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Una coalición, 31 escaños y ocho 'familias': Podemos comienza a marcar territorio dentro de Sumar

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Tras la euforia de una noche electoral en la que la izquierda logró darle la vuelta a una victoria que la derecha creía garantizada, Sumar empieza a afrontar sus propios problemas internos. La coalición liderada por Yolanda Díaz ha obtenido más de tres millones de votos y 31 escaños, que unidos a los 122 del PSOE y al resto de aliados parlamentarios como el PNV, ERC o EH Bildu suman más que el bloque de la derecha. El equipo de Díaz presume de que su resultado ha sido un "éxito" —en palabras del portavoz de campaña, Ernest Urtasun— porque era la "primera vez" que Sumar se presentaba a los comicios.

Aunque es cierto que Díaz nunca había concurrido como candidata a las generales, el resto de las formaciones que componen Sumar sí se habían presentado con anterioridad. La coalición es heredera del espacio antes ocupado por Unidas Podemos —conformado por Podemos, comunes, Izquierda Unida y Alianza Verde—, Compromís y Más País, que en las elecciones de 2019 obtuvo, en total, 3.678.474 votos. Una pérdida de más de medio millón de votos que le reprochan desde la formación liderada por Ione Belarra, que acusa a la vicepresidenta segunda en funciones de haber "renunciado" al feminismo e "invisibilizado" a Podemos, un análisis que no comparten otros miembros de ese espacio como IU o Más Madrid.

La crítica de Podemos, repetida este miércoles por el que ha sido su portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, se explica, en parte, por la pérdida de peso de los morados: han pasado de ser los líderes del espacio a quedar relegados en un segundo plano junto al resto de formaciones. En su última intervención desde la Cámara Baja, Echenique ha asegurado que su partido mantendrá la "autonomía" en la próxima legislatura, que arrancará el 17 de agosto. "Es evidente que los partidos de ámbito autonómico como Més, Chunta o Compromís van a ejercer su autonomía política y también Podemos", ha explicitado.

¿Qué implica mantener su autonomía? Según trasladan fuentes de la dirección del partido a infoLibre, significa "tener posición propia en todos los temas", desde el envío de armas a Ucrania —los morados han confrontado con Díaz sobre esta materia— a marcar un perfil más duro en materias como el feminismo o en la crítica a los medios de comunicación. Es decir, discrepar tanto públicamente como en privado de posiciones con las que no estén de acuerdo, aunque ello no implique votar en contra de lo que marque la dirección del grupo.

Estas mismas fuentes aseguran que hay que normalizar este tipo de debates, especialmente en una coalición tan plural, y que ello no implica salirse del grupo parlamentario en el Congreso. Cuando se produjo la negociación para conformar la coalición, Podemos se garantizó el 23% de los recursos económicos que perdería si decidiera romper con la dirección para irse al mixto.

Las ocho 'familias' dentro de Sumar

Movimiento Sumar

Dentro de la coalición de Díaz hay una quincena de partidos, pero solo ocho de ellos han obtenido algún representante en la Cámara Baja. Movimiento Sumar es el claro beneficiado con diez actas que pertenecen a la propia vicepresidenta segunda, a su número dos en Madrid, Agustín Santos Maraver, y al seis por esa misma circunscripción, el economista Carlos Martín. Si se reedita el Ejecutivo de coalición, Santos Maraver es una de las personas que tendría más papeletas para ser propuesto como ministro de Exteriores por su trayectoria como embajador. Díaz ha asegurado en más de una ocasión que apuesta por un Gobierno reducido pero con más carteras de Estado.

Las dos diputadas gallegas, Marta Lois y Verónica Martínez, también pertenecen a la 'cuota' de Díaz. Es más, la primera es la presidenta de Movimiento Sumar y profesora universitaria, mientras que la segunda es inspectora de trabajo y durante esta legislatura ha formado parte del equipo de la líder de Sumar en el ministerio de Trabajo. Ambas suenan como posibles portavoces parlamentarias, especialmente Lois, pero Díaz se reserva ese movimiento para más adelante.

Txema Guijarro es otra de las figuras clave para Díaz. El exdirigente de Podemos ha logrado sacar el escaño por Alicante y podría repetir en el cargo de secretario general del grupo parlamentario, un puesto que dejó la pasada legislatura por sus desavenencias con la dirección de Belarra. Un caso similar al de Lander Martínez, exsecretario general de Podemos en Euskadi y miembro del equipo de asesores de Díaz. Asimismo, también pertenecen a Movimiento Sumar la socióloga Esther Gil, el catedrático Francisco Sierra y el médico Rafel Cofiño.

Podemos

En la negociación in extremis para conformar la coalición, Sumar ofreció ocho puestos de salida a Podemos que, finalmente, se han traducido en cinco actas. Además de Belarra, que concurría como número cinco por Madrid, también será diputada en la próxima legislatura por primera vez la secretaria de organización del partido, Lilith Verstrynge, que iba como número cuatro por Barcelona, pero que no pertenece a la familia de los 'comunes'.

Por su parte, repite el coportavoz de Podemos y miembro de la Mesa del Congreso, el murciano Javier Sánchez Serna, y la actual secretaria general de Podemos en Andalucía, Martina Velarde, ambos muy afines a la dirección de Belarra. Esta última fue muy crítica con Díaz por el veto a la ministra Irene Montero, pero en campaña bajó decibelios y se involucró en la campaña de Sumar, al igual que Sánchez Serna. Quien llega de nuevas a la Cámara Baja es la exconsejera del gobierno canario, Noemí Santana, que también ha logrado el acta por La Palmas a diferencia de Alberto Rodríguez, que no ha logrado los votos necesarios en Santa Cruz de Tenerife.

También se ha quedado sin escaño la coordinadora autonómica del partido en el País Vasco, Pilar Garrido, que concurría como número uno por Gipuzkoa, el secretario general en Vitoria, Guillermo Presa, y la eurodiputada Idoia Villanueva, que iba como cabeza de cartel por Navarra, una circunscripción por la que, hasta la fecha, se había presentado Belarra.

Izquierda Unida

Izquierda Unida iguala en diputados a Podemos y, a excepción de Enrique Santiago, cuyo escaño por Córdoba fue el último en salir elegido, el resto son 'caras nuevas' en el Congreso. La fuerza de IU bebe, precisamente, de Andalucía, donde ha conseguido tres de sus cinco escaños. El coordinador regional y cabeza de cartel por Málaga, Toni Valero, tendrá un asiento en la Cámara Baja, al igual que la número dos por Sevilla, Engracia Rivera, que es secretaria Política del PCE en esa provincia y miembro de la dirección provincial de IU.

Los de Alberto Garzón también han logrado el escaño por Tarragona con Fèlix Alonso, aunque en este caso es 'cuota' compartida con los comunes, y el número tres por València, con Nahuel González como representante. A diferencia de lo que le ha ocurrido a Podemos, que no ha podido ocupar esos ocho puestos de salida, IU sí ha obtenido sus cinco puestos de salida.

Los comunes

Los comunes, que han obtenido el mejor resultado de toda la coalición al ser segunda fuerza en Cataluña por detrás del PSC, también cuentan con cinco diputados. La cabeza de cartel por Barcelona, Aina Vidal, fue la representante de la coalición en el debate entre portavoces y también se prevé que Díaz le reserve un puesto esencial dentro de la coalición. Repite de nuevo en el Congreso Gerardo Pisarello, que fue teniente de alcalde con Colau y en esta legislatura ocupó un asiento en la Mesa del Congreso.

También da el salto desde la política municipal Gala Pin, que hasta ahora había sido regidora con Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona, al igual que Eloi Badia. Sumar también consiguió el escaño por la provincia de Girona con Júlia Boada como representante.

Más Madrid - Más País

La coalición liderada por Mónica García a nivel autonómico y por Íñigo Errejón a nivel nacional también ha obtenido representación. Además del propio Errejón, que concurría como número cuatro por Madrid y se ha volcado especialmente en campaña con Díaz, en la que ha sido uno de sus asesores más cercanos, la saharaui Tesh Sidi ha conseguido el asiento. Es la primera vez que una persona de origen saharahui logra ser diputada, lo que clarifica la posición de Sumar respecto a la autodeterminación del Sáhara. Con estas dos actas, Díaz estrecha su alianza con Mónica García, a la que Alejandra Jacinto, ahora portavoz de vivienda de la coalición, se enfrentó en los comicios del pasado 28M.

Compromís

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Compromís también cuenta con dos diputados en el Congreso, los dos por València: Àgueda Micó y Alberto Ibáñez. La coalición valencianista suma, así, un diputado respecto a 2019, cuando solo obtuvo el escaño de Joan Baldoví. La Comunitat Valenciana es otro de los territorios en los que Compromís-Sumar ha sido clave para el proyecto de Díaz y en la que se han quedado cerca de obtener un tercer escaño por Castelló, donde Unidas Podemos sí lo obtuvo en 2019. Al igual que reclama ahora Podemos, los valencianistas reivindican la "autonomía" de sus diputados y la prioridad por la agenda valenciana.

La Chunta Aragonesista

La Chunta Aragonesista volverá a tener representación en el Congreso la próxima legislatura de la mano de Jorge Pueyo después de casi dos décadas, con el cantautor José Antonio Labordeta como máximo referente. Pueyo sustituyó a Echenique como cabeza de cartel por Zaragoza y es un abogado en derecho mercantil reconvertido a presentador de televisión en Aragon TV. El objetivo de Pueyo con su escaño poner en valor el aragonés y las demandas de su región.

Més per Mallorca

El hasta ahora senador de Més per Mallorca, Vicenç Vidal, será el único representante balear en el Congreso. Vidal también ha sido consejero de Medio Ambiente y Agricultura y, al igual que Compromís, reclama libertad de voto para cuestiones que afecten a las islas. En Més se definen como ecosoberanistas, un término que abarca los valores ecologistas, feministas, republicanos y catalanistas. La marca no tiene mucha implantación a nivel nacional y es la primera vez que obtiene un representante en el Congreso, pero sí está consolidada a nivel autonómico.

Tras la euforia de una noche electoral en la que la izquierda logró darle la vuelta a una victoria que la derecha creía garantizada, Sumar empieza a afrontar sus propios problemas internos. La coalición liderada por Yolanda Díaz ha obtenido más de tres millones de votos y 31 escaños, que unidos a los 122 del PSOE y al resto de aliados parlamentarios como el PNV, ERC o EH Bildu suman más que el bloque de la derecha. El equipo de Díaz presume de que su resultado ha sido un "éxito" —en palabras del portavoz de campaña, Ernest Urtasun— porque era la "primera vez" que Sumar se presentaba a los comicios.

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