Cataluña afronta este domingo sus elecciones autonómicas más decisivas en años: sea por la excepcionalidad de la candidatura a la que todas las encuestas atribuyen la victoria –Junts pel Sí–, por el carácter plebiscitario que las listas atribuyen a estos comicios o por la incertidumbre en torno a la hoja de ruta que podría aprobar un futuro Parlament con mayoría independentista, lo cierto es que todos los candidatos admiten la naturaleza excepcional de esta cita con las urnas, donde la cuestión soberanista y sus derivadas centran el debate.
En total hay 5.510.713 catalanes llamados a votar, de los que más de 5,3 millones residen en la comunidad autónoma y algo menos de 200.000 son electores que pueden ejercer su derecho al sufragio desde el extranjero. De ese total, 164.240 ciudadanos podrán hacerlo por primera vez para elegir así a los 135 diputados de la Cámara catalana –85 por Barcelona, 18 por Tarragona, 17 por Girona y 15 por Lleida–. La mayoría absoluta se alcanza con 68 escaños y ese es el listón que debe superar el candidato a president de la Generalitat para ser elegido en primera vuelta. Si no lo hace, le basta con la mayoría simple en una segunda votación.
Más allá del nombre de la candidatura que se alce con la victoria, estas son algunas claves para interpretar los resultados y entender qué se juega cada uno de los partidos este domingo.
1. ¿Ganarán los independentistas en escaños? ¿Y en votos?
La mayoría de encuestas coinciden en su respuesta a la primera pregunta: sí, las candidaturas independentistas –Junts pel Sí y la CUP– conseguirán este domingo una mayoría de escaños en la Cámara catalana. El sondeo del CIS, por ejemplo, otorgó entre 68 y 69 asientos a la suma de ambas. De entre los pronósticos publicados durante la campaña, sólo los elaborados por NC Report para La Razón no contemplaron la posibilidad de la mayoría absoluta independentista. El resto la dieron por segura o, al menos, la contemplaron como probable en sus pronósticos. El País, por ejemplo, calculó que podrían llegar a los 78 escaños.
Así, todos los sondeos conceden a la lista de Artur Mas –encabezada, eso sí, por el exeurodiputado de ICV Raül Romeva– una amplia victoria con entre 59 y 67 asientos, mientras que para la CUP estiman entre 5 y 12 diputados. Cosa bien diferente es si se cuentan las papeletas una a una, y es que ningún sondeo cree que los independentistas vayan a cosechar más de la mitad de los votos, si bien el abanico de cálculos es amplio: el CIS afirmó que se quedarían en el entorno del 44% mientras que, por ejemplo, Metroscopia estimó para El País que estarían justo al borde de la mayoría absoluta, también en sufragios (49,6%).
Si los independentistas lograsen una mayoría absoluta en votos, se sentirían sin duda más legitimados para llevar adelante su anunciado proceso secesionista. En caso contrario, el resto de partidos insistirá en que la mayoría de catalanes no apoya la ruptura.
2. ¿Superará Junts pel Sí a la suma de CiU y ERC en 2012?
Antes incluso de que Artur Mas convocara las elecciones de este domingo a principios de agosto, su empeño fue siempre el de "sumar" y lograr una lista electoral que incluyera a su partido, Convergència, pero también a Esquerra (ERC) y a las asociaciones por la independencia, como la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, vinculadas a la organziación de las masivas manifestaciones por la Diada de los últimos años. Ese propósito dio sus frutos y el resultado es Junts pel Sí, donde se unieron tantos los líderes de los partidos –Mas es el número cuatro y Oriol Junqueras (ERC), el cinco– como líderes vinculados a esas entidades.
Con todo el independentismo salvo la CUP –que decidió concurrir en solitario– agrupado en una única lista, el reto para Artur Mas es superar los registros que, en el pasado, obtuvieron CiU y ERC por separado. Su mejor registro histórico lo lograron en 1992: 81 escaños y el 54,15% de los votos. En escaños, y salvo en las primeras elecciones autonómicas de 1980, siempre han logrado la mayoría absoluta mientras que, en votos, sólo en 1984, 1992 y 1995 pasaron del 50%. En todos esos casos hay que tener en cuenta, eso sí, que Unió concurrió en el seno de CiU, cosa que este domingo no ocurre tras la ruptura de la coalición.
Las referencias más próximas en el tiempo son las elecciones autonómicas de 2012, 2010 y 2006. En el actual Parlament catalán hay 71 escaños de CiU y ERC, que representan al 44,4% de los votantes. Dos años atrás, en 2010, obtuvieron 72 asientos y el 45,43% de los sufragios. Y en 2006, en los inicios del debate sobre el Estatut de Cataluña, la suma de ambas listas se quedó en 69 representantes y un 45,55% de las papeletas.
3. ¿Tendrá la CUP la llave del Parlament?
Los sondeos sostienen que la Candidatura de Unidad Popular (CUP), que obtuvo representación en el Parlament por primera vez en las elecciones de 2012 –lograron apenas el 3,47% de los votos y 3 escaños–, tendrán ahora la llave de la mayoría absoluta en la Cámara catalana. Sus escaños, predicen las encuestas, serán vitales para lograr la investidura del futuro president en primera vuelta. Por ahora, el candidato Antonio Baños ya ha dejado claro que ese voto favorable no se producirá, por lo que si Artur Mas necesita ese apoyo no logrará ser reelegido en primera votación.
En las siguientes vueltas hay varias posibilidades. Baños explicó durante la campaña que la formación anticapitalista podría abstenerse o votar en contra. Si se abstuviera, Mas sería reelegido por mayoría simple en segunda votación, dos días después de la primera. Si la CUP decidiera votar en contra, podrían forzar la elección de otro candidato de la lista de Junts pel Sí. El argumento de Baños es que Mas representa "un extremo" y la CUP otro "extremo" entre los rupturistas, y que un Gobierno de transición hacia la independencia debería estar presidido por una persona que suscitara mayor consenso entre todos los favorables a la secesión.
4. ¿Se convertirá Ciudadanos en el partido que encabece la oposición?
El partido de Albert Rivera experimentará un importante crecimiento este domingo según todas las encuestas. Ciudadanos se estrenó en el Parlament en 2006, con un 3,03% de los votos y 3 diputados. Cuatro años después, en 2010, práticamente calcó esos resultados: 3,39% de las papeletas y los mismos 3 representantes. E incluso en 2012, cuando la formación contaba con una mayor proyección, no logró pasar de ser la sexta fuerza autonómica, con el 7,56% de los sufragios y 9 escaños.
Ahora el panorama es bien diferente. Tanto el CIS como los sondeos publicados durante la campaña preciden que la lista que encabeza Inés Arrimadas se convertirá en el segundo grupo de la Cámara y estiman que se moverá en el entorno de los 20 escaños. Arrimadas, de hecho, se presentó durante la campaña como dispuesta a encabezar una mayoría alternativa a la independentista: "Tengo el deber moral de intentar hasta el final liderar un Gobierno", dijo en un acto de campaña en Barcelona, donde subrayo su condición de "la mejor situada" para encabezar esa mayoría alternativa.
5. ¿Detendrá el PSC su desplome?
El PSC fue un partido de Gobierno en Cataluña hasta hace bien poco. Nunca obtuvo la victoria en los escaños, pero en dos ocasiones se alzó con la mayoría de los votos. Fue en 1999 y 2003. En esa última legislatura (2003-2006) y en la siguiente (2006-2010), de hecho, fueron socialistas quienes encabezaron el Govern de la Generalitat –Pascual Maragall en el primer caso y José Montilla en el segundo–. Estos días las perspectivas son muy diferentes: el PSC se conformaría, dijo su candidato Miquel Iceta en campaña, con obtener entre 15 y 20 diputados.
Lejos quedan, por tanto, los 52 parlamentarios de 1999, los 42 de 2003, los 37 de 2006 e incluso los 28 de 2010, última ocasión en la que el PSC resistió como principal partido de la oposición. En los últimos comicios, los de 2012, fue incluso adelantado por Esquerra, que se quedó a unas décimas en el terreno de los votos –13,7% frente al 14,43% de los socialistas– pero le aventajó en un escaño –21 de los independentistas contra 20–. La votación de 2010 fue el peor resultado histórico del partido hasta entonces, y en 2012 se reeditó el triste logro de empeorar el suelo electoral del partido.
Todos los sondeos apuntan que los socialistas, encabezados ahora por un Miquel Iceta que se estrena como candidato, marcarán un nuevo mínimo histórico. El CIS les concedió entre 16 y 17 representantes, por detrás incluso de Catalunya Sí que es Pot, la candidatura de Podemos, ICV, Esquerra Unida (EUiA) y Equo. En ese escenario el PSC quedaba relegado a ser cuarta fuerza. Otros sondeos empeoran esos pronósticos y sitúan la horquilla de lo probable este domingo entre los 14 y los 16 parlamentarios.
6. ¿Cosechará Albiol los peores resultados en 20 años para el PP?
El PP afronta la segunda gran cita electoral de este 2015 con el objetivo de que el resultado no avive voces críticas en el seno de la formación que pudieran desgastar al presidente Mariano Rajoy, como ocurrió en los días posteriores a las autonómicas y municipales de mayo. Los conservadores obtuvieron en 2012 su mejor resultado histórico en escaños, con 19 parlamentarios y el 12,97% de los votos, y se quedaron en cuarta posición a apenas un diputado del PSC y muy por delante de ICV y de C's. Ahora, sin embargo, los sondeos prevén que sean quinta fuerza, por detrás de todos salvo de la CUP y de Unió.
En la antesala de la campaña, el partido optó por reemplazar a Alicia Sánchez-Camacho –presidenta de la formación en Cataluña y candidata en las autonómicas de 2010 y 2012– por Xavier García Albiol, el polémico exalcalde de Badalona –la tercera ciudad catalana–: un representante del ala dura del partido con la tarea de contrarrestar la irrupción de Ciudadanos y erigirse en una figura reconocible contra el independentismo. Albiol se hizo con el número uno de la lista tras la debacle de los conservadores en las autonómicas y municipales de mayo, cuando el PP logró sólo una Alcaldía.
Lo cierto es que el PP nunca obtuvo buenos resultados en Cataluña. En términos de porcentaje de voto, obtuvo su mejor marca en 1995, con el 13,08% de los sufragios. Después se movió entre el 10 y el 13% y se mantuvo siempre en la horquilla de los 12 a los 19 diputados. Este domingo las encuestas apuntan que se situará en la parte baja de esa banda: entre 11 y 14 le adjudican prácticamente todos los sondeos, y 12 o 13 predijo el CIS que obtendría. De confirmarse esa última cifra, Albiol obtendría los peores resultados para su partido desde 1999, cuando los conservadores no pasaron del 9,51% de los sufragios y los 12 representantes.
7. ¿Rebasará Catalunya Sí que es Pot el listón de ICV?
Muchas cosas han cambiado en la política española y catalana desde las últimas elecciones autonómicas al Parlament celebradas en 2012, y una de ellas es sin duda la irrupción de Podemos. La formación de Pablo Iglesias optó para la cita de este domingo por configurar una coalición con otros partidos de izquierda: Iniciativa per Catalunya (ICV), Esquerra Unida i Alternativa –la marca de Izquierda Unida en Cataluña– y los ecologistas de Equo. Unidos dieron forma a Catalunya Sí que es Pot y eligieron como candidato a Lluis Rabell, hasta entonces presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB).
Rabell no fue la primera opción para encabezar la candidatura: entre otros nombres se barajó el del economista y activista Arcadi Oliveres, cofundador de Procés Constituent, que rechazó la oferta. La candidatura tiene el reto es superar la marca de ICV en 2012: 13 escaños y un 9,89% de los votos. Esa cifra fue el mejor resultado histórico de Iniciativa, que en las tres últimas citas electorales (2006, 2010, 2012) nunca bajó de los 10 parlamentarios y superó siempre el 7% de los sufragios. Atrás quedan los resultados del PSUC, que en las primeras elecciones catalanas (1980) alcanzó el 18,77% de los votos y los 25 parlamentarios.
Prácticamente todos los sondeos dan por garantizado que Catalunya Sí que es Pot mejorará esa marca, aunque sin demasiado margen. El CIS predijo que la lista impulsada por Podemos se alzará con entre 18 y 19 representantes, pero ese pronóstico –que lo colocaba incluso en disposición de rivalizar por la segunda posición con Ciudadanos– es el más optimista. El resto de sondeos apuntan a una horquilla de entre 14 y 17 diputados en la mayoría de los casos, un poco por delante del PSC en la batalla por el tercer puesto, pero claramente por detrás del partido de Albert Rivera.
8. ¿Sobrevivirá Unió a la ruptura con Convergència?
Treinta y seis años duró la histórica alianza entre Convergència y Unió (CiU) hasta que la independencia los separó. Entre 1979 y 2015 ambas formaciones trabajaron juntas, primero como coalición electoral y desde 2001 como federación de partidos. Concurrieron a las elecciones como una única lista y gobernaron durante 23 de esos 36 años. El desencuentro se produjo por la cuestión soberanista, que alejó a las direcciones de CDC y UDC. Unió no quiso sumarse a la hoja de ruta de la independencia y, en una consulta, su militancia avaló esa decisión. El 17 de junio de 2015 se anunció la ruptura definitiva.La de este domingo es la primera ocasión desde 1934 en la que Unió se presenta con sus siglas a unas elecciones. Y tras la ruptura con Convergència, el partido, encabezado por el exconseller de la Generalitat Ramón Espadaler, se juega su supervivencia en el Parlament. El CIS lo dejó fuera de la Cámara en sus cálculos, y son pocas las encuestas que dan por seguro que obtendrá representación. La mayoría de sondeos estiman que la candidatura se quedará a cero o que, en el mejor de los casos, logrará dos o tres escaños.
9. ¿Habrá un récord de participación?
La partipación en las elecciones autonómicas al parlamento catalán se ha movido tradicionalmente en cifras próximas al 60%. La excepción es la última cita con las urnas, la de 2012, cuando el 67,76% de los ciudadanos ejercieron su derecho al voto. Ahora, según los datos de las encuestas, podría superarse esa cifra: el 77,5% de los encuestados por el CIS sostuvo que "con toda seguridad" irá a votar [esta cifra siempre suele superior en los sondeos que en la realidad ya que muchos ciudadanos creen que está mal visto confesar que se piensan abstener]. Además, un 70,4% de los consultados sostuvieron que tenían ya decidido el sentido de su voto antes del comienzo de la campaña.
Habrá avances de participación a las 13:00 y a las 18:00 horas, y a partir de las 20:00 horas se ofrecerá el dato definitivo. En 2012 las cifras fueron, respectivamente, del 29,43%, el 56,30% y el 69,57% –el porcentaje de participación cayó casi dos puntos hasta el citado 67,76% cuando se incluyó el voto exterior–.
En 2010, habían votado a las 13:00 horas el 24,17% de los electores, a las 18:00 horas el 47,18% y al final de la jornada el 59,95%. La participación final, incluyendo el voto de residentes en otro países, fue del 58,78%.
10. ¿Qué pasa con las candidaturas extraparlamentarias?
La barrera de acceso al Parlament de Cataluña es del 3% de los votos, por lo que la listas que no alcanzan ese porcentaje de voto válido son eliminadas automáticamente del reparto de escaños. En 2012, por ejemplo, no hubo ninguna que se quedara cerca de esa cifra: la ultraderechista Plataforma per Catalunya, primera fuerza extraparlamentaria, apenas alcanzó el 1,65% de los sufragios y se quedó a más de 60.000 votos de la CUP, el grupo parlamentario con menor representación.
La situación fue diferente en 2010, cuando sólo 25.000 votos separaron precisamente a Plataforma per Catalunya –75.134 sufragios y el 2,4% de las papeletas– de Solidaritat Catalana per la Independencia, la lista independentista promovida por el expresidente del Fútbol Club Barcelona, que logró 102.921 votos, el 3,29%, y sentó a cuatro de sus diputados en la Cámara catalana. La línea que marca la diferencia entre entrar y quedarse fuera, por tanto, puede ser muy delgada.
Además de las siete candidaturas más conocidas –Junts pel Sí, Ciudadanos, PSC, Catalunya Sí que es Pot, PP, CUP y Unió–, otras tres listas concurren en las cuatro circunscripciones catalanas: son las del partido animalista Pacma y las de Recortes Cero –que ha recibido el apoyo, entre otros, del ex secretario general del PCE, Francisco Frutos– y las de Guanyem Catalunya, que agrupa a críticos y escindidos de Podemos, Izquierda Unida y MES. De ellas, sólo Pacma concurrió en 2012 y 2012, y obtuvo respectiavamente el 0,57% y el 0,45% de los votos.
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11. ¿Quién vota en blanco y quién vota nulo?
Aunque no ocupan grandes titulares, entre el 1,5% y el 3,5% de los electores votan en blanco o emiten un voto nulo. El sufragio en blanco se da cuando dentro del sobre no hay ninguna papeleta. De acuerdo con la Ley Electoral es un voto válido, por lo que se tienen en cuenta a la hora de calcular el reparto de escaños. Así, los votos en blanco implican que la barrera de acceso del 3% es más elevada y perjudican a las candidaturas que están en la cuerda floja de la batalla por obtener su primer escaño. En 2012 el 1,44% de los electores catalanes votó en blanco, en 2010 fue el 2,91% y en 2006 fue el 2,02%.
Por su parte, el voto nulo ocurre cuando en el sobre de votación hay algo más que una papeleta. Estos sufragios se consideran "no válidos" y no se tienen en cuenta en el reparto, por lo que no alteran el recuento ni el reparto de asientos en el parlamento. En 2012, el 0,90% de los electores emitió un voto nulo, la cifra más alta de la serie histórica de las elecciones autómicas catalanas.
Cataluña afronta este domingo sus elecciones autonómicas más decisivas en años: sea por la excepcionalidad de la candidatura a la que todas las encuestas atribuyen la victoria –Junts pel Sí–, por el carácter plebiscitario que las listas atribuyen a estos comicios o por la incertidumbre en torno a la hoja de ruta que podría aprobar un futuro Parlament con mayoría independentista, lo cierto es que todos los candidatos admiten la naturaleza excepcional de esta cita con las urnas, donde la cuestión soberanista y sus derivadas centran el debate.