Las ovejas y cabras que comenzaron este viernes en la Casa de Campo su recorrido han cruzado este domingo las calles del centro de Madrid, como hacen desde hace 26 años, según informa Europa Press. Un gran rebaño de hasta 1800 ovejas merinas y 100 cabras retintas ha sido conducido por los pastores, ante miles de curiosos espectadores. El objetivo de esta fiesta es reivindicar el mundo rural y ganadero y un patrimonio único en el mundo, el de las vías pecuarias, que en nuestro país alcanzan hasta 125.000 kilómetros de dominio público.
Los animales han sido recibidos por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que ha pedido mirar al futuro con la trashumancia porque no es "una mera reivindicación del pasado". Así lo ha señalado en su intervención en la entrega de los maravedís como parte de la clausura de la Fiesta de la Trashumancia a donde ha estado acompañado del delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, el delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, y el premiado de Orgullo Rural 2019, Jesús Garzón.
Según Almeida, la trashumancia es una "garantía de mejor futuro" para los territorios de España donde "coexisten realidades tan amplias". Ha puesto como ejemplo la capital, que tiene a "apenas 50 kilómetros" la Sierra de Guadarrama.
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A su parecer, el futuro se "gana" con el mantenimiento de las actividades tradicionales y de la biodiversidad que caracteriza a la región. En esta línea, ha señalado que este evento es un "buen ejemplo de convivencia" para lograr un futuro entre la "España ocupada" y la "España vaciada".
Para Almeida, es "un contacto real" entre los ganaderos y los madrileños. Al final, ha agradecido el trabajo a los ganaderos al grito de "viva la trashumancia" y ha indicado que espera que la fiesta se siga celebrando.
Las ovejas y cabras que comenzaron este viernes en la Casa de Campo su recorrido han cruzado este domingo las calles del centro de Madrid, como hacen desde hace 26 años, según informa Europa Press. Un gran rebaño de hasta 1800 ovejas merinas y 100 cabras retintas ha sido conducido por los pastores, ante miles de curiosos espectadores. El objetivo de esta fiesta es reivindicar el mundo rural y ganadero y un patrimonio único en el mundo, el de las vías pecuarias, que en nuestro país alcanzan hasta 125.000 kilómetros de dominio público.