Alrededor de 1.200 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) trabajarán el sábado para vigilar las Marchas de la Dignidad e impedir que se reproduzcan violentos incidentes como los del año pasado, que acabaron con un centenar de heridos, la mayoría leves y muchos de ellos policías, y 29 detenidos.
Por tanto, tal y como informaron a Europa Press fuentes policiales, se trata de un dispositivo muy importante, aunque lejos de los 1.600 agentes destinados el año pasado. La Policía prevé menos asistencia de público aunque se encuentra en alerta por la presencia de radicales de Madrid y llegados de otros provincias que quieran reventar dicha manifestación.
De hecho, desde varias webs se están convocando a grupos antisfascista, de Yeska (Juventudes de Izquierda Castellana) e independentistas de otras comunidades. Además, un grupo de anarquistas llama a la "acción directa contra el Estado y su violencia" y a vestir de negro durante la marcha.
Por ello, la Policía Nacional movilizará 25 grupos operativos de antidisturbios –que están compuestos por unos 45 agentes–, varios de ellos procedentes de fuera de Madrid. Además, contarán con el refuerzo de Policía Municipal y otros grupos de la Policía como la Brigada de Información.
La organización espera que sea "pacífica"
En una rueda de prensa ofrecida ayer miércoles, los organizadores de las Marchas por la Dignidad señalaron que vuelven a las calles del centro de Madrid "para denunciar la situación social que viven muchas familias, defender los servicios públicos, exigir que no se pague la deuda ilegítima, reclamar trabajo y salario suficiente e impulsar la futura convocatoria de huelga general para el 22 de octubre".
Habrá nueve rutas procedentes de varios puntos geográficos de España, que confluirán el sábado sobre las 18 horas en la plaza de Colón y durante todo el sábado recorrerán varios puntos de la capital mediante varias etapas.
Las nueve columnas están conformada proceden de País Vasco, Burgos y La Rioja (ruta 1); Cataluña, Aragón, Navarra y Guadalajara (ruta 2); Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla la Mancha y sureste de Madrid (ruta 3); Andalucía, Castilla-La Mancha y el sur de Madrid (ruta 4); Extremadura, Toledo, Suroeste de Madrid (ruta 5); Asturias, Cantabria, Castilla y León (ruta 6); Canarias, Baleares, yayoflautas y centro de Madrid (ruta 7), los trenes procedentes de Galicia (ruta 8) y la denominada ruta de la Memoria Histórica.
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Uno de los portavoces, Javier García, ha detallado que la movilización será "totalmente pacífica y legal", ya que ha sido comunicada a la Delegación del Gobierno, que dirige Cristina Cifuentes –candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid– en tiempo y forma. Y aseguró que habrá una dotación importante de la comisión de orden público para impedir que se dé ningún incidente.
Además, afirmó que la manifestación del año pasado acudieron cerca de 1,5 millones de personas –la Policía habló inicialmente de 50.000 para rebajarlo luego a 36.000– con un clima pacífico hasta que el Gobierno realizó una "utilización política" de los miembros antidisturbios con un acto de "rompimiento" de parte de la manifestación.
Para esta marcha, esperan menos afluencia al coincidir con un periodo electoral aunque los portavoces han asegurado que lo que se pretende es que esta movilización sea "sostenida en el tiempo". Las Marchas por la Dignidad tienen "vocación de futuro y continuidad", ha insistido otra de las portavoces, Nines Maestro.
Alrededor de 1.200 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) trabajarán el sábado para vigilar las Marchas de la Dignidad e impedir que se reproduzcan violentos incidentes como los del año pasado, que acabaron con un centenar de heridos, la mayoría leves y muchos de ellos policías, y 29 detenidos.