Blesa vuelve a la carga para tratar de invalidar los últimos correos electrónicos aportados al caso de las tarjetas B de Caja Madrid y Bankia. El expresidente de la entidad financiera madrileña ha remitido un escrito al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu en el que reclama la nulidad de esta prueba, que muestra los presuntos manejos del propio Blesa y de sus directivos con las black.
“Los correos aportados a la causa han sido obtenidos sin que media resolución motivada, por lo que entendemos que han sido extraídos sin autorización por Bankia y entregados a Price WaterHouse (PWC) para que los procese”, resalta el abogado Carlos Aguilar en nombre de Blesa en el escrito al que ha tenido acceso infoLibre.
De esta forma, Blesa reitera, al igual que con el juez Elpidio José Silva, inhabilitado, que la cesión de los correos “supone una vulneración de los derechos fundamentales de mi representante, ya que al no contar previamente con resolución judicial, convierten a dichos elementos en una prueba nula que, como tal, deberá ser excluida del procedimiento para evitar que contagie las diligencias de investigación posteriores”.
En el escrito, Blesa explica que el pasado 15 de diciembre de 2014 envió un burofax a la asesoría jurídica de Bankia advirtiendo de que no contaban con su consentimiento para entregar sus correos electrónicos a un tercero. Esta cesión, según el expresidente e Caja Madrid, vulneraba la Ley Orgánica de Protección de Datos. Y, además, les requirió para que se abstuviesen de entregar los correos electrónicos a PWC, resaltando que el acceso y la cesión de tales correos, sin mandato judicial, “supondría la vulneración de sus derechos fundamentales con las consecuencias jurídicas que pudiera provocar”.
“Por lo tanto, habiéndose vulnerado los derechos fundamentales a la intimidad y al secreto de las comunicaciones de mi representado por parte de Bankia y de PWC, se habrá de declarar nula la aportación de dichos correos”, destaca el abogado Carlos Aguilar.
Blesa sostiene, además, que Bankia y el FROB “lejos de solicitar o promover la obtención de la correspondiente autorización judicial para obtener dicha correspondencia electrónica, decidieron hacer caso omiso al requerimiento de mi representado”.
Otro de los motivos a los que alude Blesa para impedir que se aporten al caso los correos es que este nunca trabajó para Bankia ni para el Banco Financiero y de Ahorros (BFA): “Y en ningún momento autorizó a Caja Madrid ni a Bankia para que sus correos quedasen depositados en una entidad ajena”.
Al igual que en ocasiones anteriores, Blesa alude a la forma “accidental” de obtención de los mensajes: “Se trataría de correos previamente borrados por Caja Madrid, y accidentalmente borrados por Caja Madrid, accidentalmente alojados en un servidor secundario, ilegalmente aprehendidos, e ilegítimamente revelados a terceros, por lo que poca duda cabe albergar sobre la nulidad de tales elementos y la procedencia de expulsarlos de la causa”.
La acusación popular de UPyD ya ha anunciado su intención de oponerse a la petición de Blesa al considerar que los correos electrónicos "en ningún caso afectan a su derecho a la intimidad”.
Blesa vuelve a la carga para tratar de invalidar los últimos correos electrónicos aportados al caso de las tarjetas B de Caja Madrid y Bankia. El expresidente de la entidad financiera madrileña ha remitido un escrito al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu en el que reclama la nulidad de esta prueba, que muestra los presuntos manejos del propio Blesa y de sus directivos con las black.