El líder del PP, Mariano Rajoy, anunció este sábado en el XVIII Congreso Nacional del partido el nombre de los dirigentes que le acompañarán en la nueva etapa que inicia la formación. No hubo grandes cambios en la segunda línea de la dirección. Rajoy optó por mantener a su número dos, María Dolores de Cospedal, a pesar de las discrepancias sobre su acumulación de poder expresada por parte de los afiliados.
Tampoco hizo modificaciones relevantes en las vicesecretarías ocupadas por caras más nuevas y más jóvenes desde el verano de 2015. Sí incluyó una nueva figura en la estructura del partido, la del coordinador, que ocupará Fernando Martínez-Maillo, aunque el que fuera presidente de la Diputación de Zamora ya se había incorporado a la dirección nacional del PP en esa última remodelación de la cúpula del partido.
No es un secreto que determinados sectores del partido y del Gobierno miran con lupa los movimientos de los bautizados como "nuevos" o "jóvenes" dirigentes. En ocasiones critican su "valentía" a la hora de agitar lo que los más veteranos consideran los "principios y valores inamovibles" de la formación, algo que consideran un error. En otras, se les acusa de haberse contagiado de la llamada "nueva política" a la hora, por ejemplo, de reaccionar a los escándalos de corrupción. El caso de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá y su repentina muerte volvió a poner de manifiesto las diferencias entre los más veteranos y los más jóvenes del PP.
Intentando mantener equilibrios Rajoy ha optado ahora por no mover de la dirección del partido a varios dirigentes de su generación. Entre los que resisten está el veterano Javier Arenas, un hombre del aznarismo convertido al marianismo y que se mantiene en la vicesecretaría de Política Autonómica y Local. De esta forma, el dirigente andaluz, amigo del presidente del Gobierno, mantiene sus competencias intactas desde el congreso de 2012. La permanencia de Arenas en la cúpula del partido conservador tiene mucho que ver con la permanencia de Cospedal. Ambos y sus entornos llevan años enfrentados internamente y prescindir de cualquiera de los dos habría sido interpretado puertas adentro del PP como la victoria de uno y la derrota de otro.
En el Comité Ejecutivo Nacional, la dirección ampliada de los conservadores, Rajoy ha incluido también al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, que atraviesa un momento complicado en este momento. En el plano personal, el también diputado por Barcelona está convaleciente después de haberse sometido a una intervención quirúrgica para tratar un cáncer de hígado.
Además, el pasado 27 de septiembre el pleno del Congreso de los Diputados acordó, con el voto negativo del PP, la creación de una comisión de investigación centrada en parte de su gestión al frente del ministerio. La base de esta iniciativa parlamentaria fue una información, adelantada por Público, con audios como prueba documental, según la cual Fernández Díaz se reunió con el entonces director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, para buscar casos de corrupción que afectasen a líderes independentistas. Ahora, Fernández Díaz es presidente de la Comisión de Peticiones del Congreso, un nombramiento que vino rodeado de una fuerte polémica.
También estará en la dirección del partido la que fuera alcaldesa de Cádiz durante veinte años, entre 1995 y 2015, Teófila Martínez. La dirigente es uno de los máximos exponentes del PP andaluz, precisamente en una comunidad autónoma donde los conservadores nunca han logrado la Presidencia del ejecutivo regional. Martínez perdió la Alcaldía en las últimas elecciones municipales en favor de la agrupación de electores Por Cádiz Sí Se Puede, liderada por José María González Kichi.
Otra histórica, la malagueña Celia Villalobos, también tendrá un puesto en la dirección ampliada del PP. La parlamentaria por Málaga, exvicepresidenta de la Cámara baja, abandonó tras las últimas elecciones generales la Mesa del Congreso de los Diputados por decisión de su jefe de filas. Villalobos, que es la mujer de Pedro Arriola, uno de los asesores de cabecera de Rajoy, llevaba en el órgano de gobierno de la Cámara desde hace más de una década. No obstante, no perdió todo su protagonismo en el Congreso, donde ocupa una portavocía adjunta.
El eurodiputado Luis de Grandes es otro de los veteranos que estarán en la nueva dirección del partido conservador. Es amigo de Rajoy, igual que Miguel Ángel Cortés.
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Miembros natos
Además, por los cargos institucionales que ostentan son miembros natos del Comité Ejecutivo Nacional otros veteranos dirigentes de la formación, pues los estatutos establecen que forman parte de este órgano los presidentes de las cámaras legislativas, los portavoces parlamentarios o los presidentes autonómicos del PP, entre otro cargos. Entre estos destaca la figura de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que es amiga personal de Rajoy y está en su círculo de máxima confianza. Pastor fue ministra de Fomento en la pasada legislatura.
Otro histórico del PP como Miguel Arias Cañete también estará en la dirección de la formación conservadora, en este caso también como miembro nato pero por su condición de comisario de Energía. Arias Cañete ha ocupado numerosos cargos públicos, desde 1982, entre los que destacan eurodiputado en el Parlamento Europeo, presidente de las comisiones de Pesca y Política Regional del Parlamento Europeo, portavoz de Economía en el Congreso de los Diputados, Presidente de la Comisión Mixta para la Unión Europea en el Congreso de los Diputados y ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación durante los gobiernos presididos por José María Aznar y Mariano Rajoy.
El líder del PP, Mariano Rajoy, anunció este sábado en el XVIII Congreso Nacional del partido el nombre de los dirigentes que le acompañarán en la nueva etapa que inicia la formación. No hubo grandes cambios en la segunda línea de la dirección. Rajoy optó por mantener a su número dos, María Dolores de Cospedal, a pesar de las discrepancias sobre su acumulación de poder expresada por parte de los afiliados.