Casado calla sobre el asalto en Lorca y su equipo se limita a una condena genérica “de toda violencia”

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Ni un tuit. Ni una declaración en una rueda de prensa. Ni una referencia en una intervención pública. El líder de la oposición, Pablo Casado, y su número dos, Teodoro García Egea, que además es el hombre fuerte del partido en la Región de Murcia, han mirado para otro lado después de ver las imágenes del asalto protagonizado por un grupo de unas 30 personas que este lunes desbordaron a la policía y paralizaron el pleno del Ayuntamiento de Lorca para impedir la aprobación de una medida destinada a limitar las macrogranjas en el municipio murciano.

El silencio de los dos dirigentes del PP contrasta con la rapidez con la que a menudo se movilizan en redes sociales contra cualquier acto que consideran contrario a las normas democráticas, especialmente si se produce en Cataluña o en el País Vasco.

O en Madrid, cuando se trata de Vox:

Sí habló de este asunto el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Montesinos, aunque en términos muy generales y en respuesta a los periodistas que le preguntaron después de una reunión de partido celebrada en el Senado. “Rechazamos todo tipo de violencia”, aseguró antes de añadir, a renglón seguido, que eso “es compatible además con reivindicar el trabajo de nuestros ganaderos y agricultores”.

La vicesecretaria de Política Social del Partido Popular, Ana Pastor, relacionó directamente el asalto con el Gobierno de Pedro Sánchez, y en concreto con el ministro de Consumo, Alberto Garzón, en referencia a las declaraciones que hizo en un diario británico criticando las macrogranjas. “Los ganaderos tienen un problema porque tienen un Gobierno absolutamente lamentable con un señor que está insultando a la calidad de la carne española”, proclamó.

Sí condenó expresamente lo ocurrido el presidente de Murcia, Fernando López Miras, y su partido en la Región, horas después de que el PP de Lorca justificase el asalto y pusiese sordina a lo ocurrido. 

“Todos debemos rechazar cualquier tipo de violencia”, escribió López Miras en Twitter, “más aún” si “impide el funcionamiento de instituciones democráticas como el pleno de un ayuntamiento”. Aunque, añadió, simpatizando con los supuestos motivos de los asaltantes: “Junto a la condena de estos actos, pido diálogo y consenso antes de tomar decisiones que comprometan el futuro de tantas familias”.

Dirigentes del PP llevan tiempo celebrando en privado cada vez que grupos de personas insultan o intentan agredir a miembros del Gobierno o líderes del PSOE y de Unidas Podemos. Consideran que el malestar social de una parte de la sociedad, que ellos creen generalizado, juega a su favor. 

En un acto político celebrado en noviembre pasado, el número dos del PP, Teodoro García Egea, llegó a mostrarse comprensivo con las personas que intentaron agredir a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a pesar de asegurar que sentía “el mal rato” que había tenido que pasar. “Es un síntoma del agotamiento de Gobierno”, señaló entonces. Al PP “nadie nos tira huevos por la calle”. “La calle no puede más”, justificó. “O cambian de rumbo, o no van a poder salir”, conlcuyó.

El PP confeccionó incluso un vídeo de propaganda con aquellas declaraciones:

Menos tibio se mostró Vox. La extrema derecha española no sólo no ha condenado el asalto a una institución democrática municipal sino que sus dirigentes se han mostrado comprensivos con quienes desbordaron por la fuerza a la policía para forzar la suspensión del pleno del ayuntamiento e impedir que los legítimos representantes de los vecinos de Lorca adoptasen medidas para poner límites a las macrogranjas.

Vox ni siquiera condena

“Comprendemos la desesperación a la que están llevando los políticos de la Agenda 2030” a los ganaderos y agricultores, aseguró el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. El dirigente ultra también restó importancia al asalto diciendo que no hubo daños materiales ni personales, a diferencia, subrayó, de lo que según él sucede cuando “la izquierda violenta” se manifiesta “cada vez que Vox consigue una victoria".

La cuenta oficial de Vox en Twitter retuiteó una anotación del sindicato Solidaridad, considerado afín a la ideología ultra, jaleando a las personas que decidieron ignorar el cordón policial e irrumpir por la fuerza en el edificio en el que iba a tener lugar el pleno municipal de Lorca.

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“Ya está bien de políticas globalistas que juegan con el pan de los trabajadores. Solidaridad con los hombres del campo que ven cómo se pretende acabar con su sustento y su forma de vida”, escribieron junto a las imágenes del asalto:

Ciudadanos sí se desmarcó del PP y de Vox. Su portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, acusó a ambos partidos por igual de “justificar” el asalto y denunció que sus protagonistas entraran “con violencia” en el lugar en el que se iba a celebrar el pleno del Ayuntamiento de Lorca “alterando” el orden público y, por tanto, “incumpliendo la ley”. Las declaraciones de los dirigentes del PP y de Vox, aseguró, son “infames”.

“Ciudadanos no justifica ni tolera la violencia buena o mala porque sea de derechas o de izquierdas, sino que la condena sistemáticamente”, subrayó Bal. Las normas jurídicas están para cumplirlas porque, de lo contrario, en el país regirá “la ley de la selva”.

Ni un tuit. Ni una declaración en una rueda de prensa. Ni una referencia en una intervención pública. El líder de la oposición, Pablo Casado, y su número dos, Teodoro García Egea, que además es el hombre fuerte del partido en la Región de Murcia, han mirado para otro lado después de ver las imágenes del asalto protagonizado por un grupo de unas 30 personas que este lunes desbordaron a la policía y paralizaron el pleno del Ayuntamiento de Lorca para impedir la aprobación de una medida destinada a limitar las macrogranjas en el municipio murciano.

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