El ex secretario general de Caja Madrid Enrique de la Torre Martínez, considerado la mano derecha de Miguel Blesa, expresidente de la entidad financiera, remitió el 9 de mayo de 2007 un correo electrónico a los integrantes del comité de dirección de la caja, incluido el propio Blesa. En el mensaje se incluía un informe elaborado por un empleado en el que se destaca el temor a que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se enterara de que Caja Madrid estaba recomprando preferentes a un precio mayor que el que marcaba el mercado. "Seguimos con el riesgo de que algunas operaciones puedan elevarse a la CNMV, concretamente aquellas que tengan toda la documentación en regla", especifica el correo electrónico, al que ha tenido acceso infoLibre.
Blesa está siendo investigado en la pieza separada de preferentes del caso Bankia que está instruyendo el magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Esta misma semana, la Sección Tercera de la Audiencia Nacional ha acordado mantener la investigación iniciada contra el expresidente de Caja Madrid y otros altos directivos de la entidad sobre la planificación de las participaciones preferentes.
Expedientes a las entidades financieras
Según explicó Elvira Rodríguez, la actual presidenta de la CNMV, este organismo ya había informado en 2005 a las diferentes entidades financieras de las normas de conducta en la colocación de valores de largo plazo a minoristas. De hecho, y para evitar estas irregularidades, la CNMV estableció en junio de 2010 como criterio de obligado cumplimiento que las emisiones deberían contar con una entidad proveedora de liquidez, además de rechazar "la mala práctica de la realización de intercambios o cases entre clientes sin la adecuada gestión de los conflictos de interés". Este último punto es el que desarrolla el informe remitido a Blesa (ver documento adjunto a esta información).
Precisamente en relación a los intercambios entre clientes de preferentes o subordinadas, denominadas operaciones piramidales o cases, la presidenta de la CNMV llegó a destacar en el Congreso de los Diputados que todas han sido sancionadas, porque no han tenido una adecuada gestión del conflicto de intereses, especialmente cuando el producto se empieza a deteriorar, pues la caja orientaba a los clientes a comprar preferentes cuando ya no era un producto muy rentable. "Aquí el lucro para la entidad es relativo, puede ser no perder un cliente, pero lo que es claro es que hay un cliente al que dan el 100% por un producto que en ese momento tiene un precio orientativo en el mercado —el mercado no marcaba precio porque no había mercado multilateral", resaltó Rodríguez. Para la presidenta de la CNMV este intercambio de preferentes era algo que venían haciendo las entidades financieras ypresidenta de la CNMV que acabó en diferentes expedientes.
"Periodo crítico"
Por eso el mensaje recibido por Blesa cobra gran importancia, pues se produce días después de que el comité de dirección analizara en mayo de 2007 la situación en la que se encontraban las preferentes en Caja Madrid. El empleado José Antonio Royuela adjunta al mensaje un cuadro explicativo en el que se destaca que, pese a que el número de reclamaciones en relación a las preferentes no es muy elevado, por el contrario sí implican "un importe elevado". Es decir, se trataba de grandes inversores. Además, asegura que "el periodo crítico" parecía haberse superado, algo que pasados los años se ha demostrado un grave error, pues las preferentes fueron perdiendo de forma paulatina su valor.
De hecho, un informe del Banco de España destaca que en 2011 Bankia había recomprado parte de las acciones al 100% de su valor nominal, cuando en realidad dos valoraciones independientes y que se mantuvieron en secreto aseguraban que el valor real era el 21% de lo que se había pagado inicialmente.
Este periodo "crítico", según la definición del empleado de Caja Madrid incluida en el correo electrónico enviado a Miguel Blesa, se logró superar de forma coyuntural "por el esfuerzo de la red comercial para cruzar rápidamente las órdenes de venta, aun a costa de tener que complementar en éstas, en algunos casos, hasta el 100% del nominal", completa el mail. Es decir, según se infiere de este mensaje, la caja devolvió el dinero de las preferentes a varios inversores "cualitativamente" importantes, gracias a las compras de los pequeños ahorradores, muchos de ellos jubilados o personas con un perfil marcamente conservador.
3.800 millones de euros
Esta estrategia de Blesa y su comité de dirección, según se desprende de un informe de la CNMV, se mantuvo al menos hasta 2010, pues en 2009 y 2010 Caja Madrid emitó participaciones preferentes y subordinadas que vendió a sus clientes minoristas por un valor total de 3.800 millones de euros, aunque en la realidad éstas tenía un valor sensiblemente inferior.
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De esta forma, la "relativa calma" conseguida por el consejo de dirección de la caja en el primer trimestre de 2007, tal y como ha publicado infoLibre en su edición del jueves pasado, se logró en detrimento de los clientes minoristas de Caja Madrid, que fueron el objetivo para captar dinero por parte de la entidad financiera, que logró que las famlias recompraran las preferentes al menos un 10% más caras que su valor real. Así, la dirección de la caja optó por revenderlas a los clientes de la caja al 100% del valor inicial, evitando perder un 10% en los mercados institucionales.
Manuel Conthe
Este intento de evitar el control de la CNMV, en 2007 encabezada por Manuel Conthe, ha podido ser conocido gracias a la decisión del magistrado de Madrid Elpidio José Silva, de investigar a Blesa. Silva acordó hasta en dos ocasiones el ingreso en prisión de Blesa. Pero ahora es el juez el que está pendiente de un juicio por prevaricación. Precisamente, fue el propio Conthe uno de los primeros que aseguró que Silva podría haber prevaricado, tal y como plasmó en su blog El sueño de Jardiel.
El ex secretario general de Caja Madrid Enrique de la Torre Martínez, considerado la mano derecha de Miguel Blesa, expresidente de la entidad financiera, remitió el 9 de mayo de 2007 un correo electrónico a los integrantes del comité de dirección de la caja, incluido el propio Blesa. En el mensaje se incluía un informe elaborado por un empleado en el que se destaca el temor a que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se enterara de que Caja Madrid estaba recomprando preferentes a un precio mayor que el que marcaba el mercado. "Seguimos con el riesgo de que algunas operaciones puedan elevarse a la CNMV, concretamente aquellas que tengan toda la documentación en regla", especifica el correo electrónico, al que ha tenido acceso infoLibre.