Caja Madrid aconsejaba hasta 2010 vender participaciones preferentes a inversiones conservadores. Así consta en un documento interno elaborado por el Comité de Inversiones de Banca Comercial de Caja Madrid al que ha tenido acceso Europa Press, en el que se especifica que las participaciones preferentes podían ser vendidas a perfiles conservadores y sin indicar la fecha de vencimiento del producto.
La entidad no rectificó esa recomendación hasta 2010, cuando pasó a dirigir el producto a perfiles moderados y arriesgados. Para entonces, la caja madrileña había realizado ya una emisión de participaciones preferentes de hasta 3.000 millones de euros en 2009, que fueron en su mayoría vendidas a inversores de perfil conversador.
Clientes minoristas mantienen 5.000 millones en preferentes de Bankia
Santiago Viciano, socio del despacho V abogados, considera que, "internamente", Caja Madrid sabía que el producto "no era conveniente para venderlo entre inversores conservadores". "Ellos mismos reconocen, cuando ya han colocado la mayor emisión de la historia de estos productos, que no se debe recomendar y vender a minoristas y conservadores, y sí a los arriesgados", ha señalado.
Los documentos serán ahora utilizados por el despacho en los procesos judiciales sobre preferentes en los que está personado, así como en los arbitrajes en los que interviene, pues entiende que es "una prueba determinante que desmonta el argumento de la defensa del banco en los tribunales".
Bankia, banco al que dio origen la fusión de varias cajas, entre ellas Caja Madrid, ha recibido hasta la fecha 80.675 solicitudes de arbitraje de clientes minoristas titulares de instrumentos híbridos (participaciones preferentes y deuda subordinada) desde el pasado 18 de abril, según datos de la propia entidad.
Caja Madrid aconsejaba hasta 2010 vender participaciones preferentes a inversiones conservadores. Así consta en un documento interno elaborado por el Comité de Inversiones de Banca Comercial de Caja Madrid al que ha tenido acceso Europa Press, en el que se especifica que las participaciones preferentes podían ser vendidas a perfiles conservadores y sin indicar la fecha de vencimiento del producto.