El interior de la provincia sufre horas de incertidumbre pendiente de la crecida de los ríos y arroyos. A primera hora de la tarde se ha desbordado el río Benamargosa a su paso por la localidad malagueña del mismo nombre, donde el agua ha comenzado a entrar en algunas viviendas. Muchos vecinos han abandonado sus casas y los alcaldes han pedido extremar la precaución y adoptar pautas de autoprotección para prevenir riesgos y garantizar la seguridad, según informa EFE.
La Costa del Sol también padece los estragos de la dana. En Marbella han sufrido trombas marinas, también conocidas como mangas de agua, aunque sin daños materiales y los vecinos de Mijas se han visto sorprendidos por un tornado, que se ha llevado por delante la terraza y el lavadero de una gasolinera en La Cala de Mijas (Málaga). Mientras que el paso de la dana por Málaga ha obligado a desalojos preventivos en el río Campanillas ante su posible desbordamiento, que se suman a los de 3.000 personas en la ribera del Guadalhorce.
La tranquilidad de la noche ha dado paso a fuertes lluvias en una jornada en la que las carreteras están prácticamente vacías, Renfe ha suspendido el servicio de alta velocidad que une Madrid y Málaga, entre Antequera y Málaga y se ha cancelado un vuelo y desviado otros cinco. Además se han cerrado parques, recintos deportivos, museos, centros de salud y se han suspendido clases desde Infantil a la Universidad y todos los transportes públicos.
Comercios que abren a pesar de la alerta roja
Aunque la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) elevó a rojo el aviso por fuertes lluvias a partir de las diez de la mañana, algunos trabajadores se han desplazado a primera hora a sus centros de trabajo, entre ellos el Parque Tecnológico, pero al llegar, sus responsables le han dicho que se volvieran a sus casas. Esto se debe a que muchos establecimientos de pequeño comercio no han abierto este miércoles. Aunque han reconocido que lo peor fue en la tarde de este martes: "nos vimos prácticamente desabastecidos de algunos productos, nos quedamos perplejos cómo llenaban los carros sobre todo de agua, verduras frescas, carne, papel higiénico y productos lácteos".
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Aún así, los más atrevidos salieron a primera hora, cuando todavía no llovía mucho, a las tiendas de alimentación y los encargados de dos supermercados han reconocido a EFE que les ha sorprendido la cantidad de personas que había en sus establecimientos incluso cuando se ha ido la luz y no querían dejar los productos que habían adquirido y se han quedado esperando haciendo cola. Los más osados se han ido a varias barberías ubicadas en el centro histórico de Málaga, ya que querían aprovechar que hubiera menos clientes para hacerse sus cortes de pelo.
Pese a todo, muchos bazares han aprovechado el reclamo de poner paraguas en la puerta para su venta, aunque uno de sus propietarios ha asegurado que sus clientes seguían comprando todo tipo de productos, incluso muchos que no eran de primera necesidad. Las farmacias también se han visto sorprendidas desde la noche de este martes por numeroso público que quería productos de alimentación para bebés y medicamentos: "anoche sobre las 23:00 horas parecíamos una feria, no dejaban de venir personas y nos sorprendió mucho" aseguró un farmacéutico.
Aunque han sido muchos los comercios que han tapiado sus entradas para evitar que les entrara agua, algunos se han visto sorprendidos por los estragos de la tormenta, entre ellos el Corte Inglés de Málaga, que debido a la rotura de una tubería ha sufrido daños en productos de alimentación, entre ellos jamones y embutidos de alta calidad.
El interior de la provincia sufre horas de incertidumbre pendiente de la crecida de los ríos y arroyos. A primera hora de la tarde se ha desbordado el río Benamargosa a su paso por la localidad malagueña del mismo nombre, donde el agua ha comenzado a entrar en algunas viviendas. Muchos vecinos han abandonado sus casas y los alcaldes han pedido extremar la precaución y adoptar pautas de autoprotección para prevenir riesgos y garantizar la seguridad, según informa EFE.