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Begoña Gómez cambia de estrategia en un caso con mil frentes abiertos que se van desinflando

La campaña en la que Fraga recurrió a la amenaza de ETA y acabó perdiendo la Xunta

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David Lombao

El 1 de junio de 2005 faltaban 18 días para las elecciones gallegas. En aquella jornada, una de las salas de la delegación de la Consellería de la Presidencia en A Coruña acogió una rueda de prensa de Ana Crespo, antigua concejala del PP en la localidad vasca de Ermua y vicepresidenta de una asociación llamada Voces en Silencio para presentar una manifestación que se iba a celebrar en Madrid contra el Ejecutivo del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero bajo el lema Negociación en mi nombre, no, encaminada a rechazar posibles conversaciones del Gobierno de España con ETA para procurar el fin de sus atentados terroristas.

Acompañada por el delegado de la consejería en la provincia, que también era presidente en funciones del PP local, Estanislao de Kotska Fernández, Crespo había aprovechado la ocasión para lanzar un augurio: si la Xunta estaba gobernada por PSdeG y BNG tras esos comicios, "dentro de poco tendremos aquí a ETA". Apenas cuatro días después, el candidato del PP a la reelección, Manuel Fraga, aprovechó su primer mitin de la campaña para asegurar que una eventual coalición de socialistas y nacionalistas traería a "ETA entera a Galicia"dijo antes de equiparar el Bloque con la banda terrorista.

Estos mensajes, lejos de disiparse, se habían incrementado desde el PP y su contorno a medida que la campaña avanzaba y las encuestas -publicadas y no publicadas- dibujaban un escenario ajustado y, por lo tanto, la posible caída del fraguismo. Así, diez días antes de los comicios, Fraga se reafirmaba en su tesis en respuesta a una entrevista con la Cadena SER: Ana Crespo, aseguró el líder popular, tenía "toda la razón" porque un Gobierno gallego de la izquierda "podría facilitar" el terrorismo en Galicia. 

Diez días después, el PP perdía la Xunta en las urnas. Los últimos atentados de ETA en Galicia continuaron siendo los cometidos en agosto de 2004, todavía con Fraga en la Xunta. En aquel momento, la banda había colocado artefactos explosivos en Baiona, Sanxenxo, Santiago y A Coruña. Los dos primeros habían causado lesiones a personas que transitaban por la zona.

Contra Ana Pontón y el BNG

Transcurridos casi dieciocho años de aquella histórica campaña electoral de 2005, Galicia se encuentra inmersa en otra carrera frente a las urnas en las que el PP teme por sus posibilidades de retener la Xunta. El silencio demoscópico impuesto por la ley electoral impide conocer los datos que manejan tanto las formaciones políticas como algunos medios de comunicación, si bien diversas fuentes apuntan a una tensión creciente en el contorno popular, fundamentalmente por que la subida del BNG acabe siendo lo suficientemente intensa como para dar lugar a una mayoría parlamentaria de izquierdas.

En este contexto, en los últimos días los populares redoblan sus ataques hacia la candidata del Bloque, la más valorada por la ciudadanía según varios sondeos publicados antes del veto. Lo hacen en los mítines a través de dirigentes como el propio candidato, Alfonso Rueda, pero también en boca de Alberto Núñez Feijóo y Paula Prado. También en las redes sociales con montajes como el difundido el pasado miércoles, en el que transforman una imagen de Ana Pontón en la cara del líder de EH-Bildu, Arnaldo Otegi, o caricaturizan el Bloque como un lobo con piel de cordero, imagen que causó la hilaridad en las propias redes.

Entre los argumentos que reiteran los conservadores en los últimos días está que el candidato de EH-Bildu a las próximas elecciones europeas será Pernando Barrena. El hecho de que el Bloque hubiese concurrido en coalición con la formación vasca y con ERC a los anteriores comicios al Parlamento de la UE en un acuerdo que implica compartir grupo y recursos los lleva a subrayar que "el Bloque tiene a sueldo en el Parlamento Europeo a un miembro de Bildu con antecedentes en ETA y condenado por terrorismo".

Esa condena respondió a un pacto con la Fiscalía en el año 2016, según el cual diversas personas encausadas por su actividad política en la izquierda abertzale, acusadas de "reconstruir" Batasuna cuando estaba ilegalizada, admitían que habían tenido relación con ETA a cambio de una reducción de condenas que implicaba no entrar en prisión. Así lo había explicado el propio Barrena ante la prensa en una comparecencia en la que, en el nombre de Sortu –formación integrada en EH-Bildu– había reiterado su "apuesta por la exclusividad de las vías políticas y democráticas para conseguir cualquier tipo de objetivo".

Los populares complementan estas consideraciones con otras como la acusación de que el BNG pretende "expulsar a la Guardia Civil" de Galicia si Pontón es presidenta. La acusación la basan en la promesa, incluida en el programa electoral del Bloque, de cumplir la Ley de Policía del año 2007, lo que implica solicitar la transferencia de las competencias de tráfico, actualmente ejercidas por el Instituto Armado, para el nuevo cuerpo policial. Esa misma promesa fue incluida por el PP de Fraga en su programa electoral de 2005 y el PP, ya con Feijóo al mando, la apoyó en varias ocasiones hasta que, el pasado 2021, reculó entre protestas de la extrema derecha.

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Al ser preguntada por estas acusaciones y, concretamente, por el montaje en el que el PP funde su imagen con la de Otegi, Pontón no pudo contener la risa. "Perdonad, tengo que reír", indicó a los periodistas, antes de indicar que "el nivel de nerviosismo del PP está superando todo lo que nos podíamos imaginar", lo cual, cree, significa que "el cambio es imparable". Desde el BNG existe la convicción de que esta estrategia en el fin de la campaña popular responde no solo al alza de la formación soberanista, sino también a sus posibilidades de conseguir la presidencia. Apelan a ETA o al independentismo catalán, agregan, "para no hablar" de cuestiones como la situación del Sergas (Servicio Gallego de Salud).

Desde el PSOE su portavoz en el Congreso, el exlehendakari Patxi López, lamentó durante una visita a Galicia para apoyar a José Ramón Gómez Besteiro que el PP, "cada vez que no tiene nada que decir" o procura "extender una cortina y humo, saca el comodín de ETA". La organización terrorista anunció el abandono de las armas en 2011 y su disolución definitiva en 2018.

Aquí puedes leer el texto original en gallego.

El 1 de junio de 2005 faltaban 18 días para las elecciones gallegas. En aquella jornada, una de las salas de la delegación de la Consellería de la Presidencia en A Coruña acogió una rueda de prensa de Ana Crespo, antigua concejala del PP en la localidad vasca de Ermua y vicepresidenta de una asociación llamada Voces en Silencio para presentar una manifestación que se iba a celebrar en Madrid contra el Ejecutivo del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero bajo el lema Negociación en mi nombre, no, encaminada a rechazar posibles conversaciones del Gobierno de España con ETA para procurar el fin de sus atentados terroristas.

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