El líder de Vox, Santiago Abascal, ha suscrito junto al primer ministro húngaro, Viktor Orban; la presidenta de Rassemblement National, Marine Le Pen; y el líder de la Liga, Matteo Salvini, una declaración conjunta sobre el Futuro de Europa en la que rechazan el proceso de "federalización" que, a su juicio, se quiere imponer en la Unión Europa, con el fin "transformar las instituciones europeas en órganos que prevalezcan sobre las instituciones constitucionales nacionales", según informa Europa Press. Asimismo, el texto también reivindica las "inviolables competencias" de los Estados miembro frente a la "oligarquía" que, en su opinión, quieren imponer quienes no se esfuerzan por defender en el seno del bloque cuestiones como la familia o la "herencia judeo-cristiana".
Según informa Vox en un comunicado, esta declaración, firmada también por el expresidente polaco y del Pis, Lech Kaczynski, y la líder de Fratelli d'Italia, Goigia Meloni, es un "documento de mínimos en defensa de una Europa respetuosa con la soberanía, la libertad y las tradiciones de los Estados", en el que se retrotraen a la Segunda Guerra Mundial y a la Unión Soviética para advertir del riesgo de volver al pasado y reclamar una "reforma profunda" en el seno de la Unión.
Los firmantes alertan de que la UE, "en lugar proteger a Europa y su patrimonio" y de "permitir el libre desarrollo de las naciones europeas", se está "convirtiendo ella misma en una fuente de problemas, ansiedad e incertidumbre".
Poner fin al "caos"
En su opinión, por eso es necesario una profunda reforma de la UE, pero no en el sentido que plantea la Conferencia sobre el Futuro de Europa, sino para poner fin al "caos" que, desde su punto de vista, se deriva de los "intentos de transformar las instituciones europeas en órganos que prevalezcan sobre las instituciones constitucionales nacionales".
Para estos líderes políticos, esta deriva federalizante "socava el sentido de los tratados y cuestiona el papel fundamental de las constituciones de los Estados miembros". "Las disputas resultantes sobre las competencias se resuelven, de hecho, mediante la imposición brutal de la voluntad de las entidades políticamente más fuertes sobre las más débiles. Esto destruye la base del funcionamiento de la comunidad europea como comunidad de naciones libres", denuncian.
Los promotores de esta declación rechazan la Conferencia sobre el Futuro de Europa porque busca "ampliar las competencias de las instituciones comunitarias y su capacidad de control sobre la soberanía de los Estados miembro". En palabras de Abascal, este foro "ya tiene sus conclusiones escritas", supone "una demostración más de la desconexión entre las instituciones europeas y los ciudadanos" y persigue "la federalización forzosa de la Unión en contra de la verdadera voluntad de las naciones europeas y al margen de los parlamentos nacionales".
Según el líder de Vox, esta iniciativa "amenaza directamente el proyecto originario europeo" y busca imponer "un modelo de sociedad cada vez más alejado de los principios y valores que configuran las raíces cristianas y la historia de Europa".
Todos ellos consideran también que la UE está al servicio de "fuerzas radicales" que aspiran a crear un "superestado" donde no tienen cabida las "tradiciones" ni los "principios morales", en pleno debate por iniciativas como la de Orban en Hungría, donde se ha promulgado ya una ley que limita la difusión de contenido LGTBI entre menores de edad. Piden, por ejemplo, un respeto a "la herencia judeo-cristiana" y apuntalar la familia "como unidad básica". "En un momento en que Europa se enfrenta a una grave crisis demográfica (...), las políticas en favor de la familia deberían ser la respuesta y no la inmigración masiva", argumentan estos partidos.
También llaman a respetar las "inviolables competencias" de los Estados miembro, alertando de que cualquier intento de imponer el criterio de la UE por encima del nacional contribuye al "caos". Esta supuesta imposición, añaden, "destruye la base para el funcionamiento de la comunidad europea como comunidad de naciones libres". Entre los mensajes se ha colado uno en favor del "consenso" como instrumento clave de trabajo para la adopción de políticas, asumiendo que en los últimos meses se han planteado alternativas que, en su opinión, restarían "influencia" a determinados gobiernos y "transformarían la Unión en una especie de oligarquía".
Una nueva alianza
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El mensaje llega con el trasfondo de la polémica abierta con países como Hungría y Polonia, cuyos partidos gobernantes suscriben esta carta abierta. Ambos han sido señalados desde Bruselas por supuestas violaciones del Estado de Derecho y han marcado distancias reivindicando su derecho a adoptar las leyes que ellos consideren oportunas.
Además, coincide con los contactos para redibujar el escenario de alianzas dentro del Parlamento Europeo, acelerado tras la desvinculación de Orban del Partido Popular Europeo (PPE). El dirigente húngaro cree que la principal familia conservadora se ha alejado de valores tradicionales y se ha aliado con posiciones de izquierda, por lo que ha iniciado contactos con otros líderes como Salvini o el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki. La carta la firman partidos que forman parte en la actualidad del Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos -Vox, PiS o Hermanos de Italia, por ejemplo- e Identidad y Democracia -al que pertenecen la Liga o Agrupación Nacional-. Otras importantes formaciones ultraderechistas, como Alternativa para Alemania, no figuran sin embargo en esta alianza a varias bandas.
Salvini ha enfatizado en Twitter esta coincidencia de ideas entre distintos grupos, en la que ve "otro paso para construir una alianza sólida, ampliada y alternativa a la izquierda iliberal de los impuestos, de la inmigración salvaje", a la espera de ver cómo puede reconfigurarse. También ha incidido en este mismo enfoque Le Pen. "La unión de los patriotas europeos ha comenzado: con los partidos patriotas más influyentes del continente, ponemos la primera piedra de una gran alianza en el Parlamento Europeo", ha subrayado.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha suscrito junto al primer ministro húngaro, Viktor Orban; la presidenta de Rassemblement National, Marine Le Pen; y el líder de la Liga, Matteo Salvini, una declaración conjunta sobre el Futuro de Europa en la que rechazan el proceso de "federalización" que, a su juicio, se quiere imponer en la Unión Europa, con el fin "transformar las instituciones europeas en órganos que prevalezcan sobre las instituciones constitucionales nacionales", según informa Europa Press. Asimismo, el texto también reivindica las "inviolables competencias" de los Estados miembro frente a la "oligarquía" que, en su opinión, quieren imponer quienes no se esfuerzan por defender en el seno del bloque cuestiones como la familia o la "herencia judeo-cristiana".