La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, celebró este lunes su primer 2 de Mayo, festividad de la Comunidad de Madrid, como presidenta regional. Y lo hizo en un contexto muy marcado por la política nacional, el día que se disolverán las Cortes para la convocatoria de elecciones generales el 26 de octubre. Quizá por el contexto y porque el aire huele a campaña electoral, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, acudió a los actos acompañado de su número dos, Soraya Sáenz de Santamaría. No es muy habitual ver a Rajoy por la madrileña Puerta del Sol. O no lo era en la etapa en la que estaban al frente, primero Esperanza Aguirre, y, después, su delfín, Ignacio González. Quizá para el jefe del Ejecutivo, como para Cifuentes, también estamos ante un "tiempo nuevo".
En su discurso, además de repasar la trayectoria de los premiados en esta edición de las medallas del día de la Comunidad, Cifuentes se reivindicó como cabeza visible de una nueva etapa en el Gobierno regional. Un proyecto, que, según recordó, comenzó hace un año.
Con la apuesta por Cristina Cifuentes en lugar de por Ignacio González para presidir la Comunidad, es eso precisamente lo que pretendía el Partido Popular: echar el cierre a la era Aguirre, muy sacudida por los escándalos de corrupción, y echar el freno a los continuos enfrentamientos entre los aguirristas y la dirección nacional del partido.
Cifuentes hizo especial hincapié en la regeneración. De hecho subrayó que ese "tiempo nuevo" está "vertebrado por la regeneración democráctica" y que, entre otros asuntos, "conlleva la supresión de aforamientos, limitación de mandatos, reducción del número de diputados, listas abiertas, y establecimientos de Códigos Éticos, entre otras muchas iniciativas que van a suponer incluso la reforma del Estatuto de Autonomía".
Esperanza Aguirre, que ocupó durante años el despacho que ahora ocupa Cifuentes, escuchaba el discurso de la mujer que también ha asumido las riendas del PP de Madrid tras su marcha junto a Alberto Ruiz-Gallardón, también expresidente de la Comunidad. Quienes fueron sus hombres fuertes en el Gobierno regional no estaban entre el auditorio. Ignacio González,que el año pasado presidió estos actos, está fuera de los focos mediáticos y de la actividad pública desde que empezó a instruirse la causa de su ático en Estepona. Y Francisco Granados, encarcelado por su relación con trama Púnica.
Intentando marcar distancias también con sus antecesores, Cifuentes insistió en que su etapa está marcada por el "consenso", el "diálogo" y el "acuerdo".
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Pactos de Gobierno
La presidenta de la Comunidad de Madrid celebró su primer 2 de Mayo al frente del Gobierno regional reclamando, además, "respeto a las mayorías salidas de las urnas"
"No podemos esperar que las urnas resuelvan por sí solas la incapacidad de los partidos para llegar a acuerdos que, superando los vetos, hagan posible la gobernabilidad de España", dijo.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, celebró este lunes su primer 2 de Mayo, festividad de la Comunidad de Madrid, como presidenta regional. Y lo hizo en un contexto muy marcado por la política nacional, el día que se disolverán las Cortes para la convocatoria de elecciones generales el 26 de octubre. Quizá por el contexto y porque el aire huele a campaña electoral, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, acudió a los actos acompañado de su número dos, Soraya Sáenz de Santamaría. No es muy habitual ver a Rajoy por la madrileña Puerta del Sol. O no lo era en la etapa en la que estaban al frente, primero Esperanza Aguirre, y, después, su delfín, Ignacio González. Quizá para el jefe del Ejecutivo, como para Cifuentes, también estamos ante un "tiempo nuevo".