Europa ha sido secuestrada por "la deuda", "el capital" y "los consejos de administración". Ante este diagnóstico, la activista y portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau, propone "un escrache a nivel europeo" que visibilice a los responsables de la crisis social y económica que asfixia al viejo continente.
Estas ideas surgieron bajo el paraguas del seminario El nuevo rapto de Europa: deuda, guerra, revolución democráticaEl nuevo rapto de Europa: deuda, guerra, revolución democrática, celebrado en el Museo Reina Sofía. La red de museos L'internationale junto a la Fundación de los Comunes reunió este viernes al filósofo Antonio Negri y a Colau para reflexionar sobre la creación y promoción de nuevos agentes culturales y políticos frente al desbordamiento de las estructuras institucionales, incapaces de abordar la crisis social y económica.
¿Cómo puede hacer frente a la austeridad y los recortes de derechos un ciudadano desprotegido por las instituciones? Para Negri y Colau no hay duda: a través de los movimientos ciudadanos.
El resurgimiento de los movimientos sociales
Existe la extendida creencia de que “si a uno le tocan lo suyo la gente se moviliza, sin embargo esto no siempre es así”, explica Ada Colau. Los antecedentes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), surgida en 2009, atestiguan que reavivar los movimientos sociales y crear conciencia ciudadana no es un trabajo fácil.
El sistema de préstamos e hipotecas que promovió el mercado privado y fraguó la burbuja inmobiliaria “se vivía como el mejor de los modelos”, señala la activista. En el año 2006, “el 90% de la población se encontraba en régimen de propiedad. Es decir, la mayoría de los ciudadanos había contraído una deuda”. Fue entonces cuando Colau y varios colectivos comenzaron a intuir que aquel escenario idílico acabaría por estallar. “Supimos anticipar el problema gracias al activismo acumulado”, explica Colau.
En aquella época la activista formó parte del movimiento V de Vivienda. Entonces se trataba de “un colectivo no politizado, no pensaban que iba a ocurrir nada”. El movimiento social se encontró con el primer obstáculo: “Un sujeto que desconocía sus derechos, una sociedad atomizada en la que las víctimas se sentían culpables”, señala la portavoz de la PAH.
Cinco años después de la creación de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, el colectivo está presente en más de 200 núcleos en toda España, ha conseguido paralizar alrededor de 1.000 desahucios y cuenta con el respaldo del Parlamento Europeo. Todas estas conquistas, explica Colau, han sido posibles gracias al diseño de estrategias colectivas de empoderamiento. “A través de la creación de espacios colectivos, de herramientas para saber qué estaba ocurriendo, de información y autodefensa” se ha reavivado la lucha y la conciencia social.
La deuda: un problema transnacional
La deuda es un “monstruo” y los ciudadanos “hormiguitas”, escenifica Ada Colau. La crisis económica ha hipotecado el continente europeo y las políticas de austeridad han terminado por “destruirlo todo”, señala Negri.
Para el pensador italiano, la Unión Europea se ha convertido en un gigante que “ataca al ciudadano y acaba con sus derechos”. La Comisión Europea está, bajo la perspectiva de Negri, urdida y controlada por el capital. En este pensamiento, el ciudadano pasa a convertirse en un mero “vasallo”.
Por su parte, la activista explica que “a nivel europeo sucede lo mismo que a nivel español: el Parlamento Europeo no manda, es la Troika quien decide”. La Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) marcan el destino de la UE.
El filósofo italiano destaca el papel protagonista del BCE en el “rapto de Europa”. Para Negri, el ente crediticio es el principal adversario de la Unión Europea al imponer "una división del trabajo y una jerarquización social extremadamente fuerte”.
La dimensión transnacional del aprieto europeo requiere de soluciones colectivas. Antonio Negri apuesta por “desenmascarar el común que subyace bajo lo que el capital explota”.
Escrache europeo
La deuda perturba a toda la UE, las políticas de austeridad no entienden de fronteras y los responsables de la crisis financiera campan a sus anchas por todo el continente. Frente a este escenario, Ada Colau propone “un escrache europeo”. “La PAH –explica su portavoz– está en continuo contacto con otros movimientos que hacen frente a las consecuencias de la deuda”, por lo que organizar una actuación a nivel europeo no parece una idea tan descabellada.
Colau recalca que “nuestras instituciones están endeudadas a nivel europeo”. Un escrache permitiría “visibilizar a los responsables de las políticas de austeridad y de recortes sociales” que devastan a España y a sus países vecinos más cercanos.
La activista señala que en Alemania y Grecia están apareciendo movimientos ciudadanos muy similares a la PAH. “La dimensión europea de la deuda vinculada a la vivienda” es un problema que requiere de “consenso social y estrategias comunes” para encontrarle solución, añade.
Colau advierte que se trata de “una lucha larga y compleja” en la que no sólo es necesaria la desobediencia civil, sino que requiere de técnicas de negociación y la implementación de vías sociales y judiciales. Todo para lograr “visibilizar el conflicto” y promover la “autotutela de los derechos de los ciudadanos”.
Para Negri, la "reconquista de la lucha social" pasa por dar publicidad a “la aventura de la clase obrera contra la destrucción” que experimenta Europa. El pensador advierte de la importancia de los movimientos ciudadanos: “Sin ellos no hay esperanza. La fuerza social constituye la riqueza”. El filósofo italiano sostiene que "la organización de la lucha ciudadana a nivel europeo es resultado de un proceso de acumulación". En este plantemiento, Negri remarca que "la Comisión Europea está aterrorizada por el crecimiento de los movimientos sindicales que aumentan su fuerza y ponen en peligro el poder consolidado".
La reconquista de la lucha social lejos de modelos sindicales arcaicos
La incompetencia de las estructuras institucionales que hasta ahora articulan el proyecto europeo ponen de manifiesto la necesidad de un “proceso constituyente y una regeneración democrática”, coinciden Negri y Colau.
Rescatar a Europa pasa por “reconstruir un sistema sindical a través de la sociedad –explica el pensador– y para ello es necesaria la transformación de la sociedad y la creación de un verdadero poder constituyente”.
Negri destaca que los movimientos sociales actuales responden a la evolución de “la lucha de clase clásica hacia la lucha de clase social”. Desde esta perspectiva, la regeneración democrática “comienza desde abajo”, apunta Colau.
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Tanto para el pensador italiano como para la portavoz de la PAH, los sindicatos clásicos no bastan para llevar a cabo esta transformación política y social. “La llave maestra se encuentra en un nuevo sindicalismo social –remarca Negri–, a través de él es posible el trabajo de la PAH y la desarticulación de mecanismos fascistas y populistas”.
Para el filósofo, las organizaciones sindicales tradicionales están sujetas a sistemas institucionales obsoletos y, por lo tanto, su capacidad de actuación es limitada e insuficiente.
Ada Colau hace especial hincapié en que la transformación del sistema político y la apuesta por una verdadera regeneración democrática requieren de "una fuerza social imparable con vocación de continuidad". La activista explica que es necesario una regeneración que "comience desde abajo, para evitar caer en lógicas de representación". A lo que añade que cualquier proceso democrático "necesita tiempo: ganar las elecciones no es ganar; las instituciones no cambian sino hay desobediencia".
Europa ha sido secuestrada por "la deuda", "el capital" y "los consejos de administración". Ante este diagnóstico, la activista y portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau, propone "un escrache a nivel europeo" que visibilice a los responsables de la crisis social y económica que asfixia al viejo continente.