Los cuidados paliativos, la gran asignatura pendiente que la derecha trata de mezclar interesadamente con la eutanasia

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"La nueva ley de eutanasia obliga a los médicos a matar a los pacientes". "Hoy en día, cuando un paciente va a un hospital tiene la certeza de que lo que le van a hacer es algo bueno para él. Con esta nueva ley, vamos a perder esta relación". "Lo que se ha visto en los países donde se ha legalizado la eutanasia es una merma de los cuidados paliativos". Las tajantes y polémicas frases las pronunció el presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Manuel Martínez-Sellés, en una entrevista con El Mundo concedida apenas unos meses después de tomar posesión en el cargo. Todas sus respuestas son un manifiesto contra la regulación de la eutanasia —que se aprobó con 202 votos del Congreso de los Diputados el pasado 18 de marzo—, contra la que se ha posicionado en incontables ocasiones. Contrapone esa regulación, además, a los cuidados paliativos que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ofrecen "un sistema de apoyo para ayudar a los pacientes a vivir tan activamente como sea posible hasta la muerte", una definición muy diferente a la de la eutanasia. Por eso, confrontarla con los cuidados paliativos no es acertado, según los 1.317 médicos que han firmado, este martes, una carta dirigida al propio Colegio de Médicos de Madridcarta.

Martínez-Sellés no es el único que ha contrapuesto una cosa con la otra. La derecha y la ultraderecha política también lo han hecho. El pasado mes de abril, dos meses después de que la Cámara Baja tomara en consideración la ley que regula la eutanasia recién aprobada, PP y Vox registraron sendas leyes para regular los cuidados paliativos. Y lo presentaron como alternativa al texto socialista. "El Grupo Parlamentario Popular ha registrado esta tarde en el Congreso de los Diputados una Proposición de Ley Integral de Cuidados Paliativos para evitar el sufrimiento innecesario de las personas en fase terminal como alternativa a la ley de regulación de la eutanasia del Gobierno, cuya toma en consideración se estudiará mañana en el Parlamento", explicaron los conservadores, que argumentaron que "la iniciativa" respondía "a una demanda de la sociedad", buscaba "un marco de igualdad entre españoles, la seguridad de los profesionales sanitarios" y garantizaba "la dignidad de la persona en los instantes finales de la vida evitando el sufrimiento innecesario". El líder del partido, Pablo Casado, llegó a decir —en el año 2018, cuando Unidos Podemos presentó su propia propuesta para regular la muerte digna— que la eutanasia es una materia en la que "hay que legislar lo menos posible".

Los de extrema derecha, por su parte, anunciaron el pasado jueves que promoverán la aprobación de una ley de cuidados paliativos "para dignificar al enfermo" frente "a la cultura de la muerte". "¿Quién va a destinar ahora recursos a los cuidados paliativos o a investigar enfermedades como el alzheimer si al final lo que vamos a hacer es ir matando a los pacientes?", se preguntó el senador de la formación ultra José Manuel Marín Gascón, durante el debate en la Cámara Alta de la normativa socialista recién aprobada. 

Pero debatir entre una cosa y otra es crear "una polémica estéril". Al menos, así lo entiende Carlos Velayos, médico y uno de los promotores y firmantes de la carta dirigida al Colegio de Médicos de Madrid para denunciar que Martínez-Sellés no les representa. "La carta, que ha sido elaborada desde la independencia de los profesionales, pretende ser respetuosa y mostrar que no hay un conflicto, sino que se puede estar a favor de que se regule la eutanasia y reclamar a la vez unos mejores cuidados paliativos", explica. Así lo dice también la misiva: "La aprobación de esta ley no entra en conflicto con la necesidad de mejorar los cuidados paliativos en España". Porque hace falta. Según el Atlas de Cuidados Paliativos en Europa 2019, un informe que recoge los datos más recientes de los cuidados paliativos en España, hay muchos menos servicios en los hospitales de nuestro país que en los del resto de Europa y la medicina paliativa ni siquiera se estudia de manera obligatoria en la universidad ni constituye una especialidad concreta.

Por eso confrontan con Martínez-Sellés, fundamentalmente. "No consideramos que, tal y como ha declarado el doctor Martínez-Sellés, 'esta ley va en contra de la esencia de la medicina', ya que somos muchos los médicos que queremos seguir al lado de los pacientes y familiares cuando han fracasado las posibilidades de curar y no son suficientes las medidas que alivian el sufrimiento", señalan en la carta. Velayos, además, recuerda que una encuesta del propio Colegio de Médicos de Madrid señaló que un 69,2% de los médicos madrileños está a favor de la regulación de la muerte digna, mientras que sólo un 5,9% está en contra. "Si él es el presidente del Colegio, a la hora de hacer declaraciones debería resaltar que el colectivo apoya mayoritariamente la regulación. No debe hablar de forma tan parcial y tan poco independiente, nos gustaría que el doctor fuera presidente de todos. No nos representa", denuncia Velayos. Junto a él, numerosos profesionales han empleado el hashtag #NoNosRepresenta para mostrar a través de las redes sociales su oposición a las palabras de Martínez-Sellés.

infoLibre se puso en contacto con el Colegio de Médicos de Madrid para conocer su reacción a la carta, así como para ver si la oposición a la eutanasia manifestada por su presidente constituye la posición oficial del organismo, pero a la hora de cierre de este artículo todavía no obtuvo respuesta.

0,23 servicios paliativos en los hospitales por cada 100.000 habitantes

Ni Velayos ni sus compañeros y compañeras firmantes, no obstante, le quitan importancia a los cuidados paliativos. Simplemente, quieren eliminar del imaginario colectivo que una cosa sea sustitutiva de la otra. Es más, en la misiva también reclaman una mejora del sistema de paliativos. "Consideramos que es una prioridad que se mejoren los cuidados al final de la vida con más recursos humanos y materiales con independencia de la entrada en vigor de esta ley [la de eutanasia]. También debe ser mejorada la dotación presupuestaria de la ley de dependencia y otras muchas que garantizan un estado del bienestar justo, solidario y que hagan posibles unos cuidados de calidad a las personas más vulnerables", dice la carta.

"Reclamar mejores cuidados paliativos es algo que hacemos todos los médicos. Cualquiera que haya tenido a algún familiar muy grave sabe de su importancia y que se regule la eutanasia no va en perjuicio de esto. No planteamos que la ley de eutanasia tenga que estar por encima o sea más relevante que mejorar los cuidados paliativos, a los que hay que poner medios, humanos y materiales. Hay un enorme déficit", añade Velayos.

Y no miente, según revelan los datos. Los más recientes están recogidos en el Atlas de Cuidados Paliativos en Europa 2019, que deja a España en muy mal lugar dentro en comparación con sus vecinos europeos. Desde hace ocho años, asegura el documento, nuestro país está estancado en estos servicios, casi inexistentes. Hay un total de 0,23 servicios especializados en los hospitales por cada 100.000 habitantes, una cifra muy alejada del puntoque se recomienda. "Estamos en el vagón de cola de los países europeos occidentales de nuestro entorno, que tienen o cerca de un servicio por cada 100.000 habitantes o más de uno", lamenta Carlos Centeno, médico, director del servicio de medicina paliativa de la Clínica Universidad de Navarra y responsable del grupo de investigación Atlantes sobre cuidados paliativos.

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Además, de los 6.388 servicios especializados en toda la región europea, España sólo tiene 260, lo que le coloca detrás de países como Alemania (941), Reino Unido (860), Francia (653), Polonia (587), Italia (570) y Rusia (321), países que concentran, afirma el Atlas, el 47% del total. 

Pero hay más problemas, según Centeno. La medicina paliativa no es obligatoria ni en los grados de Medicina ni en los de Enfermería en la mayoría de universidades. "En España, el porcentaje de facultades de Medicina que lo enseñan de modo obligatorio es solo del 10%. En el resto, estos conocimientos se imparten de modo opcional", explica. Lo que ocurre es que la medicina paliativa "no es ni una opción ni una alternativa, sino la medicina avanzada de la enfermedad avanzada". "La medicina paliativa es lo que la profesión ha destilado al cabo de los años como el modo correcto y ético de tratar al enfermo terminal", dice Centeno. 

A consecuencia de eso, continúa, no se reconoce la especialidad de quien trabaja en el ámbito de los cuidados paliativos. "En los países de Polonia, Francia, Portugal, Italia, Irlanda, Alemania, Noruega... Ahí todos tienen su especialidad. Aquí no y es un bochorno porque eso no protege ni al paciente ni al profesional. Reconocer el proceso de formación es cuidar la calidad de los cuidados paliativos", sentencia. Por último, dice Centeno, otro de los problemas es que España no tiene una ley nacional de cuidados paliativos como la que sí tienen en Portugal, Francia, Bélgica, Luxemburgo, Italia o Alemania. Centeno, en este sentido, cree que es prioritaria esta normativa. "Es un derecho a conquistar", sentencia.

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