"Tras más de tres décadas trabajando en El País dejo el periódico por desavenencias con la dirección. No he sido apoyado desde que el primer ministro de Marruecos puso en enero una denuncia penal en España contra mí, en la Audiencia Nacional, por enaltecimiento del terrorismo. La denuncia será probablemente archivada en breve. Mi correo corporativo va a dejar de funcionar".
Así comienza el mail de despedida de Ignacio Cembrero, uno de los periodistas expertos en el Magreb más reconocido en todo el mundo, una de las firmas más veteranas de El País casi desde su fundación. Cembrero fue apartado fulminantemente de su puesto de corresponsal en el norte de África, que ocupaba desde hacía más de 15 años, sin muchas explicaciones. Al cabo de poco más de dos meses, el reportero decidió irse por su propio pie, y firmó su carta de dimisión el pasado 30 de abril.
Septiembre de 2013. Cembrero publica en su blog Orilla sur, alojado en la web de El País, un vídeo de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), en el que la organización amenaza por primera vez a Marruecos y critica "el nepotismo y la corrupción" del rey Mohamed VI y aconseja a los jóvenes marroquíes a unirse a AQMI antes que "emigrar en patera" hacia España. A su vez, el periodista Ali Anouzla, director del periódico árame Lakome, conocido por su espíritu crítico e independiente, habla también de este vídeo en un artículo que enlaza al blog de Cembrero. Los dos periodistas precisan que se trata de un vídeo de propaganda yihadista.
Anouzla fue detenido por las autoridades marroquíes y luego puesto en libertad el 25 de octubre después de una intensa campaña de movilización en Marruecos y en el extranjero. Pero su causa no fue archivada. Se le acusó de "ayuda material", "apología" e "incitación a la ejecución de actos terroristas". Su vista está programada para el próximo 20 de mayo. Cembrero retiró de su sitio web la grabación.
"El mejor especialista en Marruecos del mundo"
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El primer ministro marroquí, Abdelilah Benkirán, cumplió su amenaza y se querelló contra El País y el periodista en enero ante la Audiencia Nacional, por enaltecimiento del terrorismo. Pero el Gobierno del reino alauí no hizo lo mismo contra otras webs, americanas y especializadas en yihadismo, que habían difundido igualmente el vídeo. ¿Por qué Rabat arremetió contra el diario de Prisa y su corresponsal en el Magreb? El belga Le Soir subrayaba la "única explicación plausible", que Cembrero "no es un periodista como los otros. "Es el mejor especialista en Marruecos del mundo", en opinión del diplomático y periodista Alí Lmrabet.
Tres semanas después de la denuncia, la dirección del rotativo comunicó a Cembrero su cambio de área: pasaba al suplemento dominical. Su puesto de corresponsal era ocupado por el que era entonces jefe de Política, Javier Casqueiro. "Les pedí que esperaran a que el escrito fuera archivado, pero la dirección me dio tres días para cambiar de puesto, y me dijeron que el cambio era urgente", contaba el periodista a Le Monde. La cúpula alegó que era una decisión "interna, como tantas otras que toma El País". Como decía el diario francés, la coincidencia de fechas entre la destitución de Cembrero y el "silencio" del periódico del affaire Anouzla –del que el redactor habló sólo en su blog–, acrecentó las dudas en la prensa internacional –las referencias en la prensa nacional han sido mínimas– sobre las posibles presiones a Prisa, que "atraviesa un periodo difícil", por su elevada deuda. Y así relataron los hechos publicaciones como Mediapart, Le Soir, L'Express, El Watan, Osservatorio Italiano, Le Point, Info-Tunisie L'ExpressEl WatanOsservatorio ItalianoLe PointInfo-Tunisieo The Washington PostThe Washington Post.
Le Monde recordaba el pasado 10 de mayo, cuando dio cuenta de la dimisión de Cembrero, cómo el Gobierno de Mariano Rajoy no quiere que nada perturbe la cordialidad de las relaciones con Rabat, cuya colaboración en asuntos como la inmigración irregular, el terrorismo o Ceuta y Melilla, es "indispensable". Sin embargo, 2013 fue un año duro para la monarquía alauí. Cembrero fue el periodista que descubrió, el verano pasado, que un pederasta español condenado a 30 años, Daniel Galván Viña, había sido indultado por el rey Mohamed VI, lo que levantó una enorme polvareda en el país magrebí y, por descontado, en España. "Frente al rey de Marruecos, El País abdica", titulaba gráficamente Libération.
"Tras más de tres décadas trabajando en El País dejo el periódico por desavenencias con la dirección. No he sido apoyado desde que el primer ministro de Marruecos puso en enero una denuncia penal en España contra mí, en la Audiencia Nacional, por enaltecimiento del terrorismo. La denuncia será probablemente archivada en breve. Mi correo corporativo va a dejar de funcionar".