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Alcaldes de toda España ensayan su precampaña con una Navidad llena de luces en plena crisis energética

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Se acabó admirar por televisión el encendido del árbol de Navidad del Rockefeller Center en Nueva York. Los centros de las ciudades españolas se han convertido en un espectáculo que no tiene nada que envidiar a Estados Unidos. Luces de todas formas y colores. Y los alcaldes con una puesta en escena nunca vista hasta ahora: inauguraciones multitudinarias, actuaciones a todo trapo y mucha publicidad propia en todas las redes a base de vídeos y fotos en Instagram. Hasta fuegos artificiales. De norte a sur, de este a oeste. 

Y, como reconocen muchos políticos en privado, no se trata sólo de celebrar las primeras Navidades normales tras la pandemia, sino que este esfuerzo y despliegue se debe principalmente a que hay elecciones municipales a la vuelta de la esquina. Menos sedición y más iluminación. Ahí están los votos para esa cita a la que se enfrentan los más de 8.131 municipios españoles.

Pero, además, este fervor por las estroboscópicas luces de Navidad se produce en un contexto que, al revés, tendría que disiparlas. El precio de la luz ha sido un quebradero de cabeza para toda Europa desde hace más de un año (con España intentando controlarlo algo gracias a la excepción ibérica) y con la guerra de Ucrania, que ha supuesto una crisis energética sin precedentes en el continente y ha obligado a los países miembros de la UE a tomar medidas. Los edificios públicos sin iluminación, pero las bombillas echan humo al son de los villancicos.

Además, desde hace unos años se libra una feroz competición, especialmente, por tres ciudades para llevarse el título de mejor iluminación. Vigo, Málaga y Madrid han hecho de esto una palanca para su promoción turística y emblema de cara al resto del país. Con su cara y su cruz. Y sin malester entre la ciudadanía por este derroche.

La lucha por la capital de la Navidad

La capital del país es el epicentro de este puente, con una masiva afluencia desde todos los puntos de España para ver la decoración y hacer compras de cara a Papá Noel y los Reyes Magos. Y la ciudad y la Comunidad llevan tiempo convertidas en un fortín político contra las medidas de Pedro Sánchez, intentando frenar el plan de ahorro con la excusa de la actividad económica.

De las tres grandes ciudades competidoras por las luces más espectaculares, es la única que no ha reducido su tiempo. El periodo en el que va a estar encendido el alumbrado navideño “va a ser similar al de estos últimos años, en los que se ha comenzado en el black friday o el jueves anterior, como es el caso de este año”. La iluminación permanece hasta el 6 de enero, subrayan fuentes de Cibeles.

Indican que, “tras los contactos mantenidos con los sectores involucrados en la campaña navideña (comerciantes, hosteleros, restauradores…), el Ayuntamiento decidió mantener el horario de las luces del año pasado”. El gasto de consumo, argumentan, de una hora de iluminación navideña es de unos 180 euros, lo que supone menos de 1 euro al día por emplazamiento iluminado (230 emplazamientos en toda la ciudad).

Sobre el contexto actual, comentan que el consistorio “es consciente de la situación energética en la que vivimos y precisamente desde hace años instala una iluminación navideña que es 100% led”. “Se está poniendo el foco en la iluminación navideña, que ya es 100% led, pero el ahorro energético va mucho más allá. De hecho, este Ayuntamiento viene trabajando en este sentido con la sustitución progresiva del alumbrado de la ciudad por otro de tipo led. Sin ir más lejos, sólo durante este 2022 hemos invertido 8,1 millones en mejorar la eficiencia energética del alumbrado público de la urbe. A ello hay que añadir que en las remodelaciones que realizamos en el espacio público, también sustituimos el alumbrado por otro tipo led”, apostillan desde el Palacio de Cibeles.

En cambio, en Málaga, gobernada por Francisco de la Torre (Partido Popular), sí han reducido dos horas al día este alumbrado. Esto supondrá ahorrar unos 7.000 euros, según el ayuntamiento, y cuatro toneladas de CO2. Pero su intención en todo momento es también luchar por ser la ciudad que atraiga más turistas por esta luces, con cerca de medio millar de calles, plazas y glorietas con alumbrado, además de espectáculos de luz y sonido. Y se ha estrenado una nueva decoración luminosa en la calle Larios (su gran emblema) diseñada exclusivamente para la localidad.

Como gran ejemplo de la competición está Vigo y su plan, ideado por Abel Caballero, para convertirse en un referente mundial, como suele repetir. El plan de este año, no obstante, se ha concebido para ahorrar un 14,6% de energía (el doble de lo que pide a los estados la Unión Europea). Pero las cifras son de vértigo: once millones de luces led y 400 calles adornadas (frente a las 360 del año anterior). Este año como gran novedad se une una montaña rusa.

El voto se gana con la basura, la limpieza y el alumbrado

Si antes los alcaldes de toda España se enfocaban más en las cabalgatas de reyes o en las campanadas, en esta ocasión, como reconocen cargos territoriales, se ha hecho un gran esfuerzo por profesionalizar y protagonizar estos encendidos antes de que lleguen las vacaciones. En Almería, la alcaldesa, Mar Vázquez, tiró hasta fuegos artificiales o en A Coruña la regidora, Inés Plaza, apretó el botón al estilo americano junto a cinco niñas elegidas al azar. En Barcelona se reunieron hasta cinco mil personas, con la asistencia de Ada Colau, para el inicio del alumbrado, que costará 2,3 millones de euros. La ciudad condal ha perseguido reducir un 31% el consumo energético, con una hora menos al día.

Vigo empieza a instalar sus luces de Navidad y anuncia que las apagará una hora antes para ahorrar

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De esta manera queda inaugurada oficiosamente la larga precampaña que debe preceder a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. España es un país con un arraigado corte local, siendo los alcaldes muchas veces los políticos mejor valorados. Además, es la cita con las urnas más transversal, porque muchas veces se vota más a la persona que el partido. A pesar de los tintes nacionales que se quiere dar en la interpretación en los partidos, los propios dirigentes reconocen que, al final, se valorará más la gestión y aspectos como el estado de la ciudad, la limpieza o el tráfico.

Y el nivel de aprecio a los alcaldes entre los españoles resiste después de una muy difícil legislatura marcada por la pandemia. Según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre tendencias municipales, el 52,6% cree que su alcalde ha realizado una labor buena o muy buena, en tanto que un 9,2% la califica de regular y un 33,9% de mala o muy mala. Y cuando se pregunta por cuáles son las elecciones más importantes, la mayoría señala que las generales, pero las locales están por encima de las autonómicas.

De los servicios municipales, tiene especial importancia para los españoles la recogida de basuras, citado como el principal. Después se sitúan la recogida selectiva de residuos, la limpieza de las calles y la promoción de alumbrado público. También aparecen entre lo más alto el alumbrado público, la conservación y asfaltado de las calles y la eliminación de las barreras arquitectónicas. La media de satisfacción de los españoles con los servicios municipales se sitúa en 6,2 puntos sobre diez. Y los ciudadanos confiesan que su principal motivación para el voto el próximo 28 de mayo serán los temas propios de su municipio. Con el 53,3% de los ciudadanos asegurando que será más determinante el candidato que el partido político con el que concurran.

Se acabó admirar por televisión el encendido del árbol de Navidad del Rockefeller Center en Nueva York. Los centros de las ciudades españolas se han convertido en un espectáculo que no tiene nada que envidiar a Estados Unidos. Luces de todas formas y colores. Y los alcaldes con una puesta en escena nunca vista hasta ahora: inauguraciones multitudinarias, actuaciones a todo trapo y mucha publicidad propia en todas las redes a base de vídeos y fotos en Instagram. Hasta fuegos artificiales. De norte a sur, de este a oeste. 

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