Banquillo por fraude y estafa y 3,3 millones de fianza para el líder con el que los ultras volvieron a las instituciones

Rueda de prensa del presidente de Vox, Santiago Abascal, y el que fue en 2015 y 2018 candidato de Vox a la Presidencia de la Junta, Francisco Serrano.

Al que fue juez estrella de Vox, al candidato con el que la ultraderecha regresó en 2018 a las instituciones en España, al recio conservador que iba a limpiar la política andaluza y a acabar con las "paguitas", al "hombre bueno" de Santiago Abascal le espera el banquillo de los acusados. Y precisamente por un posible fraude con una subvención pública. No eso que Vox llama una "paguita", sino una subvención millonaria.

Juan Gutiérrez, el instructor del caso de posible estafa y fraude de subvenciones de Francisco Serrano, dos veces candidato de Vox a la presidencia de la Junta de Andalucía, ha acordado la apertura de juicio contra el propio Serrano y sus dos exsocios. A cada uno de ellos les impone más de 3,3 millones de euros "para asegurar las responsabilidades pecuniarias" derivadas del posible fraude. "De no prestarla [la fianza] se le embargarán bienes en cantidad suficiente para asegurar la suma", señala un auto dictado el lunes. Serrano ya sufrió el embargo de bienes por parte de Hacienda a raíz de este caso, desvelado en 2019 por infoLibre, periódico al que denunció ante los tribunales –sin éxito– por revelación de secretos [ver aquí el dosier completo].

El juicio tendrá lugar en la Audiencia de Sevilla. Serrano, que dimitió como parlamentario y dejó Vox en 2020 acorralado por este caso, irá al banquillo por estafa y subsidiariamente por fraude de subvenciones. La Fiscalía pide hasta ocho años de prisión. Sus dos socios también serán juzgados: el ingeniero Enrique Pelegrín, como posible coautor de los mismos delitos; Francisco Javier López, que fue colaborador en el bufete de Serrano, como posible cooperador necesario.

2,4 millones de euros para biocombustible

El caso Serrano tiene su origen en 2016. Tras sus pésimos resultados como candidato de Vox en 2015 e inhabilitado como juez por prevaricación, Serrano decidió convertirse en un hombre de negocios mientras iba cultivando su imagen de referente conservador en Sevilla. Y eligió el sector del biocombustible a base de madera, los pellets. La idea: fundar una empresa y conseguir una ayuda pública. Para ello el juez y Enrique Pelegrín constituyeron en marzo de 2016 una sociedad, Biowood Niebla. Y ahí mismo, en el origen, empezaron las trampas.

Los fundadores de la sociedad –Serrano y Pelegrín– le atribuyeron ante notario a esta sociedad una maquinaria que en realidad no tenían para engordar sus fondos propios. Fue esa falsedad la que les permitió engañar al Ministerio de Industria y obtener 2,4 millones de euros de ayuda pública que, sin esos supuestos fondos propios, no hubieran podido obtener.

El dinero se concedió para una fábrica, que iba a estar en Niebla (Huelva), pero que no llegó nunca a estar ni siquiera próxima a culminarse. Los fondos, ingresados a la empresa en diciembre de 2016, no han sido devueltos a Industria. Eso es en síntesis el caso Serrano: dinero público obtenido mediante engaño que además se pierde.

Búsqueda de coartada

Este periódico publicó las primeras informaciones sobre el caso en 2019, cuando Serrano había logrado ya asiento como parlamentario de Vox. La Policía Nacional empezó a investigar –a raíz de una denuncia de Rubén Sánchez, de Facua– y comprobó que había caso. El asunto pasó a la Fiscalía y de ahí al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, ya que Serrano era aforado como parlamentario.

Lo dejó de ser en 2020, cuando dimitió y el caso pasó al juzgado de instrucción 16 de Sevilla. Desde entonces Serrano ha intentado sin éxito librarse de las imputaciones contra él alegando que fue engañado por sus dos colaboradores en el proyecto. Pero no lo ha conseguido.

¿Sólo un "socio capitalista"?

El juez estrella de Vox intenta sin éxito librarse del juicio por fraude y estafa alegando que fue engañado

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Ni el juez de instrucción, Juan Gutiérrez, ni –cuando le han llegado sus recursos– la Audiencia de Sevilla lo han creído. Y lo cierto es que hay motivos para sostener que Serrano era más que un mero "socio capitalista", como sostiene su defensa. Su participación en el engaño a Hacienda está acreditada documentalmente, también su implicación en las empresas por las que circuló el dinero y sus gestiones directas en el proyecto una vez que ya era innegablemente conocedor de las irregularidades.

El último varapalo para Serrano antes de la apertura de juicio oral llegó con la decisión de la Audiencia, en un auto fechado en febrero, de desestimar sus alegaciones. La resolución golpea la base de la defensa de Serrano, según la cual era un simple "socio capitalista" y asesor del proyecto. Los magistrados de la Audiencia sostienen que las alegaciones de Serrano, según las cuales su "confianza ciega" se vio traicionada y él puso distancia con sus dos socios una vez conoció las irregularidades, no casan ni con su formación jurídica, ni con las evidencias sobre su papel empresarial y sus gestiones realizadas.

infoLibre, tras conocer el auto este miércoles, solicitó hablar con Francisco Serrano a través de su bufete de abogados, sin respuesta.

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