El presidente del PP, Pablo Casado, fue incapaz este viernes de aclarar si coincidirá este sábado en Madrid con la presidenta de esta comunidad, Isabel Díaz Ayuso, en la manifestación de policías y guardias civiles contra la reforma de la ley Mordaza.
Ambos dirigentes no coinciden en un acto público desde la clausura de la convención nacional del partido que tuvo lugar hace casi dos meses en València. Su distanciamiento personal, que la propia Ayuso ha confirmado y que ha supuesto un antes y un después en la relación que ambos mantenían desde hace más de una década, es la mejor muestra de la profundidad de la crisis abierta dentro del partido por el control de la organización en la Comunidad de Madrid. Ayuso se mira en el espejo de los demás barones y reclama la presidencia, pero Casado no quiere ceder el timón del PP en un territorio que considera como el suyo propio y cuya influencia en la política nacional del partido es tradicionalmente muy importante.
Después de anunciar, el pasado lunes, que estaría presente en la manifestación, y a la vista de que Ayuso mantiene intacto su desafío a la autoridad de Génova, el PP ha decidido dar prioridad a un acto con presidentes provinciales que comenzó el viernes y terminará el sábado por la mañana en León. Durante toda la semana, el equipo de Génova había evitado explicar si Casado acudiría a la manifestación y tuvo que ser el propio líder del PP el que explicase que irá a la protesta en Madrid después de intervenir en el acto de su partido en León: un trayecto de poco más de tres horas que retrasará su participación en la marcha de policías y guardias civiles hasta casi su cierre.
Lo que no aclaró Casado es si, aunque llegue tarde, tiene previsto coincidir con Ayuso, que sí estará en la manifestación desde su inicio, previsto para las 12:00 horas.
Eso sí, Casado intentó minimizar e incluso negar lo que ya es un secreto a voces: la pugna entre él y Ayuso por el control del PP de Madrid. “Los partidos que estamos unidos deberíamos tener menos atención mediática que los que han estado a palos hace dos semanas y no han ocupado una sola línea en un periódico”, aseguró quejándose de que los medios se ocupen de la guerra interna en el PP en vez de las primarias que celebró recientemente el PSOE de Madrid.
Casado explicó al periodista que le preguntó en la rueda de prensa que celebró este viernes que a los españoles no les importa lo que pase en el PP de Madrid, “el de la Rioja o el de Ceuta”. “Sería bueno que nos dedicáramos todos a lo importante: no he visto a nadie preguntar por la candidaturas que se presentaron al congreso del PSM en Madrid”, se quejó.
Negando la evidencia —que Ayuso y él compartían muy a menudo protagonismo en actos públicos antes de que la presidenta madrileña anunciase su desafío—, Casado atribuyó a la casualidad que no hayan vuelto a verse desde hace dos meses. “Cada uno llega a lo que puede. Todos estamos a lo que estamos, a gobernar y a tener una posición en los asuntos que importan a los españoles. Sería bueno que nos dedicáramos a lo importante todos”, zanjó.
Los supuestos problemas de agenda parece que van a continuar. En el aire está la tradicional cena de navidad del PP madrileño, que habitualmente tiene a ambos dirigentes como protagonistas, e incluso la posibilidad de que los dos compartiesen un acto para conmemorar la Constitución.
Ayuso aseguró este viernes que le encantaría que el líder del PP estuviera con ella el Día de la Constitución, pero se mostró comprensiva con su agenda “de peso internacional”, porque ese día estará en el congreso de Nueva Democracia en Atenas. “Entiendo que no puede estar en todas partes a la vez. Coincidiremos en otras ocasiones”, añadió quitándole importancia.
Las “agendas son complejas” y la de Casado “va desde lo local a lo internacional” y “no es fácil casarlas”, concedió antes de asegurar que ella estará “siempre encantada de coincidir con el presidente y estar juntos”.
Lo cierto es que, de momento, y buenas palabras aparte, Ayuso sigue sin atender la petición de Génova para que deje de alimentar el debate interno sobre la fecha del congreso madrileño y sobre su deseo de ser presidenta del PP en esa comunidad.
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Este viernes, en el inicio de la reunión de presidentes provinciales del partido que Casado ha puesto como excusa para no estar desde su inicio en la manifestación de policías y guardias civiles, su número dos, Teodoro García Egea, hizo un llamamiento expreso a los dirigentes del PP que en las actuales circunstancias muchos interpretaron como un recado dirigido a la presidenta madrileña.
“No nos distraigamos”, pidió. “No podemos permitirnos ese lujo. No tenemos tiempo: tenemos que ocupar cada minuto, cada segundo, cada intervención en radio, cada conversación con nuestros vecinos en hablar de lo que interesa a los españoles y olvidarnos del resto”. “A los españoles”, subrayó el número dos de Casado, “no les interesa otra cosa”.
En su intervención, García Egea subrayó la necesidad de mantenerse unidos para conseguir el gran objetivo de llevar a Casado a la Moncloa. “Vamos a dedicarnos a lo importante, a lo que necesita España”, instruyó a los presidentes provinciales del partido, porque “los españoles necesitan un PP con un rumbo fijo y firme”.
El presidente del PP, Pablo Casado, fue incapaz este viernes de aclarar si coincidirá este sábado en Madrid con la presidenta de esta comunidad, Isabel Díaz Ayuso, en la manifestación de policías y guardias civiles contra la reforma de la ley Mordaza.