El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pisa el acelerador para tapar lo antes posible todos los agujeros en la cúpula de la judicatura que dejaron los cinco años de bloqueo conservador. El Pleno del órgano de gobierno de los jueces tiene previsto poner en marcha este miércoles el mecanismo para cubrir prácticamente la mitad del centenar de plazas vacantes en los niveles más altos de la carrera. La idea es que antes de fin de año estén convocados ya los procesos para cubrir el cien por ciento de estos puestos vacíos. Y que la renovación de la cúpula esté culminada en marzo. Un timing sobre el papel que algunas fuentes dentro del CGPJ ven demasiado ambicioso: "Todo va a depender de algo que nadie controla: la cantidad de aspirantes que se presenten".
El órgano de gobierno de los jueces acordará en el Pleno ordinario de esta semana la convocatoria de 51 vacantes en el Tribunal Supremo, Audiencia Nacional, Tribunales Superiores de Justicia y Audiencias Provinciales. En el primero de ellos, con un agujero de más de un 30% de la plantilla, se ha dado prioridad absoluta a las dos salas más castigadas por las bajas: la de lo Contencioso-Administrativo y la de lo Social. En relación con el segundo órgano judicial, se convocará la Presidencia general y las jefaturas de las salas de lo Penal, Social, Contencioso-Administrativo y Apelación. Otra veintena guardan relación con los TSJ. Y una decena más, con Audiencias Provinciales.
La de este miércoles será la segunda gran convocatoria para cubrir puestos en la cúpula judicial. La primera, que acaba de publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se ha centrado en las presidencias de cuatro de las cinco Salas en las que se divide el Supremo –Civil, Penal, Contencioso-Administrativo y Social–, puestos a los que pueden aspirar todos aquellos magistrados y magistradas del Alto Tribunal que cuenten con tres años de servicio en la categoría. Y se espera, según las fuentes consultadas por infoLibre, que antes de que finalice el año haya una última convocatoria con el resto de plazas vacantes pendientes de cubrir.
El órgano de gobierno de los jueces aspira a que el proceso de renovación sea rápido. Es más, la idea "sobre el papel", según señalan varias fuentes pulsadas, es que pueda estar culminado en marzo. Un calendario que algunos miembros del Poder Judicial consideran misión imposible. Al fin y al cabo, sostienen, todo va a depender de algo que nadie puede controlar: la cantidad de aspirantes que se presenten. Una afluencia de candidatos que algunas voces vaticinan que será elevada tras más de cuatro años con las designaciones congeladas. "Es una oportunidad grande para mucha gente", deja caer alguno de los vocales.
Diez minutos de entrevista
Con esto en mente, el CGPJ ha recortado el tiempo de comparecencia ante la Comisión de Calificación, encargada de evaluar a los aspirantes y elevar al Pleno la terna para cada una de las plazas. Si antes esas entrevistas podían alargarse una hora, ahora serán de diez minutos como máximo, que se cumplirán de "manera estricta". "Deberán decidir qué aspectos de su currículo resaltan", dicen las fuentes consultadas. Es el gran cambio en un proceso de selección que, de cara al futuro, debería contar con "indicadores objetivos de méritos". Ese y los veinte años de carrera que ahora se deben acreditar para acceder al Supremo –antes de la última reforma de la Ley del Poder Judicial eran quince–.
La reforma normativa del Ejecutivo de coalición que impide hacer nombramientos a un CGPJ caducado, unido al cerrojazo conservador a la renovación, provocó que durante cuatro años no pudiese convocarse una sola plaza en la cúpula judicial. Y congeló todos aquellos concursos que por aquel entonces se encontraban en desarrollo. Es el caso, por ejemplo, de la convocatoria para cubrir la vacante por jubilación del magistrado Antonio Salas en la Sala Primera del Supremo. Se llegaron a presentar hasta una veintena de aspirantes. Y la Comisión Permanente llegó a proponer, antes de que la reforma normativa dejase todo en suspenso, ocho candidatos.
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Sobre estos procedimientos que en su día fueron puestos en marcha, las fuentes pulsadas explican que la idea es reactivarlos conservando las ternas de candidatos propuestos, aunque no se descarta que puedan añadirse nuevos aspirantes. "Los peticionarios que hubiese, además, no podrán presentar más méritos que los que ya tuvieran en aquellas fechas", completan esas mismas fuentes.
A vueltas con la paridad
Por otro lado, aún está por ver cómo se aplica la nueva Ley de Paridad. Dicha norma, que entró en vigor el pasado mes de agosto, establece que en los nombramientos del CGPJ que impliquen "margen de discrecionalidad o apreciación de méritos" debe garantizarse "el principio de presencia equilibrada de mujeres y hombres", de tal forma que "las personas de cada sexo no superen el 60% ni sean menos del 40%". Sin embargo, hay debate respecto al modo de cumplir con esta regla. De ahí que, en relación con las cuatro presidencias de Sala del Supremo, se haya encargado un informe cuyas conclusiones pueden determinar cómo deben hacerse, en este sentido, el resto de designaciones.
Las discrepancias, según explican fuentes del órgano, giran alrededor de si la regla de paridad debe aplicarse a pequeña o a gran escala. Algunos vocales dentro del órgano consideran que esa norma debería aplicarse tomando como referencia, por ejemplo, la composición de las Salas, algo que otros ven complicado: "Imaginemos que en una de 32 miembros solo hay siete mujeres. Eso implicaría que solo accederían magistradas, lo que jurídicamente sería difícil de sostener". De ahí que algunas voces dentro del órgano de gobierno de los jueces se inclinen por aplicar la regla de paridad sobre el global de plazas de la cúpula judicial convocadas. En total, más de un centenar.
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pisa el acelerador para tapar lo antes posible todos los agujeros en la cúpula de la judicatura que dejaron los cinco años de bloqueo conservador. El Pleno del órgano de gobierno de los jueces tiene previsto poner en marcha este miércoles el mecanismo para cubrir prácticamente la mitad del centenar de plazas vacantes en los niveles más altos de la carrera. La idea es que antes de fin de año estén convocados ya los procesos para cubrir el cien por ciento de estos puestos vacíos. Y que la renovación de la cúpula esté culminada en marzo. Un timing sobre el papel que algunas fuentes dentro del CGPJ ven demasiado ambicioso: "Todo va a depender de algo que nadie controla: la cantidad de aspirantes que se presenten".