Cinco activistas de la plataforma No Somos Delito han sido identificados este miércoles como promotores de una manifestación no comunicada –y por lo tanto ilegal– frente al Congreso de los Diputados en favor, precisamente, de la derogación completa de la ley mordaza. Se trataba de una convocatoria permitida por la propia Mesa del Congreso, según sus organizadores, y que venía precedida de un encuentro con diputados de los partidos comprometidos con la eliminación de esta norma en el interior del hemiciclo.
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"Tras la reunión, hemos salido a la puerta del Congreso para hacernos una fotografía y leer un manifiesto, todo ello con los parlamentarios", explica Mónica Hidalgo, una de las activistas identificadas por la Policía. "Después –continúa– cuando los diputados habían regresado al Congreso, nosotros hemos bajado a tomar algo y, nada más salir, la Policía nos ha parado y nos ha identificado".
Hidalgo asegura que han intentado explicar a la Policía que se trataba de un acto promovido que contaba con el visto bueno del Congreso. Pero no ha sido hasta la llegada de los diputados de Podemos Victoria Rosell, Rafael Mayoral y Carolina Bescansa, entre otros, cuando, tal y como cuenta la activista, la Policía ha accedido a no multarles . "Nosotros en realidad éramos unos invitados", asevera.
Con esta acción, dice, "queda demostrado lo que decimos sobre la ley mordaza" ley mordaza. Hidago cree que se utiliza la ley para "asustar a la gente y que no haga actos ni manifestaciones". "Van a materte el miedo en el cuerpo", asegura. Una historia que, finalmente, ha terminado sin sanciones por parte de una ley que castiga con multas de entre 600 y 30.000 euros las manifestaciones no comunicadas ante el Congreso, el Senado, los parlamentos autonómicos o los altos tribunales, incluso si éstos no tienen actividad.
Cinco activistas de la plataforma No Somos Delito han sido identificados este miércoles como promotores de una manifestación no comunicada –y por lo tanto ilegal– frente al Congreso de los Diputados en favor, precisamente, de la derogación completa de la ley mordaza. Se trataba de una convocatoria permitida por la propia Mesa del Congreso, según sus organizadores, y que venía precedida de un encuentro con diputados de los partidos comprometidos con la eliminación de esta norma en el interior del hemiciclo.