LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Begoña Gómez cambia de estrategia en un caso con mil frentes abiertos que se van desinflando

Una central “fósil” de Endesa subleva a los ciudadanos de un municipio tinerfeño

Dicen tener más energía y fuerza que la propia central termoeléctrica con la que conviven hace más de 40 años. Eso afirma Candelaria contra la Central, la plataforma ciudadana de la pequeña localidad tinerfeña que se ha sublevado contra la prolongación de una infraestructura, propiedad de Endesa, que tenía previsto su cierre en el año 2015 y para la que ahora sin embargo, se prevé una ampliación que supondrá la construcción de una nueva central de ciclo combinado gas-fuel, una subestación, nuevos tendidos aéreos y un futuro gaseoducto. Unos planes que suponen una bofetada a las esperanzas de la pequeña localidad canaria que lleva décadas soportando la peor parte de un modelo energético tradicional basado en los combustibles fósiles.

La polémica vida útil de la central termoeléctrica Las Caletillas parecía haber llegado a su fin con el Plan General de Ordenación Urbana que en 2007 establecía su clausura en un plazo de ocho años. Se cumplía así con la Ley General aprobada por el Parlamento canario en abril de 2003. A poco menos de un año para alcanzar el cierre definitivo de la central y en contra de lo previsto, la Consejería de Industria aprobó el pasado noviembre la instalación de una nueva subestación y nuevos tendidos eléctricos que darán continuidad a la actividad de Las Caletillas.

El vuelco de la situación ha animado a un sector creciente de la localidad de Tenerife a constituirse en una plataforma que reclama el desmantelamiento de la central y la puesta en marcha de un nuevo modelo energético. Todo ello en un pueblo que lleva soportando al menos cuatro décadas la mayor concentración de tendidos de alta tensión de la isla configurados a lo largo de 20 Km de líneas y más de 70 torres de alta tensión. Una amalgama de cableado que, además de emborronar el paisaje isleño, sostiene la actividad de una central que quema más de trescientas mil toneladas de combustible fósil al año, a la que acompaña la emisión de un humo negro cargado de gases tan contaminantes y peligrosos para la salud pública como el dióxido de nitrógeno o de azufre, y que en múltiples ocasiones han llegado a superar los valores máximos admitidos por la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Las igniciones son impactantes”, explica Pilar Macein, portavoz de plataforma vecinal. Protesta, no solo por los riesgos para la salud pública, sino por los “atronadores” ruidos que se derivan de la combustión: “Parece como si la central fuera a reventar”, relata, “incluso los vecinos han llamado muchas veces a Emergencias para ver qué pasaba”. Un efecto molesto y preocupante que la portavoz achaca a la vejez y obsolescencia de una instalación con más de cuarenta años de actividad.

Estudio epidemiológico

Las continuas emisiones de gases tóxicos son un asunto que ha ido generando una creciente alarma entre los vecinos de Candelaria. Las posibles afecciones sobre la salud pública preocupan especialmente a la plataforma, que solicitó al Ayuntamiento la elaboración de un estudio epidemiológico independiente que despejara las incógnitas que acompañan a la actividad de la central. “La contaminación pesa sobre nosotros continuamente y sobre todo lo que se cultiva en el valle”, denuncia Maecin, convencida de que las emisiones están pasando factura a los poco más de 26.000 habitantes del municipio. Una preocupación que se extiende a todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento y que ha llevado al Consistorio a solicitar en varias ocasiones estudios al Servicio Canario de Salud. Y unos informes que el Gobierno municipal sigue esperando. “El Servicio Canario de Salud ha sido bastante esquivo, pero continuaremos exigiéndolo cuantas veces quieran los ciudadanos”, explica Domingo Ramos, concejal de Urbanismo de Candelaria. Una dilatada espera que ha disparado las sospechas de los ciudadanos, que desde la plataforma achacan a “intereses económicos”.

Canarias, la Arabia Saudí de las renovables

Los nuevos planes de Endesa para Candelaria han terminado por colmar la paciencia de la plataforma, que ve como los tres proyectos en trámite (la construcción de una subestación, un gaseoducto y nuevos tendidos aéreos) no solo prolongarán la vida útil de la vieja central termoeléctrica, sino un modelo energético cada vez más despreciado por una comunidad que también ha de lidiar con las prospecciones petrolíferaslidiar con las prospecciones petrolíferas que prepara Repsol en las profundidades marinas de su archipiélago. Una política energética para la que este movimiento ya ha encontrado una alternativa menos costosa y más competitiva. “Estamos 30 años por detrás de otros países europeos y creemos que Canarias puede ser la Arabia Saudí de las energías renovables”, asevera Pilar Macein. Los integrantes de la plataforma proponen el soterramiento de las líneas de alta tensión existente y que se aproveche el potencial de unas islas también afortunadas por la privilegiada capacidad de generación de electricidad solar, eólica e hidroeléctrica que le da su estratégica situación geográfica y climática. Una apuesta de futuro no solo por la sostenibilidad medioambiental, sino por el desarrollo tecnológico, económico e industrial de la comunidad.

Por su parte, el conflicto abierto entre el Ministerio de Industria y el Gobierno canario por las conflictivas prospecciones petrolíferas frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote, alienta las esperanzas de la plataforma Candelaria contra la Central, que ahora espera que el Ejecutivo isleño, presidido por Paulino Rivero, secunde sus reivindicaciones. Algo, que según la portavoz de la plataforma, entraría en consonancia con la firme postura proclamada por el presidente canario contra la explotación petrolífera en sus costas y en favor de las renovables.

Una vez más, Canarias se resiste a convertirse en un fósil en el mapa energético europeo. A los planes del Ministerio de Industria con respecto a las conflictivas prospecciones petrolíferas, se añade ahora la decisión del Gobierno Canario de renovar la Central Termoeléctrica de las Caletillas. Unos planes que entran en contradicción con las recientes proclamas del Ejecutivo autonómico en favor de las energías renovables. promesa que ha empujado a la plataforma a exigir un esfuerzo de coherencia a sus representantes.

QUIÉN, QUÉ Y CÓMO

Repsol y Gobierno no logran perforar la resistencia canaria a las prospecciones

Ver más

QUIÉN: página de facebook

QUÉ:

CÓMO:

Dicen tener más energía y fuerza que la propia central termoeléctrica con la que conviven hace más de 40 años. Eso afirma Candelaria contra la Central, la plataforma ciudadana de la pequeña localidad tinerfeña que se ha sublevado contra la prolongación de una infraestructura, propiedad de Endesa, que tenía previsto su cierre en el año 2015 y para la que ahora sin embargo, se prevé una ampliación que supondrá la construcción de una nueva central de ciclo combinado gas-fuel, una subestación, nuevos tendidos aéreos y un futuro gaseoducto. Unos planes que suponen una bofetada a las esperanzas de la pequeña localidad canaria que lleva décadas soportando la peor parte de un modelo energético tradicional basado en los combustibles fósiles.

Más sobre este tema
>