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Casado arrincona a Alonso al pactar con Cs la coalición para las elecciones vascas

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El PP del País Vasco tiene un presidente en plenas funciones que ganó un congreso. Se llama Alfonso Alonso, fue ministro de Sanidad de Mariano Rajoy y se posicionó en el congreso de sucesión del expresidente del lado de Soraya Sáenz de Santamaría en lugar de ponerse del lado de su ahora jefe, Pablo Casado. Pero la forma en la que la dirección nacional del PP se relaciona con los conservadores de Euskadi recuerda en muchas ocasiones al trato que los partidos dispensan a las gestoras, a las estructuras provisionales. Génova, cuartel general del PP, impuso las listas del PP vasco a las generales del 28 de abril. Hubo un hondo malestar interno. Génova impuso las listas del PP vasco a las elecciones generales del 10 de noviembre. El malestar fue todavía mayor. Y Génova ha firmado de forma unilateral, a espaldas de Alonso, el acuerdo mediante el que concurrirán en coalición con Ciudadanos a las elecciones autonómicas del 5 de abril en Euskadi.

En el PP vasco se quejan de conocer el acuerdo "sólo por el comunicado que se ha remitido a la prensa". Pero creen que la situación y los términos de un acuerdo que "regala" a Cs dos "puestos de salida" en unas listas electorales en las que no hay muchos escaños a repartir son "reconducibles". Es su forma de decir que, de momento, Alfonso Alonso aguanta el tipo después de haber leído en la prensa que Casado iba a firmar el acuerdo con Ciudadanos sin contar con él y que eran lentejas. O aceptaba, o se le sustituía. La de este viernes era su segunda crisis con la dirección nacional del PP en menos de un mes. Porque su jefe de filas se resistió a ratificarle como candidato en medio de fuertes rumores sobre su futuro político alentados desde el entorno del propio líder del PP.

Descartada la negociación entre PP y Cs en Galicia para una coalición, el escenario vasco parecía una autopista sin obstáculos. Alfonso Alonso ya había trabajado posibles alianzas con el partido naranja de cara a las generales de noviembre y poco podía torcerse, pensaban en el PP vasco. Pero el contexto interno de Cs, en pleno proceso de sucesión de Albert Rivera y las pésimas relaciones entre el PP nacional y el PP que lidera Alonso han puesto el proceso muy cuesta arriba.

Una "tomadura de pelo"

El jueves por la tarde estallaron todas las alarmas en el PP vasco al escuchar a José María Espejo, dirigente de la gestora de Ciudadanos, asegurar que tenían garantizados "dos puestos de salida" en las listas al Parlamento vasco para las elecciones del 5A como resultado de sus negociaciones con el PP para concurrir coaligados. Para el partido que preside Alfonso Alonso ese escenario era "inasumible", "inadmisible", una "tomadura de pelo" si se tiene en cuenta que su fuerza actual en el Parlamento vasco es de nueve escaños, que las encuestas les dan algo peor y que Cs no tiene ninguna presencia. Por parte de la dirección nacional, la negociación la había dirigido Teodoro García Egea, secretario general.

Tras 24 horas de pulso entre la dirección nacional del PP y los conservadores de Euskadi, el equipo de Pablo Casado cumplió su amenaza de llevar las negociaciones hasta el final sin esperar al visto bueno de Alfonso Alonso, que no acudió este viernes a una reunión a la sede nacional. Al filo de las 18.00 horas, el PP informaba de la firma del acuerdo de coalición "para unir al constitucionalismo en el País Vasco". Se llamará PP+Cs.

"El acuerdo establece que el cabeza de lista electoral de PP+Cs será designado por el Partido Popular y garantiza dos puestos de salida para Cs, tal y como ambas formaciones acordaron el día de ayer [por el jueves]. La coalición tiene de plazo hasta el 1 de marzo para conformar la totalidad de las listas electorales", puede leerse en el comunicado en el que no se cita al presidente del PP vasco. Y en el que queda claro que el partido naranja se hará con "dos puestos de salida". [Puedes consultar aquí el acuerdo, en PDF]

La primera reacción del PP vasco fue intentar desinflamar el asunto. Aseguran que los términos del acuerdo son "reconducibles", insisten en que siempre estuvieron a favor de la coalición y descartan la dimisión de su líder. "Si es lo que buscaba Génova, de momento no lo van a tener", resumen una dirigente de los conservadores de Euskadi.

"Siempre hemos defendido una coalición con Cs para reforzar una alternativa constitucional en el País Vasco. Queda tiempo para ajustarlo a la realidad del proyecto de centro derecha que lidera el PP vasco", resumieron en su perfil de la red social Twitter.

El segundo tuit de la tarde fue para informar de que eso que ha firmado Madrid con Ciudadanos será "analizado" el lunes por la Junta Directiva Regional del PP vasco. A última hora del viernes, en el equipo de Alonso aseguraban que no tenían conocimiento de ningún detalle de la alianza más allá del comunicado de Génova.

El Partido Popular no afronta estas elecciones autonómicas de la mejor forma posible porque ya nadie se molesta en disimular que entre Madrid y Vitoria hay un abismo. Porque no se descarta que el PP vasco, muy vinculado a su líder y sin un sector crítico armado, estalle contra Casado y éste tenga que montar casi de cero la estructura a poco más de un mes de las generales. La Junta Directiva Regional, máximo órgano de partido entre congresos, está integrada prácticamente al completo por afines a su líder.

Alfonso Alonso estaba confirmado como candidato. Pero su nombre no se especifica en el documento.

Las últimas 24 horas de una crisis... que viene de muy lejos

Este jueves, tras comunicar Espejo en rueda de prensa en el Congreso el acuerdo, el PP vasco lo desmintió de forma tajante en Twitter a primera hora de la tarde. Dijo que era "inasumible". La tensión fue tal que el partido suspendió un acto en Bilbao para este viernes al que iba a acudir Pablo Casado para la firma del pacto.

Horas después, sobre las doce de la noche, Alfonso Alonso recibió un mensaje de whatsApp en el que desde la cúpula del partido se le convocaba este viernes a las 11.00 en Madrid para la firma del acuerdo. No fueron Teodoro García Egea ni Pablo Casado los responsables del mensaje, sino la vicesecretaria de Organización Ana Beltrán.

Fuentes conocedoras de este proceso aseguran que Alonso comunicó que le era imposible viajar a Madrid, pero recordó a su interlocutora que la firma estaba prevista en el País Vasco y que, en todo caso, él desconocía los detalles del mismo. Que todo lo que le había llegado había sido a través de los medios de comunicación. En respuesta, se le recordó que estas negociaciones son competencia de la direcció nacional. Y que es así como ha sucedido en acuerdos similares.

El PP vasco hizo estas aclaraciones después de que el diario El Mundo, citando fuentes de la cúpula nacional, informase de que Alonso estaba "desaparecido" desde que se publicó el mencionado tuit."Lo hemos citado a una reunión en Génova y no ha venido", señalaban.

Dar a Cs el peso que ha logrado en las listas es, a ojos de los conservadores de Euskadi, "regalar" al partido naranja una presencia que no tienen ni están en disposición de obtener si van en solitario. En la actualidad, Cs es extraparlamentario en el País Vasco. Y tampoco tiene representantes por ninguna de las tres circunscripciones vascas en el Congreso de los Diputados. En las últimas elecciones generales, el partido de Inés Arrimadas obtuvo el 1,1% de votos en el territorio.

"Aceptación del concierto"

En el comunicado emitido por ambas formaciones se destaca el compromiso con los fueros y el concierto vasco. No hace mucho tiempo que en Cs hablaban de "cuponazo", pero empezaron a virar estas posiciones cuando se presentaron a las elecciones generales con PP y UPN en Navarra bajo el paraguas de "Navarra Suma".

Los futuros socios de coalición para el 5A en Euskadi destacan que el acuerdo se establece "desde el compromiso de respetar los regímenes forales de los territorios de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, tal y como vienen definidos en la Constitución Española".

"Además, el pacto establece de forma expresa la aceptación del Concierto económico vasco como instrumento vigente para asegurar la libertad, estabilidad, cohesión y desarrollo de los ciudadanos del País Vasco reclamando que el cálculo del cupo se haga desde los principios de máxima transparencia y respetando la solidaridad entre todos los españoles", puede leerse en el texto.

El apoyo de Feijóo

Menos problemas con Génova ha tenido el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Siempre se opuso a la coalición y Génova nunca puso en duda ni en un aprieto al único barón territorial que gobierna con mayoría absoluta. La peor parte, pues, del acercamiento a Cs en las próximas generales la ha pagado el PP vasco.

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Este viernes, preguntado en Lugo sobre el episodio que afecta a Alonso, aprovechó para mostrarle su apoyo. "El presidente del partido y candidato a lehendakari es nuestro candidato, es el candidato de todo el PP de España y, en la medida en la que podamos, nosotros lo vamos a apoyar", subrayó, según informa Europa Press.

El presidente de la Xunta puso en valor el trabajo desempeñado por Alonso "con mucho rigor y mucha talla", en sus etapas como portavoz en el Congreso y como ministro de Sanidad. "Se le pidió volver al País Vasco y ha dado la cara, ha sido alcalde de Victoria. A mí me parece que es un buen compañero, un compañero que merece todo el apoyo del PP", sostuvo.

Y añadió: "Yo al menos, en la medida de mis responsabilidades, le daré todo el apoyo que él me solicite y con la intensidad que él considere oportuno".

El PP del País Vasco tiene un presidente en plenas funciones que ganó un congreso. Se llama Alfonso Alonso, fue ministro de Sanidad de Mariano Rajoy y se posicionó en el congreso de sucesión del expresidente del lado de Soraya Sáenz de Santamaría en lugar de ponerse del lado de su ahora jefe, Pablo Casado. Pero la forma en la que la dirección nacional del PP se relaciona con los conservadores de Euskadi recuerda en muchas ocasiones al trato que los partidos dispensan a las gestoras, a las estructuras provisionales. Génova, cuartel general del PP, impuso las listas del PP vasco a las generales del 28 de abril. Hubo un hondo malestar interno. Génova impuso las listas del PP vasco a las elecciones generales del 10 de noviembre. El malestar fue todavía mayor. Y Génova ha firmado de forma unilateral, a espaldas de Alonso, el acuerdo mediante el que concurrirán en coalición con Ciudadanos a las elecciones autonómicas del 5 de abril en Euskadi.

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