Aragonès busca una campaña cuerpo a cuerpo con Illa y orillar a Puigdemont

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Hasta el último momento el equipo de Pere Aragonès trató de convencer a los comunes. Hubo varias ofertas para retocar los presupuestos. El president quería agotar la legislatura. Desde el domingo se producían los contactos. La idea era aguantar hasta febrero del año que viene. Pero los de Ada Colau no aceptaron las propuestas fiscales para dar luz verde al Hard Rock, como querían los republicanos y el PSC. Y el miércoles la legislatura saltó por los aires. A elecciones el 12 de mayo.

Este no era el escenario deseado para el president de la Generalitat, que gobierna en minoría. Pero no había otra opción sin tener presupuestos. Botón electoral, y que pase lo que tenga que pasar. Una dura batalla, en la que las encuestas no le sitúan como ganador. Pero Aragonès, según fuentes de su entorno, tiene prevista una campaña en la que se centrará en el cuerpo a cuerpo directamente contra Salvador llla (PSC) y en la que pretende orillar a Carles Puigdemont.

Fuentes republicanas explican que plantean una carrera electoral entre Aragonès e Illa. Son los dos líderes que pueden llegar al Palau, a tenor de las encuestas. Por lo tanto, basan su estrategia en la idea de que los votantes deben escoger “entre dos modelos: ERC o PSC”. No quieren entrar en una competición, en cambio con JunTs: “Los miramos mucho al principio de la legislatura, ahora no”.

El círculo de Aragonès confiesa que es consciente de que Puigdemont tratará de tirar de supuesta aura y heroicidad durante estas semanas con promesas como su vuelta. Pero tiran de hemeroteca y recuerdan que esta fue también la estrategia en las anteriores elecciones cuando siempre prometió su regreso a Cataluña como gran gancho para el votante independentistas.

El ataque al modelo Illa: cercano a la patronal y un "partido español"

En Esquerra van a huir de esos golpes de efecto y leen que la sociedad catalana está en otro momento. Por supuesto, el tema identitario estará muy presente y ellos siguen defendiendo una hoja de ruta pragmática para conseguir el objetivo final de un referéndum de independencia. Pero se van a centrar también en esa vertiente pragmática, en ese día a día, en aspectos concretos como el acuerdo alcanzado con el Gobierno central para el traspaso de Rodalies.

Los integrantes del equipo de Aragonès asumen que el PSC va primero en las encuestas, por lo que el enemigo a batir es Illa. ¿Y dónde pueden pinchar a los socialistas? El president apuesta por presentarse como un modelo diferente al socialista, especialmente porque “no depende de Madrid”. Será clave la reivindicación durante la campaña de una financiación singular para la comunidad, algo que no va plantear su principal contrincante porque “no le saldría un Emiliano García-Page y no querrá provocar ningún problema a Pedro Sánchez”. El mensaje será nítido ante los votantes: “Illa nunca va a defender lo suficiente a Cataluña, tiene detrás a un partido español”.

También pretenden explotar contra Illa otro enfrentamiento de modelos: “El del PSC está en el tocho, en la carretera y en el casino, mientras que nosotros estamos más en la industrialización”. “Su modelo está ligado a la patronal, nosotros vamos a hacer una campaña más social”, deslizan desde la plaza de Sant Jordi.

No mirarán a Junts: "Puigdemont ya se presentó y quedó tercero"

Y es que en el entorno de Aragonès tienen estudiado que Cataluña no se mueve ahora mismo sólo por el tema identitario en las urnas. Como recuerdan, en el pasado debate electoral de TV3 sólo se habló de independencia durante veinte minutos. Por eso, insisten en que les preocupa “poco” un supuesto efecto Puigdemont: “Ya se presentó la última vez y quedó tercero”. Además, entienden que no existe ya esa pelea por el voto independentista más razonable: “Es que Junts ya lo ha perdido”. Eso no quita que sepan que Puigdemont intentará jugar esa baza durante estas semanas y que desde Junts tratarán de atacarles con una supuesta intencionalidad de ir a un tripartito tras el 12M junto al PSC y los comunes. Pero ellos tiene respuesta: podían haberlo hecho en esta final de legislatura y no lo han ni intentado.

También sostienen en el entorno de Aragonès que están tranquilos ante los votantes porque van a elecciones “no por gusto ni por algo calculado ni por una provocación”, sino porque no tenía sentido aguantar casi un año sin presupuestos. Y creen que los ciudadanos han comprendido esta situación. Recuerdan al hilo que las cuentas también han caído por el voto negativo de Junts: “Ellos se han lucido”. Asimismo, entienden en el Govern que los de Carles Puigdemont ya no podrán achacarles connivencia con La Moncloa, como han hecho durante años, porque ahora ellos también están votando junto al PSOE en el Congreso de los Diputados.

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En estos primeros compases de cara al 12 de mayo, el propio Aragonès está poniendo el foco en esa pugna con los socialistas, especialmente en el tema de la financiación. Este viernes en una entrevista en RNE reclamó al Gobierno central que, pese a haber descartado presentar presupuestos para este año, cumpla con el acuerdo para la investidura de la condonación de 15.000 millones de euros a la comunidad por el FLA: "Debe llevarse a cabo igualmente mediante cualquier otro instrumento, mediante un real decreto ley, mediante un proyecto de ley. Un sinfín de formas de canalizar esta iniciativa desde el punto de vista parlamentario, ese es un compromiso, se debe cumplir".

En el equipo de Aragonès creen que el aspirante de Esquerra tiene también como punto fuerte para esta carrera su imagen presidenciable e intentarán también sacarle partido a su lado de gestión, algo que saben que muchas veces no suele ponerse en primera fila durante las contiendas en las urnas. Pero entienden que la sociedad catalana valora bien el actual Govern y esto les puede ayudar de cara al 12 de mayo. 

Todo ello en una carrera contrarreloj en la que los sondeos dan muy por delante a Illa. En el último barómetro del CEO, el PSC lograba entre 39 y 45 escaños (ahora tiene 33), con Esquerra obteniendo teóricamente entre 29 y 34 (33 en el actual Parlament) y con Junts oscilando entre los 19 y 24 (tiene 32). El PP está en ascenso ante la posible absorción de Ciudadanos, pudiendo pasar de los tres actuales a una horquilla de entre 12 y 17. Los comunes se mueven entre los 10 y los 14. Los pactos, después del 12M.

Hasta el último momento el equipo de Pere Aragonès trató de convencer a los comunes. Hubo varias ofertas para retocar los presupuestos. El president quería agotar la legislatura. Desde el domingo se producían los contactos. La idea era aguantar hasta febrero del año que viene. Pero los de Ada Colau no aceptaron las propuestas fiscales para dar luz verde al Hard Rock, como querían los republicanos y el PSC. Y el miércoles la legislatura saltó por los aires. A elecciones el 12 de mayo.

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