Alejandra Jacinto (1989) es la candidata de Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde a las elecciones madrileñas del próximo 28M. Abogada de profesión, ha estado muy vinculada al movimiento antidesahucios desde que acabó la carrera de Derecho. Llegó a la política institucional en 2021 de la mano de Pablo Iglesias, cuando el entonces vicepresidente dejó el Gobierno de coalición para competir contra Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Jacinto le ha tomado el relevo en estos comicios y tiene por delante un importante reto: que su candidatura alcance el 5% necesario para entrar en la Asamblea. Durante el debate de candidatos celebrado este martes en Telemadrid, el nombre de Alejandra Jacinto se convirtió en tendencia en redes sociales después de que tratara de entregarle un libro a Ayuso. Titulado Morirán de forma indigna y escrito por el exconsejero del Gobierno regional, Alberto Reyero, el libro relata la intrahistoria de cómo se tomó la decisión de impedir el traslado desde las residencias a los hospitales a miles de ancianos en los momentos más críticos de la pandemia.
Este martes vivió un tenso cara a cara con la presidenta madrileña al hilo del debate celebrado en Telemadrid, ¿por qué decidió darle ese libro en concreto?
Porque Isabel Díaz Ayuso no se puede seguir escondiendo de la verdad que desvelasteis en infoLibre [ver aquí nuestro dosier]. Su gobierno firmó unos protocolos de la vergüenza que condenaron a morir a 7.291 personas mayores en las residencias durante el covid. Ayuso ha intentado por todos los medios evadirse de sus responsabilidades, este martes traté de enfrentarla con lo que hizo su gobierno porque las familias se merecen, al menos, que les pidan perdón y que se garantice que no se va a volver a repetir.
El libro que escribió su propio exconsejero de Ayuso y que, sin embargo, la presidenta no cogió. ¿Cómo vio su reacción en ese momento?
Sí, el libro lo escribe su exconsejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, de una forma muy valiente. No hay que olvidar que la causa está abierta y Reyero está declarando en los tribunales, al igual que Carlos Mur. Noté a Ayuso muy incómoda en ese momento y la prueba de ello es que no quiso recoger ese libro y dijo que le estaba invadiendo el espacio personal. Es el mejor símbolo de cómo trata a los ciudadanos de esta región. Esa falta de empatía, de humanidad, a la hora de enfrentarse a un drama como es que tanta gente falleciera. Lo único que hice fue ponerla ante un espejo para que los madrileños tomen nota de qué tipo de gobernante es y por qué tenemos que cambiar el gobierno de la Comunidad de Madrid.
Decía ahora que lo de las residencias fue nuy grave, pero parece que a la presidenta madrileña no le ha pasado factura a nivel electoral. ¿A qué lo achaca?
Tiene mucho que ver con que Ayuso durante todo este tiempo ha tratado de huir de la verdad de lo que pasó. Ha lanzado fake news alegando que no era su competencia y nunca ha asumido la responsabilidad. Este martes fue todavía peor porque dijo que había sucedido lo mismo en otros sitios. Eso no es cierto, esos protocolos se firmaron únicamente en la Comunidad de Madrid. No entiendo esa estrategia de compararse para mal y me parece inhumano que en una situación así muestre ese desprecio hacia los fallecidos y sus familias. Hasta ahora, lo único que ha hecho es bloquear la comisión de investigación en la Asamblea y rechazar reuniones con las diferentes asociaciones de familiares que reclaman verdad y justicia.
Me parece inhumano que Ayuso huya de su responsabilidad con las residencias, es un desprecio a los fallecidos y sus familias
Respecto al debate, ¿cree que ha servido para darse a conocer a los madrileños? ¿Considera que ese desconocimiento puede jugar en su contra?
Sí, los debates son siempre muy positivos para conocer bien a los candidatos, pero también para que los madrileños puedan decidir libremente cuál es el proyecto político que mejor les representa. Creo que los debates son una herramienta muy útil y por eso estoy participando en todos los que me invitan.
Teniendo en cuenta que su antecesor como cabeza de lista fue Pablo Iglesias, una figura muy conocida pero que también polariza al electorado, ¿piensa que usted puede seducir al votante que se decantó por Más Madrid?
Lo importante, más allá de las personas, son los proyectos políticos que tienen por bandera una serie de ideas y valores. El proyecto de Podemos, Izquierda Nueva y Alianza Verde para la Comunidad de Madrid es tener un Gobierno que crea en lo público y acabar con el maltrato al que están sometidas las administraciones públicas. Queremos un Gobierno de cuidados para que los mayores de las residencias no tengan que soportar que les den comida podrida, que también cuide a los vecinos de San Fernando, a los jóvenes para que puedan independizarse, a los sanitarios o a las familias que quieren llevar a sus hijos a una escuela pública.
Además del libro que trató de entregar a la presidenta, también le lanzó un claro mensaje con el atuendo que eligió para ir al debate: una blusa con la imagen del hermano de Ayuso y una frase del ex líder del PP, Pablo Casado. ¿Por qué eligió ese oufit?
La estética es una parte de la ética y de la política, que sin duda comunica mucho. Elegí llevar esa blusa porque esa es otra de las preguntas pendientes de contestar por parte de Isabel Díaz Ayuso. ¿Cómo es posible que cuando fallecían 700 personas al día contrates a tu hermano y se lleven 286.000 euros haciendo negocio de la situación de pandemia? Es una pregunta ética y moral, más allá de si es legal o no. Y aunque Isabel Díaz Ayuso ayer no contestó a esa pregunta, los madrileños sí conocen la respuesta.
La estética es una parte de la política y por eso me puse la blusa con la cara del hermano de Ayuso
¿Se incomodó cuando le mostró esta blusa?
Me cuentan que no salió enfocada, pero sí, me miró y puso cara de perplejidad. Es una pregunta que le he hecho también en el pleno de la Asamblea de Madrid y que se la ha hecho mucha gente. El primero que se la hizo fue, insisto, el presidente de su partido y por ese motivo le cortaron la cabeza. Y a día de hoy no está Pablo Pasado, por lo cual es una pregunta incómoda pero que apunta en la dirección correcta.
¿Era una forma de amplificar ese mensaje?
Al final es reivindicar que un familiar, en este caso el hermano de la presidenta, se ha enriquecido a costa del dolor de mucha gente para hacer negocio durante la pandemia. Sinceramente, tengo muchas dudas de que eso hubiera sucedido si su hermana no ocupara ese cargo institucional.
Al final del debate la presidenta madrileña saludó a todos los candidatos menos a usted.
Sí, le dio la mano a todo el mundo menos a mí. En el fondo me da un poco igual, me parece una falta de educación pero estoy acostumbrada. No me mira la cara en los plenos de la Asamblea y en el debate tampoco me miraba. Es parte de la misma estrategia. Muchas veces no me llama ni por mi nombre o dice que estoy en política por motivos espurios.
Me parece una falta de educación que Ayuso no me saludara, pero estoy acostumbrada
A mí lo que realmente me parece mal es la falta de educación que tiene con los madrileños. Y me refiero en concreto al ejemplo más palmario, con los vecinos de San Fernando de Henares, que llevan reclamando a la presidenta que se reúna con ellos para encontrar una solución conjunta después de que se les hayan hundido las casas. Lo único que quieren es algo tan justo como tener una vivienda alternativa y unas indemnizaciones para poder rehacer su vida. A ellos Isabel Díaz Ayuso también les niega el saludo.
Uno de los principales retos que tiene Unidas Podemos es pasar la barrera del 5%. ¿Por qué cree es importante llegar a ese umbral?
Porque somos el voto decisivo para que se forme el primer gobierno de coalición progresista en la Comunidad de Madrid y poder frenar las políticas tan dañinas de Isabel Díaz Ayuso.
En esta campaña hemos visto a la vicepresidenta Yolanda Díaz acompañando a Unidas Podemos en algunas plazas, pero también dejándose ver con Más Madrid. ¿Cree que esta indefinición perjudica sus opciones?
Yo lo que sé es que Yolanda está haciendo campaña por las candidaturas de Unidas Podemos. Aquí en Madrid pero también en la Comunidad Valenciana y eso es una buena noticia.
Si las izquierdas suman, ¿qué medida llevaría a cabo en primer lugar?
Lo primero que vamos a hacer es bajar los precios de la vivienda. La Comunidad de Madrid no puede ser un territorio al servicio de la especulación inmobiliaria y eso pasa por aplicar la ley de vivienda. Vamos a conseguir que haya un verdadero parque de vivienda pública que no se pueda vender en los fondos de inversión, y queremos crear también una inmobiliaria pública madrileña, un instrumento que va a dar la seguridad tanto a los inquilinos como a los caseros. Una seguridad que ahora mismo no da el mercado para que haya precios asequibles.
De hecho, la propuesta de la presidenta madrileña sobre vivienda en el debate fue poner plantas en los balcones...
Sí, otra de sus ayusadas. Es evidente que una persona negacionista del cambio climático o que dice que es un invento comunista o que viene desde los romanos y por eso se construían acueductos... El problema es el planteamiento de no creer en lo público. A partir de ahí es muy difícil construir algo, por eso hace falta cambiar el Gobierno y promover las condiciones para que la gente viva mejor y sea feliz.
Alejandra Jacinto (1989) es la candidata de Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde a las elecciones madrileñas del próximo 28M. Abogada de profesión, ha estado muy vinculada al movimiento antidesahucios desde que acabó la carrera de Derecho. Llegó a la política institucional en 2021 de la mano de Pablo Iglesias, cuando el entonces vicepresidente dejó el Gobierno de coalición para competir contra Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Jacinto le ha tomado el relevo en estos comicios y tiene por delante un importante reto: que su candidatura alcance el 5% necesario para entrar en la Asamblea. Durante el debate de candidatos celebrado este martes en Telemadrid, el nombre de Alejandra Jacinto se convirtió en tendencia en redes sociales después de que tratara de entregarle un libro a Ayuso. Titulado Morirán de forma indigna y escrito por el exconsejero del Gobierno regional, Alberto Reyero, el libro relata la intrahistoria de cómo se tomó la decisión de impedir el traslado desde las residencias a los hospitales a miles de ancianos en los momentos más críticos de la pandemia.