La comisión de investigación de accidentes ferroviarios (CIAF), órgano colegiado adscrito a la Subsecretaría de Fomento que se define con independencia en su funcionamiento, ha recomendado a Talgo cambios en las series S-130 y S-730 –modelo que descarriló en Angrois en julio de 2013– para evitar fallos en el cierre de las puertas de los coches.
Así lo recoge en un informe sobre un accidente ocurrido en Ciudad Real en abril de 2013, es decir, tres meses antes del siniestro del Alvia en Santiago de Compostela, que se saldó con la muerte de 80 personas.
El documento, con fecha del pasado 24 de marzo y que recoge Europa Press, se publica dos años después de lo que la propia comisión determina como una "colisión con obstáculos", cuando su propio mandato establece que los informes se harán públicos "en el plazo más breve posible y en todo caso en el plazo máximo de doce meses desde la fecha del suceso".
Dicho suceso, en este caso, consistió en el desprendimiento de la puerta del tercer coche en un trayecto Madrid-Cádiz, a la altura del túnel de Venta La Inés, en Ciudad Real.
El tren, en este caso un Talgo 130, perdió una puerta a una velocidad "superior a 240 kilómetros por hora", tras lo que otro tren de alta velocidad procedente de Sevilla y con destino a Madrid "arrolla en el interior del túnel de Venta La Inés la puerta desprendida". "No se produjo el descarrilamiento del tren ni daños personales", constata el documento.
"Fallo humano del interventor"
Como conclusión, la CIAF apunta que el accidente "se produjo por el fallo humano del interventor", al manipular este "de forma incorrecta" el sistema de apertura/cierre manual de la puerta izquierda del coche número 3. "Lo que provocó que la puerta quedase cerrada y condenada pero no enclavada, lo que ocasionó que al paso por el interior del túnel la puerta se desprendiera del coche por diferencia de presión, cayendo sobre la vía I y siendo arrollada por el tren 2361 que circulaba en sentido contrario", dictamina.
Con todo, pese a concluir que lo que hubo fue un "fallo humano", la comisión de investigación hace varias recomendaciones a Talgo y otra a Renfe Operadora.
Así, a Talgo le pide la "revisión de la normativa técnica sobre puertas exteriores" y el "montaje" en las series S-130 y S-730 de "un mecanismo" que impida "el accionamiento de la condena de la puerta exterior sin los ganchos de retención dispuestos". A mayores, también solicita a la empresa "nuevas normas de condena de puertas en trenes de nueva construcción".
En cuanto a Renfe, le demanda la "elaboración de un glosario de definiciones para la unificación de términos, y su inclusión en los cursos de reciclaje".
Plan de emergencia
Bajo el epígrafe plan de emergencia interno-externo, el informe de la CIAF explica que el desprendimiento de la puerta se produjo a las 17,31 horas del 7 de abril de 2013. Tras comunicarse lo sucedido a la Gerencia Territorial de Seguridad en la Circulación Sur de Adif, entre otros agentes, se prescribió "marcha a la vista" por ambas vías y limitación de velocidad a 160 kilómetros por hora entre Venta La Inés y Puertollano.
A las 17,38 horas, el tren que perdió la puerta reanudó la marcha "con restricción de velocidad" y continuó hasta Córdoba, donde quedó "apartado" y sus viajeros "transbordados a otro tren", indica.
Por su parte, el tren que arrolló la puerta continuó a las 18,17 horas la marcha a una velocidad de 60 kilómetros por hora hasta la estación de Puertollano, donde también fue apartados y sus viajeros transbordados.
Relación de investigaciones
En el apartado de relación de las investigaciones recoge que, de la toma de declaración realizada al interventor el 8 de abril en Córdoba, se extrajo entre otras cuestiones "que la misma puerta dio problemas en otra estación (rebotando) y que se normalizó sin actuar sobre ella".
El interventor "tuvo conocimiento de la pérdida de la puerta al observar un fuerte golpe de aire" e informó al maquinista, que posteriormente –recibida la autorización para reanudar la marcha– le ordenó que continuase en la plataforma hasta el estacionamiento en Córdoba "para evitar la posible caída de viajeros".
Medidas adoptadas
Por último, en medidas adoptadas, el documento de la comisión de investigación de accidentes ferroviarios señala que Talgo ha revisado una instrucción técnica relativa a puertas exteriores en el coche y ha creado otra, denominada Procedimiento de anulación de puerta en caso de avería, como ampliación de la anterior.
"En los trenes de las series S-130 y S-730 se está realizando el montaje de un mecanismo que impide mecánicamente el accionamiento de la condena de la puerta exterior mientras los ganchos de retención de la puerta estén subidos", afirma. "Adicionalmente se está modificando, para mejorar el mecanismo de condena, incorporando un refuerzo que robustece el sistema", añade.
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A fecha de 20 de febrero de 2015, según dice, "el estado de implantación de dichas modificaciones en la flota de trenes de las series S-130 y S-730 es del 66% (29 trenes de un total de 44)". "Está previsto llegar al 100% hacia finales del mes de mayo de 2015", según agrega.
Según la CIAF, Talgo "ha elaborado unas nuevas normas de condena de puertas de aplicación en los trenes de nueva construcción". Por parte de Renfe, señala que ha elaborado el mencionado "glosario de definiciones" y que "a fecha de este informe" está "en fase de implantación en los manuales de conducción y en los procedimientos internos".
Por parte del departamento de formación, indica, "se están incluyendo dichos glosarios en los cursos de reciclaje que se imparten tanto a los agentes de acompañamiento como a los maquinistas".
La comisión de investigación de accidentes ferroviarios (CIAF), órgano colegiado adscrito a la Subsecretaría de Fomento que se define con independencia en su funcionamiento, ha recomendado a Talgo cambios en las series S-130 y S-730 –modelo que descarriló en Angrois en julio de 2013– para evitar fallos en el cierre de las puertas de los coches.