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Cs se hace con Granada y Palencia gracias a Vox y entra en decenas de gobiernos locales al votar juntas las tres derechas

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Las promesas de la formación naranja de no negociar ni pactar nada con la extrema derecha en la Administración local se han disuelto como un azucarillo. El partido de Albert Rivera no sólo participó este sábado en acuerdos con PP y Vox que le darán entrada en decenas de gobiernos municipales sino que, en virtud del apoyo de los de Pablo Casado y de los ultras, se ha hecho con el bastón de mando de dos capitales de provincia: Granada y Palencia.

El líder de Cs celebró especialmente la elección del nuevo alcalde de Madrid sin hacer referencia a los ultras que lo han hecho posible:

 

Los acuerdos con Vox, que tanto preocupaban a los sectores centristas y a los socios europeos del partido naranja, sobre todo al presidente francés, Emmanuel Macron, son cada vez más difíciles de disimular. De hecho, el nuevo alcalde de Granada, el exsenador socialista Luis Salvador (Cs), ya ha reconocido que Vox podrá formar parte del organigrama municipal en “algunas funciones”. Los tres ediles de esta formación votaron con los siete del PP y los tres del partido naranja para darle a Salvador la alcaldía.

El que será en la nueva legislatura local el alcalde más importante de Ciudadanos —Granada tiene 232.208 habitantes y está entre las 20 ciudades más pobladas de España— asegura que en los próximos días negociará con Vox los detalles de su participación, que según él puede incluir formar parte del equipo de gobierno local o limitarse a ocupar concejalías delegadas o desempeñar diferentes tareas en el resto del organigrama. Salvador ni siquiera ha podido concretar si cederá la alcaldía al PP a la mitad de mandato: “Ahora mismo hay un alcalde para los próximos cuatro años", y la voluntad de PP, Cs y Vox de impulsar un “gobierno del cambio que dé estabilidad” a la ciudad y “dure cuatro años”.

El portavoz local de Vox, Onofre Miralles, confirmó que su partido cuenta con “formar parte” del gobierno de la ciudad.

En Palencia (78.629 habitantes), Ciudadanos se alzó con su segunda alcaldía en una capital de provincia, en este caso en medio de una fuerte tensión, gritos de “vaya tongo” o “vergüenza” y centenares de personas protestando a las puertas del ayuntamiento. El candidato naranja, Mario Simón, se hizo con el bastón de mando con el apoyo de los nueve concejales del Partido Popular y la única edil de Vox a pesar de que Cs solo logró tres escaños en las elecciones del 26 de mayo.

La concejal ultra, Sonia Lalanda, se sometió finalmente a las órdenes de su partido, pero no se resistió a criticar al nuevo alcalde. El pacto con Cs, explicó, garantiza a la ultraderecha un área de promoción y desarrollo de la ciudad, no se sabe todavía si a través de concejalía o mediante la Agencia de Desarrollo Local.

Ciudadanos estuvo a punto de conseguir también la Alcaldía de Burgos, también en virtud de un pacto con el PP y Vox, pero la ultraderecha incumplió el acuerdo suscrito por sus dirigentes y se abstuvo, lo que a la postre sirvió para que el PSOE se anotase la Alcaldía al ser la suya la lista más votada.

La capital burgalesa (175.921 habitantes) es una pieza muy codiciada en el mapa político de Castilla y León a la que las tres derechas no están dispuestas a renunciar. De hecho, el PP ya ha anunciado su intención de promover una moción de censura para echar al socialista Daniel de la Rosa de la alcaldía. Vox, por su parte, tiene intención de tomar medidas contra los dos concejales que se resistieron a pactar con Cs (5 ediles) y el PP (siete) para hacer regidor al candidato naranja, Vicente Marañón.

El candidato de Ciudadanos en Valdemoro (una localidad del sur de Madrid con 74.745 habitantes), Sergio Parra, sí se proclamó alcalde con los votos del PP y de Vox.

Entrada en gobiernos locales

En virtud de los acuerdos con Vox y el PP, Ciudadanos también asumirá responsabilidades de gobierno en decenas de ayuntamientos.

En el caso de Badajoz (150.530 habitantes), el pacto con los ultras y con los de Pablo Casado permitirá además a Rivera hacerse con la alcaldía la mitad del mandato a partir de junio de 2021. El primer turno lo inició este sábado Francisco Javier Fragoso (PP) y, dentro de dos años, pasará el testigo a Ignacio Gragera (Cs). El acuerdo ha sido bendecido por el único concejal de Vox, imprescindible para arrebatar al candidato del PSOE, Ricardo Cabezas, la alcaldía de la ciudad más poblada de Extremadura.

En su discurso de aceptación, Fragoso agradeció a Ciudadanos y a Vox que hayan “querido implicarse en el gobierno de Badajoz”, firmando un acuerdo de gobierno en coalición que “compromete a todos en la solución de los problemas” de la ciudad y en el desarrollo de un programa conjunto.

Ciudadanos entrará también en varios gobiernos municipales importantes gracias a Vox. El más relevante es Madrid (3.223.334 habitantes), donde PP, Cs y los ultras unieron fuerzas para dar la alcaldía a José Luis Martínez-Almeida (PP) y cerrar el paso a la lista más votada, que encabezaba la alcaldesa saliente, Manuela Carmena (Más Madrid).

Algo parecido ocurrió en Zaragoza (la quinta ciudad española, con 666.880 habitantes) donde Jorge Azcón (PP) ya ocupa la alcaldía con el apoyo de Cs y Vox, aunque sus socios discrepan del grado de participación que los ultras acabarán teniendo en el gobierno municipal.

La futura vicealcaldesa del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández (Cs), recalcó que su formación “no ha pactado con Vox” y que el partido de Abascal “no estará en el equipo de gobierno municipal”. El concejal de Vox, Julio Calvo, en cambio, declaró que la entrada de su formación en el Gobierno local “se negociará en los próximos días” y, aunque reconoció que “todo está abierto”, aseguró que tiene el compromiso del nuevo alcalde de contar con “dos presidencias de distrito” y quizá “algún área de gobierno”.

En Teruel (35.691 habitantes), también en la Comunidad de Aragón, Emma Buj (PP, siete concejales) consiguió la alcaldía con el respaldo de Cs (3) y Vox (1) en aplicación del mismo acuerdo pactado por los tres partidos en toda España. Lo mismo sucedió en Almería, donde Ramón Fernández-Pacheco (PP, 13 escaños) se hizo con el bastón de mando con ayuda de los concejales de Vox (2) y Ciudadanos (2). Mariola Vargas (PP) también logró ser reelegida como alcaldesa de Collado Villalba (63.074 habitantes, al noroeste de Madrid) con los votos de Cs y Vox.

Donde tuvo lugar una de las sorpresas de la jornada fue en la Ciudad Autónoma de Melilla (86.384 habitantes), donde el único diputado de Ciudadanos, Eduardo de Castro González, se convirtió en el nuevo presidente en sustitución de Juan José Imbroda, del Partido Popular (PP), que llevaba 19 años en el cargo. A su favor votaron 13 diputados (CPM 8, PSOE 4 y Cs 1) frente a los 12 obtenidos por Imbroda (10 PP y 2 Vox).

De Castro había anunciado su abstención, una vez que no fue capaz de llegar a un acuerdo con el PP, pero acabó votando por él mismo y convirtiéndose en el máximo responsable del gobierno local. Algo que le valió tener que escuchar gritos de “traidor” y un encontronazo con Imbroda.

El nuevo presidente de Melilla reconoció más tarde que lo ocurrido puede suponer su expulsión de Ciudadanos por no haber seguido la instrucción de abstenerse para que gobernara la lista más votada y favorecer así al PP. No obstante, añadió, antes que los intereses del partido “están los principios de Eduardo de Castro”. Las instrucciones de Cs eran, según él, “inviables” porque el PP ya había firmado un pacto con Vox.

También se salieron del guión marcado por la organización los concejales de Cs en Santa Cruz de Tenerife (204.856 habitantes), donde Patricia Hernández, del Partido Socialista, se convirtió en la primera alcaldesa de la ciudad gracias a los nueve votos de su partido y al apoyo de los tres concejales de Unidas Podemos y los dos de Ciudadanos, que tenían órdenes de votarse a sí mismos, tal y como sí hizo el Partido Popular, para favorecer a la lista más votada, que en esta localidad fue la de Coalición Canaria. Los concejales de Cs serán expedientados por su partido.

Acuerdos con el PSOE

Fuera de la influencia de Vox, Ciudadanos también alcanzó acuerdos con el PSOE que le permitirán gobernar por turnos en las ciudades de Albacete y Ciudad Real. En la primera (173.050 habitantes) será la formación naranja la que estrene el bastón de mando: su candidato, Vicente Casañ, ya es alcalde de la ciudad gracias a los votos de Ciudadanos y PSOE, que suman 14 concejales (9 de los socialistas y 5 de Cs). Cs también sumaba con el PP y Vox, pero prefirió el pacto con los socialistas.

En Ciudad Real (74.743 habitantes), en cambio, serán los socialistas, encabezados por Pilar Zamora, los que gobiernen los dos primeros años. La candidata de Ciudadanos, Eva María Masías, se hará cargo de la alcaldía a partir de junio de 2021. También en esta localidad los naranjas evitaron así un pacto con el PP y Vox.

En Guadalajara (84.910 habitantes) la alcaldía ha sido para el socialista Alberto Rojo con los votos a favor de los concejales del PSOE (10) y de Cs (3), tras el pacto alcanzado entre ambas formaciones. Los de Rivera estaban aquí también en situación de llegar a acuerdos con el PP (8) y Vox (2).

Lo mismo que en Jaén (113.457 habitantes), donde el candidato del PSOE, Julio Millán, se hizo con la alcaldía gracias a los once votos de su grupo y a los cuatro de Ciudadanos. De nuevo los de Rivera eludieron en esta localidad llegar a un acuerdo con PP (8) y Vox (2).

Alcobendas (116.037 habitantes, feudo tradicional de la derecha en la provincia de Madrid) cambió también de manos gracias a Ciudadanos, que optó por negociar con el PSOE y dar la alcaldía al candidato socialista, Rafael Sánchez Acera, en medio de algunos abucheos de una parte de los presentes. En esta localidad el PP (10 ediles) fue la lista más votada y hubiese podido firmar un acuerdo con Cs (5) sin necesidad de contar con Vox (2).

En Cáceres (96.068 habitantes) Cs no ha sido capaz de llegar a acuerdos ni con el bloque de la derecha (PP y Vox) ni con el PSOE. Su abstención ha terminado por dar la alcaldía a la lista más votada, lo que ha convertido al socialista Luis Salaya en el alcalde.

La sorpresa también ha saltado en Huesca (52.463 habitantes), donde un voto en blanco, que nadie quiere reconocer como propio, hizo imposible el acuerdo para formar un tripartido de derechas y acabó dando la alcaldía al socialista Luis Felipe, al encabezar la lista más votada en las elecciones municipales del 26 mayo (10 concejales).

El acuerdo entre el PP (9 escaños) y Ciudadanos (3), con el apoyo de Vox (1), iba a posibilitar la investidura de Ana Alós (PP) como alcaldesa. Alós ha culpado a Cs de lo ocurrido. “Ciudadanos no es un partido de fiar, ha roto su compromiso adquirido con nosotros de hacer un gobierno de centro derecha”, criticó.

Los acuerdos entre PP, Cs y Vox fallaron también en San Sebastián de los Reyes (87.724 habitantes, en Madrid), lo que dio la alcaldía al candidato más votado, el socialista Narciso Romero.

Las promesas de la formación naranja de no negociar ni pactar nada con la extrema derecha en la Administración local se han disuelto como un azucarillo. El partido de Albert Rivera no sólo participó este sábado en acuerdos con PP y Vox que le darán entrada en decenas de gobiernos municipales sino que, en virtud del apoyo de los de Pablo Casado y de los ultras, se ha hecho con el bastón de mando de dos capitales de provincia: Granada y Palencia.

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