Ciudadanos sigue “tragando sapos” a la espera de que Rajoy cambie de actitud

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El miércoles de la semana pasada –tras reunirse con Albert Rivera– Mariano Rajoy anunció que se tomaría una semana para reunirse con su ejecutiva y someter "a debate y aprobación por el Comité Ejecutivo Nacional del PP" las medidas planteadas por Ciudadanos como requisito previo a iniciar cualquier negociación. Sobre la fecha de la investidura, la otra "condición irrenunciable" del partido naranja, el líder del PP no aclaró cuándo pensaba fijar ese debate de investidura ni si lo haría en caso de no reunir los apoyos necesarios, pues la suma de los 137 parlamentarios del PP y los 32 de Ciudadanos no garantizan la investidura.

Una semana después, y ejecutiva del PP mediante, el panorama no ha cambiado demasiado. Rajoy aseguró este miércoles que la cúpula del PP no había "hablado" en la reunión de la dirección esas seis condiciones –por lo que no las asume explícitamente– y tampoco planteó una fecha para la votación de investidura a pesar de que hace ya nueve días que Rivera le apremió a "poner fecha y hora" a ese debate. Es decir, el ninguneo de Rajoy a Ciudadanos fue total porque ni hay decisión sobre sus condiciones ni hay fecha. Y, a pesar de eso, en el partido naranja optaron por reaccionar de forma sosegada y presentarse como un partido que no se levanta de la mesa "de forma maleducada".

El número dos del partido, José Manuel Villegas, compareció en rueda de prensa apenas dos horas después que Rajoy para anunciar que, por el momento, su voluntad era la de "esperar". Sin entrar en el cuerpo a cuerpo, el dirigente fió a la reunión que este jueves mantendrán los líderes de ambos partidos la resolución de la postura del PP. "Esperamos que mañana [por este jueves] si Rajoy comunica que acepta nuestras condiciones nos transmita también si es candidato o no la investidura y nos diga qué fecha pone a ese debate", señaló. En sus palabras no hubo el más mínimo reproche. En todo caso, la expresión de cierta sensación de sorpresa. 

Aunque declinó valorar las declaraciones del presidente en funciones, Villegas sí mostró su sorpresa por el hecho de que los conservadores no hubieran siquiera debatido esas condiciones en una reunión de su dirección que había sido convocada con ese fin. "Nosotros no vamos a entrar a negociar los mecanismos del PP, pero nos sorprende haber perdido estos siete días. Lo que esperábamos era algo diferente y más concreto", dijo Villegas. A pesar de eso, aseguró que en su formación no se sienten ni "menospreciados" ni "ninguneados" por la actuación del PP. "Eso en política no existe", añadió emulando el "a la política se viene llorado de casa" que pronunció Rivera la semana pasada. 

Templada respuesta 

Pero lo cierto es que en el partido naranja tenían más de un motivo para sentirse algo soliviantados. Entre ellos, el menosprecio de Rajoy al decir –faltando a la verdad– que nunca se había planteado reunir a la ejecutiva de su partido para "hablar de las condiciones" de Ciudadanos y que él nunca había afirmado eso. O el hecho de haber tenido las negociaciones en standby durante una semana –en la que Rajoy aprovechó para irse a descansar a Galicia– con el argumento de que este era un asunto que tenía que debatir en el seno de su formación, algo que finalmente no hizo, tal y como él mismo anunció. 

Rajoy ningunea a Ciudadanos y se niega a poner fecha a la investidura

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También ninguneó el presidente en funciones a Ciudadanos en relación a otro tema fundamental, la fecha de la investidura, al situar a Sánchez como su interlocutor en esta cuestión. Así, Rajoy anunció que tenía intención de pedir una reunión al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para discutir sobre ese asunto y también para tratar de convencerle de que cambie de idea y apoye su candidatura con una abstención. "Lo que procede es una conversación con el señor Sánchez para dos cosas: [discutir] si prefiere la repetición de las elecciones y [conocer] su criterio sobre la fecha del debate de investidura", planteó el dirigente conservador.

La templada respuesta del partido de Albert Rivera es quizá otro de los "sapos" que Ciudadanos tendrá que tragar para negociar con Rajoy a cambio de intentar ganarse el tanto de, a su juicio, "desbloquear" la situación. El portavoz del partido en el Congreso, Juan Carlos Girauta, utilizó esta expresión el miércoles de la semana pasada añadiendo que se tragarían "cien sapos si hace falta" por el bien de los españoles. También la utilizó Rivera al ser preguntado por las palabras de su portavoz parlamentario: "Respecto a tragar sapos, yo, por España y los españoles, estoy dispuesto a sentarme incluso con quien me parece que ha gobernado mal", señaló en alusión a Rajoy.

Esa reunión entre ambos líderes tendrá lugar este jueves por la mañana en el Congreso de los Diputados. En esa cita la fecha para el debate de investidura será uno de los temas principales, tal y como recoge infoLibre. Un gesto que serviría para desbloquear la negociación con el partido naranja y también para liberar de presión a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que lleva tres semanas sin convocar la votación desde que el rey designó a Rajoy candidato.

El miércoles de la semana pasada –tras reunirse con Albert Rivera– Mariano Rajoy anunció que se tomaría una semana para reunirse con su ejecutiva y someter "a debate y aprobación por el Comité Ejecutivo Nacional del PP" las medidas planteadas por Ciudadanos como requisito previo a iniciar cualquier negociación. Sobre la fecha de la investidura, la otra "condición irrenunciable" del partido naranja, el líder del PP no aclaró cuándo pensaba fijar ese debate de investidura ni si lo haría en caso de no reunir los apoyos necesarios, pues la suma de los 137 parlamentarios del PP y los 32 de Ciudadanos no garantizan la investidura.

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