El presidente de la UEFA, el esloveno Aleksander Čeferin, rechaza que haya que “castigar” a los más poderosos clubes de fútbol de Europa “por su éxito” cuando se le critica por el apoyo financiero que les presta. Reelegido por aclamación al frente del organismo el pasado mes de febrero, salva la polémica por elegir Bakú, la capital de Azerbaiyán, para la final de la Europa League asegurando que “también hay problemas con los derechos humanos en otros países europeos” y no duda en tachar de “populismo” que se culpe a la UEFA siempre de todo, incluso de la subida de precios de los billetes de avión para ver al Arsenal y al Chelsea en el Estadio Olímpico de la capital caucásica.
Der Spiegel ha entrevistado a Čeferin como miembro de European Investigative Collaborations (EIC), una red de colaboración periodística a la que pertenece infoLibre, y que además está integrada por Mediapart (Francia), Expresso (Portugal), L'Espresso (Italia), Le Soir y De Standaard (Bélgica), NRC Handelsblad (Holanda), Politiken (Dinamarca), VG (Noruega), Nacional (Croacia), The Black Sea/Romanian Center of Investigative Journalism (Rumanía), Tamedia y RTS (Suiza).
PREGUNTA: Usted fue elegido presidente de la UEFA en 2016. ¿Ha habido algún día desde entonces en que nadie de la comunidad futbolística le mintiera?
RESPUESTA: (Risas) Es difícil de decir. Probablemente sí, hubo días en los que nadie mentía. Pero a menudo sólo se sabes mucho más tarde si alguien decía la verdad o no. En eso se parece a mi anterior trabajo como abogado defensor en causas penales.
P: El escándalo de la FIFA sigue teniendo repercursiones, las filtraciones de ‘Football Leaks’ descubrieron fraudes fiscales y oscuros negocios entre bastidores. ¿Cómo puede recuperar el fútbol la confianza de los aficionados?
R: El fútbol europeo es una industria importante. Y debido a que hay tanta pasión conectada con él, estas cosas reciben mucha más atención que en otros sectores. Sólo puedo decirles que la UEFA es una organización limpia. Por supuesto, hay cosas que veo de vez en cuando que intentamos arreglar. Pero cuando le preguntas a un aficionado normal, él pone juntas a la FIFA y a la UEFA y dice: ‘Todos ustedes son corruptos’.
P: ¿Eso le molesta?
R: No quiero explicar nada más. ¿Qué es lo que esa gente sabe realmente sobre cómo trabajamos? No somos corruptos. Tengo un sueldo, no tengo ingresos extra secretos. No hago negocios entre bastidores.
P: Se le medirá por sus palabras.
R: Por supuesto. Tras ser elegido, sólo estaba preocupado por mi situación fiscal: trabajaba en Suiza y vivía en Eslovenia. Dije que no podía cometer un error con los impuestos. En el mundo del fútbol, la mayoría de los funcionarios fracasan por su codicia. Se quedan con más dinero del que se les permite.
P: El presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Reinhard Grindel, tuvo que dimitir por no declarar todos sus ingresos y aceptar un caro reloj como regalo. ¿Cómo vivió ese escándalo?
R: Me dio mucha pena Reinhard. Era ingenuo, sí, cometió errores. Pero no es una persona corrupta, realmente lo creo. Y asumió las consecuencias, algo que algunos en el mundo del fútbol no hicieron durante mucho tiempo.
P: Al principio parecía que Grindel quería mantener sus lucrativos puestos en la UEFA y la FIFA.
R: Me hizo una visita y aclaramos las cosas en 15 minutos. Le di mi opinión y él estuvo de acuerdo conmigo. No siempre es fácil en mi trabajo, no puedo llamar a uno de mis juniors y pedirle que destituya a esta persona. Ésa es la parte que tengo que hacer yo. Pero es como dijo Harry S. Truman: ‘Si no puedes soportar el calor, sal de la cocina’.
P: En estos días se enfrenta a una agria polémica por la ubicación de la final de la Europa League. ¿Por qué se eligió Bakú?
R: ¿Por qué? Porque allí vive gente. Les encanta el fútbol. Tenemos que desarrollar el fútbol en todas partes, no sólo en Inglaterra y Alemania.
P: Azerbaiyán arresta a activistas por los derechos humanos. Al otorgarle la final, usted legitima el régimen.
R: La situación de los derechos humanos es un problema. Pero también hay problemas con los derechos humanos en otros países europeos. ¿Crees que los aficionados de Bakú no merecen ver el fútbol en directo por eso?
P: El Arsenal y el Chelsea sólo pudieron repartir 6.000 entradas cada uno entre sus seguidores. Los aficionados tienen que asumir un viaje complicado y costoso.
R: Hasta donde yo sé, los clubes incluso devolvieron algunas entradas porque no pudieron venderlas todas. Por cierto, me dijeron que Easyjet subió los precios de los billetes. ¿Alguien le pregunta? Se supone que la culpa es siempre de la UEFA. Eso es populismo. ¿Qué tal si planteamos una propuesta constructiva, un fondo, al que contribuya cada club, para apoyar a cualquier aficionado que va a la final? Por supuesto, Bakú está lejos de Londres. Pero cuando decidimos la ubicación de la final, no podíamos saber que ambos equipos vendrían de Inglaterra.
P: El Arsenal decidió dejar en casa a su jugador armenio Henrikh Mkhitaryan por razones políticas. El club teme que su seguridad se vea amenazada en Azerbaiyán, que es hostil hacia Armenia.
R: Azerbaiyán proporcionó garantías y un plan de seguridad exhaustivo. Al final, fue decisión del jugador no viajar. Si dejamos que las tensiones detengan el fútbol, ya no se puede organizar nada. También organizamos un Campeonato de Europa seguro en Francia, cuando Francia era un objetivo de los terroristas.
P: ¿Le resulta problemático que cuatro equipos ingleses estén en la final?
R: No, no es problemático y no creo que vuelva a ocurrir el año que viene. Esta temporada podría haber sido diferente. El Ajax casi llega a la final.
P: El modesto Ajax venció al Real Madrid y a la Juventus. ¿No le habría gustado que el equipo hubiera llegado a la final?
R: Puede sonar aburrido, pero no me importa mucho quién llegue a la final. Me gustaría tener una final agradable y pacífica, donde no tengamos problemas, que tengamos un partido bonito. Las entradas se agotarán de todos modos, tenemos 15 veces más solicitudes que entradas.
P: Usted ha presentado un concepto de reforma para las competiciones europeas de clubes a los representantes de las ligas europeas. ¿Por qué tiene que cambiar algo?
R: Si dependiera de mí, no cambiaría nada. El fútbol es el único producto europeo que también es, con diferencia, el mejor del mundo. La Liga de Campeones es global. Está subiendo en China, está subiendo en los Estados Unidos. Esos son los mercados emergentes para nuestro deporte. En Europa apenas se puede hacer más.
P: ¿Así que los aficionados de otros países fuera de Europa son más importantes porque son más numerosos y tienen más dinero?
R: No, todos los aficionados son importantes, también los de Europa. Pero, ¿por qué cree que un aficionado chino no merece ser bien tratado? Son buena gente. Les encantan sus clubes, les encanta nuestra competición.
P: La Asociación Europea de Clubes (ECA) quiere reformar la Liga de Campeones. Las ligas nacionales como la DFL alemana temen que esto pueda perjudicarles.
R: No quiero hablar sobre puntos concretos de la idea del ECA. Estamos en fase de consulta y tenemos que hablar entre nosotros. La ECA nos presentó su idea. Luego, la UEFA descartó inmediatamente la idea de jugar los partidos de la Copa de Europa el fin de semana. Eso no va a suceder. Ahora quiero que la ECA y las ligas se sienten en una mesa, quiero ver cómo hablan entre ellas. Ya se está dramatizando todo. Los sospechosos habituales gritan, hablan del asesinato del fútbol y piden más solidaridad. Aunque esta última idea es realmente buena: creo que las cinco grandes ligas deberían dar dinero a las asociaciones de los países pequeños si venden los derechos de retransmisión de sus partidos allí. Porque con estas retransmisiones de televisión perjudican a las ligas de los mercados más pequeños.
P: Andrea Agnelli, presidente del ECA y de la Juventus, tuvo la idea de que los participantes de una Liga de Campeones reformada jugaran en las ligas nacionales con seis jugadores sub-23 o sub-21.
R: Eso, por supuesto, no sería bueno para las ligas. Tienes que jugar con tus mejores equipos.
P: Con esta reforma, ¿deberían los grandes clubes como el Barcelona, el Bayern o el Juventus tener derecho a un puesto fijo en la Liga de Campeones?
R: No, no. Pero están ahí de todos modos. Los clubes de tamaño medio se beneficiarían de la reforma. Pero no estoy seguro de si esta idea se implementará exactamente como se ha planteado.
P: La UEFA ya apoya más a los clubes con más trofeos que al resto.
R: ¿Deberíamos castigarlos por tener éxito? No creo que ése sea el camino correcto. No deberíamos olvidar que los grandes clubes aportan la mayor parte de los ingresos de la UEFA.
P: Ése es un círculo vicioso: los clubes con más trofeos ganan más dinero, por eso pueden comprar mejores jugadores, seguir siendo exitosos y continuar ganando más dinero.
R: En eso estoy de acuerdo con usted. Tenemos que hacer algo con respecto al equilibrio competitivo. Pero, ¿cómo lo hacemos? La legislación de la UE impide un tope salarial. Lo que podemos hacer es regular más estrictamente el número de jugadores cedidos y reducir el tamaño de la lista. También existe la idea de un impuesto de lujo. Según ese concepto, se podrían invertir, por ejemplo, 200 millones más, pero habría que pagar 100 millones para el resto.
P: Los participantes permanentes de la Liga de Campeones pulverizan a sus competidores nacionales. El Bayern de Múnich ganó la Bundesliga siete veces seguidas, la Juventus ocho veces.
R: ¿Y de quién es la culpa? ¿Mía?
P: Por supuesto, en parte es culpa de la UEFA cuando los clubes más grandes reciben los mayores bonus.
R: Consulte el presupuesto del Bayern. ¿Cuánto de su dinero procede de la UEFA?
P: Todo va unido. El Bayern puede atraer a patrocinadores más potentes porque saben que el club está lleno de celebridades y sin duda siempre juega en el escenario más grande. Por eso el club gana tanto dinero.
R: ¿Y eso es malo para el fútbol alemán? Los estadios siempre están llenos. ¿La gente sólo viene por la cerveza? Vienen porque el fútbol es el deporte más interesante del mundo. La gente quiere más. Las semifinales de esta temporada de la Liga de Campeones fueron espectaculares, totalmente impredecibles. Y los rivales finales, el Tottenham y el Liverpool, no son los clubes más ricos de Europa. Así que su teoría falla en ese punto. No podemos decirles a los clubes con más trofeos: sois buenos, por eso os matamos, para que todos sean iguales. Entonces perderían el interés por competir.
P: ¿Cree usted que los grandes clubes iniciarían una competición propia, sin la UEFA?
R: No, eso nunca sucederá. Los clubes saben que sería una competición bastante aburrida. Las ligas nacionales también son importantes para que los clubes conecten con sus aficionados.
P: En noviembre, Der Spiegel publicó el proyecto de Superliga que se puso a disposición del Real Madrid. ¿Qué opina al respecto?
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R: Bueno, sé que algunos clubes piensan en eso de vez en cuando. Les dije que el fútbol es una escuela de vida. Tienes que ser humilde, de lo contrario las cosas pueden salir mal rápidamente.
P: Para la reforma de la Liga de Campeones en 2016, los grandes clubes trabajaron juntos como un cártel para impulsar su programa.
R: Sí, en eso estoy de acuerdo con usted. Sentían que no había presidente de la UEFA, ni secretario general. Diría que olieron la sangre. Pero eso se acabó. Ahora lo discutimos abiertamente. Si encontramos un concepto que sea bueno para el fútbol, lo haremos. Si no es bueno para el fútbol, no lo haremos.
El presidente de la UEFA, el esloveno Aleksander Čeferin, rechaza que haya que “castigar” a los más poderosos clubes de fútbol de Europa “por su éxito” cuando se le critica por el apoyo financiero que les presta. Reelegido por aclamación al frente del organismo el pasado mes de febrero, salva la polémica por elegir Bakú, la capital de Azerbaiyán, para la final de la Europa League asegurando que “también hay problemas con los derechos humanos en otros países europeos” y no duda en tachar de “populismo” que se culpe a la UEFA siempre de todo, incluso de la subida de precios de los billetes de avión para ver al Arsenal y al Chelsea en el Estadio Olímpico de la capital caucásica.