensión, según personas conocedoras del acercamiento.
7. El PP ganaría las generales; los socialistas, las autonómicas
El panorama demoscópico andaluz muestra cierta estabilidad. El PP ganaría las generales en Andalucía; el PSOE, en cambio, se impondría en las autonómicas. Así lo señala el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa), de la Universidad de Granada y considerado un sondeo de referencia, realizado entre el 18 de enero y el 9 de febrero, antes de la firma del pacto entre el PSOE y Ciudadanos. En caso de unas nuevas elecciones generales, el PP se impondría con un 31%, seguido del PSOE (29,4%), Podemos (16,9%), Ciudadanos (15,2%) e IU (5,3%). Los socialistas andaluces, que esgrimieron su estrecha victoria el 20-D como hecho diferencial frente a la derrota a nivel estatal, perderían 2,1 puntos; los populares ganarían 1,9%, suficiente para un triunfo estrecho; Podemos se quedaría igual; IU perdería unas décimas. El 85,5% afirma que no cambiaría su voto.
En cuanto a las autonómicas, no hay cambios de relevancia, más allá de apreciarse un leve retroceso del bipartidismo, que aún existe aunque matizado. El PSOE cosecharía el 32,1%, 2,2 puntos menos que en las elecciones de mayo de 2015; el PP bajaría del 26,8% al 25,3%. Podemos ganaría más de 2 puntos y se quedarían en el 17,2%. El mayor crecimiento sería de Ciudadanos, que se plantaría en el 13% desde el 9,3%. También escalaría Izquierda Unida, de un 6,8% a un 8%.
8. El Supremo aguarda a Chaves y Griñán
Los dos antecesores de Susana Díaz, los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, se encuentran imputados en el caso de los ERE. La investigación judicial no apunta a su enriquecimiento personal, pero sí a un papel decisivo en la modificación del sistema de subvenciones para convertirse en la figura jurídica de transferencia de financiación, sin controles suficientes.
La responsabilidad política de ambos se da por descontada. Desde el minuto uno de su presidencia, Díaz ha intentado salirse de esta sombra. Ha marcado distancias con sus predecesores, ha hecho bandera de la honradez y la austeridad personal y ha impulsado novedosas medidas de control y transparencia. No obstante, la corrupción sigue siendo un flanco débil del PSOE-A. Díaz tendrá que pasar por la comisión que investiga el fraude los cursos de formación.
Esta comisión volverá a poner de relieve cifras de fraude mareantes, aunque lejos de las de los ERE. La Junta cuantifica en 1.613 los millones investigados en el caso de la formación, aunque no todos defraudados. La oposición maneja cifras mucho más escandalosas. Las reclamaciones de devolución alcanzan los 72 millones, pero podrían sumarse 167,5 más.
9. Los andaluces le dan un 8,2 a vivir en su tierra pese a la economía
En la antesala misma del 28-F, el Centro de Estudios de la Junta ha hecho pública la Encuesta de la Realidad Social de Andalucía sobre Percepción de la Vida Cotidiana. El estudio permitió conocer datos más o menos curiosos como que, al valorar su calidad de vida, los encuestados le dan un grado de satisfacción entre 7 y 9. Lo más valorado es el hecho mismo de vivir en Andalucía, con una media de casi 8,2. Las mujeres se muestran más felices y optimistas que los hombres.
El desempleo es el principal problema percibido a nivel local (86,6%), autonómico (70,7%) y nacional (64,1%). La corrupción es el segundo problema más destacado en los tres niveles consultados. El tercer problema más citado, tanto en España como en Andalucía y en el municipio, es la marcha de la economía.
Respecto a las instituciones de gobierno, todas suspenden. La que mejor escapa es el Gobierno municipal, con una valoración media de 4,7. Después van la UE, el Gobierno andaluz y el Ejecutivo estatal. Respecto a otras instituciones y servicios, las ONG son las que cosechan mayor grado de confianza, 6,9 de media, junto a la policía (5,9), los medios (5,51) y los movimientos sociales (5,2).
No llegan al aprobado los sindicatos (2,5), los partidos (2,7), los empresarios (3,2) ni el sistema judicial (3,7). Los ciudadanos que se sitúan más a la derecha en el arco ideológico son los que depositan algo más de confianza en las instituciones. De hecho, las personas que se ubican en la derecha otorgan mejor puntuación al Gobierno de Susana Díaz (3,90) que las que se encuentran a la izquierda (3,76).
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10. Susana Díaz consolida su liderazgo total en el PSOE andaluz
El liderazgo de Susana Díaz en el PSOE andaluz es total. Ni Chaves ni Griñán alcanzaron tal grado de adhesión, pese a que durante los años del primero las victorias electorales eran más abultadas. Es una incógnita si Díaz dará el salto para liderar el PSOE federal. Y si lo hace, cuándo y cómo lo hará. Una eventual salida de Díaz, que se antoja ahora menos probable que justo tras el 20-D, desestabilizaría la política andaluza, según ha avisado Ciudadanos. Sería la tercera vez consecutiva que un presidente andaluz abandona su mandato a la mitad.
Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente del PP andaluz, ha ido dando tímidos pasos para consolidar su liderazgo, tras un primer año y medio en el que era cuestionado abiertamente por toda la prensa conservadora. Ahora mismo no se adivinan operaciones contra él ni han salido a la palestra posibles alternativas. En cuanto a Teresa Rodríguez, la líder de Podemos en Andalucía, no alineada con la dirección del partido en Madrid, ha dado a la formación morada un rumbo propio, que sus adversarios tachan de "más radical". Sus enfrentamientos cara a cara con Díaz gozan de gran relieve mediático. No hay en Cs' un sector crítico relevante a Juan Marín, cuyo pacto con el PSOE ha salido reforzado tras el acuerdo firmado por su jefe, Albert Rivera, y Pedro Sánchez.
Este domingo 28 de febrero se cumplen 36 años del referéndum de acceso a la autonomía de Andalucía, el único celebrado en España por el mecanismo previsto en el artículo 151 de la Constitución. infoLibre ofrece una panorámica general de la comunidad más poblada de España.