El pacto alcanzado entre el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el ahora secretario de Análisis Estratégico del partido, Íñigo Errejón, para que este último concurra como candidato de la formación morada a las elecciones autonómicas de 2019 ha generado malestar en Podemos Comunidad de Madrid. Y es que el sector anticapitalista de la formación –que a nivel regional sostiene la mayoría de la dirección comandada por el pablista Ramón Espinar– no ve con buenos ojos la maniobra, e incluso algunos de los afines a Espinar tampoco se muestran conformes con el modo en el que Errejón se ha postulado.
Tras el congreso de Vistalegre II, celebrado el pasado fin de semana, Podemos ha emprendido una importante reestructuración interna. Tal y como se confirmó este sábado, Errejón, cuya corriente resultó claramente derrotada en el congreso, pierde una parte importante de su poder interno y únicamente controlará tres puestos de 15 de la nueva ejecutiva. Pero, pese a que ni Iglesias ni Errejón lo confirman oficialmente, todas las corrientes dan por hecho en privado el acuerdo para que el dirigente sea candidato en la Comunidad de Madrid, lo que compensa en parte la pérdida de influencia errejonista en la dirección estatal del partido, ya que Madrid es la región donde Podemos tiene mayor implantación.
Aún no se conoce el momento en el que Errejón aterrizará oficialmente en la Comunidad de Madrid como candidato, pero su llegada podría reavivar el enfrentamiento entre las corrientes pablista y anticapitalista, por un lado, y errejonista, por otro, que protagonizó el congreso autonómico que Podemos celebró el pasado mes de noviembre. En ese proceso, el cruce de reproches entre los sectores fue duro y la contienda se mantuvo igualada en todo momento: Espinar, en coalición con los anticapitalistas, se convirtió en secretario general con el 50,8% de los votos, por el 43,75% obtenido por la errejonista Rita Maestre, que concurrió en solitario.
No obstante, el sistema de elección –de corte mayoritario– proporcionó a pablistas y anticapitalistas una cómoda mayoría absoluta en los órganos de dirección de Podemos Comunidad de Madrid. Pero ese juego de mayorías podría romperse con la eventual llegada de Errejón como candidato: está claro que los votos del sector errejonista en la dirección autonómica del partido no aumentarían, pero pocos dudan de que un Errejón designado oficialmente candidato tendría una importante capacidad de influencia para promover unas tesis que chocan con las de Espinar y su equipo.
En esta línea se expresa un dirigente anticapitalista, que insiste en que Errejón tiene perfecto derecho a presentarse a las primarias para elegir candidato pero argumenta que ese proceso no tendría que abrirse "hasta finales de 2018 o principios de 2019", para que la eventual llegada del dirigente no chocase con la gestión de la dirección de Podemos en la Comunidad de Madrid. "A nosotros nos chocaría que se hiciera antes de esa fecha, porque crearía una situación complicada para el Consejo Ciudadano y el grupo parlamentario", señala este dirigente, que incide en que Errejón apoyó "explícitamente" un proyecto diferente al de la dirección controlada por pablistas y anticapitalistas.
"Al final, si él es el candidato, querrá tener mando en plaza y decidir cosas, y aquí hace cuatro meses se eligió un proyecto político y organizativo muy definido" que Errejón y los suyos no compartían, señalan estas fuentes, que apuntan que los modelos de "bicefalia" tienen riesgos y pueden llegar a generar un importante malestar interno. El líder de los anticapitalistas y nuevo secretario de Acción en el Parlamento Europeo, Miguel Urbán, fue claro en este sentido: tras hacerse público el acuerdo, aseguró que "lo importante es salir con un proyecto para Madrid, no con un candidato" y reclamó que la candidatura de Podemos en la comunidad no puede acordarse en "un cambio de cromos".
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Los tiempos son claves
Espinar, por su parte, planteó en su intervención de este sábado que si Errejón "tiene la ambición legítima de ser presidente de la Comunidad de Madrid, debe tener a la organización detrás", y le prometió su apoyo si finalmente se presenta porque será, a su juicio, un "magnífico candidato" y porque situarle en esa posición permitiría "garantizar la unidad" en Podemos. Y eso será así, señaló Espinar, incluso si él tiene que "dar pasos a un lado" y no postularse para liderar la lista de Podemos en la Comunidad de Madrid.
No obstante, entre el pablismo madrileño también cunde la sensación de que un eventual desembarco de Errejón como candidato a las elecciones autonómicas generaría choques entre unas y otras corrientes por sus diferentes proyectos. La clave radica en el momento en el que se produzca el nombramiento. Si las primarias se producen a escasos meses de los comicios, Errejón tendría las manos mucho más atadas que si el proceso se abre dentro de unos pocos meses, ya que, de ser así, el dirigente tendría un margen mucho mayor para hacerse fuerte en Podemos Comunidad de Madrid frente a pablistas y anticapitalistas.
El pacto alcanzado entre el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el ahora secretario de Análisis Estratégico del partido, Íñigo Errejón, para que este último concurra como candidato de la formación morada a las elecciones autonómicas de 2019 ha generado malestar en Podemos Comunidad de Madrid. Y es que el sector anticapitalista de la formación –que a nivel regional sostiene la mayoría de la dirección comandada por el pablista Ramón Espinar– no ve con buenos ojos la maniobra, e incluso algunos de los afines a Espinar tampoco se muestran conformes con el modo en el que Errejón se ha postulado.