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Abascal usa a Mazón para marcar la agenda a Feijóo: Vox decidirá dónde y cuándo pacta con el PP

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Carlos Mazón recibe este lunes a la Sección Especial en las Fallas de Valencia.

Cuestionado políticamente, asediado judicialmente, abucheado públicamente y abandonado internamente. Es la situación en la que se encuentra el presidente valenciano, Carlos Mazón, tras la dana del pasado 29 de octubre, que se saldó con 228 muertos, decenas de miles de damnificados y una provincia devastada. El jefe del Consell se negó a dimitir desde el primer momento, vinculando su supervivencia a "la reconstrucción" —una solución subjetiva con la que el barón del PP ha tratado de ganar tiempo— y este lunes ha protagonizado su propia rendición al asumir el ideario de la ultraderecha a cambio de salvar su propia cabeza. "Les confirmo que estamos trabajando en un acuerdo que nos permita sacar adelante la ley de Presupuestos de 2025 con el apoyo del grupo parlamentario Vox. Es más, no solo un acuerdo de Presupuestos, sino un plan de impulso de la Comunidad Valenciana para lo que resta de legislatura", anunció el dirigente valenciano desde el Palau de la Generalitat, en una comparecencia en la que no se sometió a las preguntas de la prensa.

Mazón demostró este lunes que cualquier medio justifica su fin, que es seguir al frente de la Generalitat, aunque ello implique adoptar medidas que van en contra las normas europeas en materia de agricultura, ganadería y pesca y calificarlas como "dogmatismo climático". "Llamamos a la acción en contra del pacto verde europeo", afirmó, para renglón seguido añadir que las medidas medioambientales han interferido en la construcción de infraestructuras hidráulicas y que el Pacto Verde Europeo “supone un ataque directo a la esencia económica" de la Comunitat. El jefe del Consell también adoptó el discurso ultraderechista en materia migratoria al negarse a acoger más menores migrantes bajo el argumento de que "los centros están saturados", al y al pedir más policías al Gobierno central para conocer la nacionalidad de cada uno de los detenidos en los robos en domicilios durante la dana y los días posteriores.

La gestión de Mazón —o la ausencia de ella— le ha granjeado un sin fin de críticas por parte la oposición pero también de su propio partido, que ha acabado admitiendo públicamente que el jefe del Consell no "estuvo a la altura", en palabras del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, esa fatídica tarde. Sin embargo, la presión para que Mazón abandone nunca ha venido por parte de las filas de Vox, cuyos 13 diputados son claves para decidir el futuro del jefe del Consell. Un poder que ha quedado patente este lunes y que tiene que culminar en un acuerdo que se conocerá al detalle en los próximos días o semanas. Por el momento, los ultraderechistas han publicado un listado con sus exigencias que pasan por "eliminar" las partidas destinadas a las ONG, los sindicatos, "suprimir" las políticas de memoria y "recortar" el presupuesto para la promoción del valenciano, entre otras cuestiones.

No es de extrañar, por tanto, que Mazón agradeciera de manera "personal" el apoyo de Santiago Abascal en el desayuno informativo que protagonizó hace unas semanas en Madrid por, en sus palabras, "ser consciente" del relato que "se está pergeñando" en su contra. El dirigente valenciano presumió, además, de tener una "relación extraordinaria" con el ultraderechista, con el que, según cuenta este lunes el diario Levante, se reunió para almorzar en la capital. Ciertamente Abascal ha evitado tomarla con Mazón pese a la guerra abierta que hay entre PP y Vox a nivel nacional. Este lunes la reacción de Abascal al acuerdo llegó de inmediato a través de X. "Celebro las palabras del presidente de la Comunidad Valenciana. Esa es la dirección correcta: enfrentarse sin complejos al Pacto Verde y a las políticas que favorecen la inmigración ilegal", escribió. Y, tras el aval de Génova al pacto, le lanzó una pulla a Feijóo.

"Qué alegría me das, Alberto. Entiendo entonces que ahora renunciaréis al Pacto Verde y al Pacto Migratorio que habéis votado y defendido todo este tiempo. Y que a partir de ahora apoyaréis nuestras iniciativas en ese sentido, no solo en Valencia, también en las demás regiones, en el Congreso de los Diputados y en Bruselas. A no ser que pretendáis sorber y soplar al mismo tiempo… porque los votantes se acabarán dando cuenta de que los tomáis por idiotas", escribía en X este lunes.

Vox se jacta del acuerdo con Mazón

Para Vox el hecho de que Mazón haya asumido su relato supone una victoria absoluta sobre el PP. Su secretario general, Ignacio Garriga, se ha jactado de ello en rueda de prensa. "No sé cuál será el rumbo del señor Feijóo. Lo que tengo claro es que el señor Mazón ha rectificado públicamente, ha reconocido que Vox tenía razón y, por tanto, ha desbloqueado la mesa de negociación", afirmó. Garriga enumeró las exigencias de su formación incluidas en el documento publicado este lunes. Estas medidas, afirmó, son solo unas “pequeñas pinceladas” de las exigencias que planteará Vox si el PP quiere sacar adelante sus presupuestos. En esa línea aseguró que "habrá mucho más" ya que su intención es forzar un "cambio de rumbo" que, a su modo de ver, Mazón ya ha iniciado. "Vamos a ver unos presupuestos que nunca antes se han visto en una comunidad autónoma”, sostuvo.

Mazón, por su parte, agradeció a Vox su "voluntad sincera" para superar los efectos de la dana. "Quiero agradecer esta altura de miras que no hemos encontrado en los grupos políticos de la oposición", dijo el dirigente valenciano. Un agradecimiento que replicó Abascal. Lo cierto es que el jefe del Consell tiene mucho que agradecerle a la formación ultra, que ha rechazado, tanto en el Ayuntamiento de València como en Les Corts, pedir su dimisión por la gestión de la dana. Una alianza que se fraguó a la hora de constituir las comisión de investigación sobre la dana, aprobada a finales de noviembre, pero que todavía no ha iniciado su actividad. Ambos partidos desdeñaron las propuestas de la izquierda y aceptaron el planteamiento de Vox para analizar "la gestión realizada por parte de todas las administraciones, así como las consecuencias y las posibles actuaciones a realizar para la recuperación social y económica en el territorio afectado" y con un plazo máximo de un año desde su inicio para elaborar el consiguiente dictamen.

La consigna de la formación de Abascal desde que ocurrió la dana es que el "gran culpable" de lo sucedido es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su "negligencia criminal" mientras que Mazón únicamente le atribuyen "incompetencia". Lo cierto es que, por el momento, Mazón está blindado en la Generalitat si los diputados de Vox siguen sin querer participar en ninguna operación para relevar del mando al actual jefe del Consell. Si el PP contara con mayoría absoluta, Feijóo podría dar la orden a sus diputados autonómicos de hacer caer al president y nombrar a su sucesor de entre los 39 diputados restantes, pero al depender de Vox, necesitan los votos de la extrema derecha o, en su defecto, del PSPV para seguir gobernando en la Comunitat Valenciana. La apuesta de Vox responde, a su vez, a un movimiento táctico. Los ultraderechistas consideran que cuanto peor le vaya al PP con Mazón mejor les irá a ellos, como así se refleja en las encuestas internas de los conservadores.

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Por su parte, el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, defendió el preacuerdo alcanzado. Aunque Génova aseguró inicialmente que no iba a someterse a "chantajes" por parte de la ultraderecha, ahora da su visto bueno al pacto y pide extenderlo a otras autonomías. "Estábamos informados y estamos de acuerdo con un presupuesto para avanzar en la reconstrucción y proporcione estabilidad", aseguró Sémper desde la sede nacional de Génova. "Es la primera vez que he visto que un acuerdo presupuestario parezca algo malo, los valencianos van a tener un presupuesto y esto se hace sin renunciar a ninguno de los principios que ha defendido el PP históricamente", añadió.

Así, mantuvo que cargar contra el "dogmatismo climático" o afirmar que hay "coincidencia" con Vox en política migratoria es "la posición que ha defendido el PP siempre": "La transición ecológica es defendida por el PP, la dictadura activista en ningún caso”, afirmó, parafraseando a Feijóo. Con todo, en privado fuentes de Génova no se muestran tan tajantes, apelan al “espíritu” del texto anunciado en su comparecencia por Mazón y estudiar bien "la letra pequeña" del acuerdo.

El portavoz nacional del PP evitó, además, respaldar la continuidad de Mazón al frente de la Generalitat. “No voy a poder mejorar las manifestaciones de mis compañeros del PP ni lo dicho por Feijoo hace pocas horas, me remito a sus manifestaciones”, dijo, después de que la dirección nacional del partido haya dejado de vincular el futuro del valenciano a la reconstrucción para vincularlo a la investigación judicial en marcha. Antes del auto de la jueza de Catarroja, el futuro del president estaba ligado a la reconstrucción. Así lo defendía todo el PP. Tras el auto, Feijóo varió el argumento: ahora se está a expensas de la instrucción judicial. En privado, fuentes de la dirección del PP reconocen que el hecho de que Mazón consiga los Presupuestos no va a "cambiar" su situación "para bien ni para mal".

Cuestionado políticamente, asediado judicialmente, abucheado públicamente y abandonado internamente. Es la situación en la que se encuentra el presidente valenciano, Carlos Mazón, tras la dana del pasado 29 de octubre, que se saldó con 228 muertos, decenas de miles de damnificados y una provincia devastada. El jefe del Consell se negó a dimitir desde el primer momento, vinculando su supervivencia a "la reconstrucción" —una solución subjetiva con la que el barón del PP ha tratado de ganar tiempo— y este lunes ha protagonizado su propia rendición al asumir el ideario de la ultraderecha a cambio de salvar su propia cabeza. "Les confirmo que estamos trabajando en un acuerdo que nos permita sacar adelante la ley de Presupuestos de 2025 con el apoyo del grupo parlamentario Vox. Es más, no solo un acuerdo de Presupuestos, sino un plan de impulso de la Comunidad Valenciana para lo que resta de legislatura", anunció el dirigente valenciano desde el Palau de la Generalitat, en una comparecencia en la que no se sometió a las preguntas de la prensa.

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