Las residencias de mayores de las Islas Baleares fueron las terceras con menos víctimas mortales durante la pandemia, sólo por delante de Murcia y Canarias, con 81 fallecidos durante los meses críticos de marzo y abril. El análisis de los datos desglosados por centros permite llegar a dos conclusiones claras: el sistema público resistió mucho mejor que el privado y la multinacional DomusVi mostró su fragilidad en una comunidad autónoma más, al acumular en sus geriátricos el 44% del total de residentes muertos en las islas con covid-19 o síntomas compatibles con la enfermedad.
Los datos de fallecimientos desglosados por centros fueron facilitados a un periodista de infoLibre que los solicitó acogiéndose a la Ley de Transparencia. Este periódico decidió recurrir a esta norma a principios de mayo, tras comprobar que la mayoría de las comunidades autónomas se negaban a facilitar esa información a los medios de comunicación. Hay que señalar que no era el caso de Baleares, que en ningún momento ocultó los datos. Por la vía de la Ley de Transparencia, infoLibre ya ha conseguido y publicado las cifras de decesos en los geriátricos de Andalucía (puedes consultar aquí la noticia), Cataluña (aquí y aquí) y Madrid (aquí y aquí).
La Ley de Transparencia establece un procedimiento reglado, que obliga a la Administración a facilitar la información pública al ciudadano que la solicite, salvo que entienda que concurre alguna de las excepciones que la propia norma fija. A una de esas excepciones se acogió precisamente la Junta de Castilla y León para mantener en secreto la información solicitada sobre residencias: que no quería “perjudicar los intereses económicos” de las empresas privadas que explotan los geriátricos de la región. Tanto en el caso de Castilla y León, como en el de los demás Gobiernos autonómicos que se empeñen en ocultar esos datos, infoLibre presentará reclamación en vía administrativa y mantiene abierta la última opción que contempla la ley para acceder a la información: acudir a los tribunales de lo Contencioso.
Un sector público con peso
Las Baleares han sido una de las comunidades menos afectadas por el coronavirus en general, con 230 fallecidos en total, según los datos del Ejecutivo que preside Francina Armengol (PSOE). Únicamente en Cantabria, Canarias y Murcia el número de víctimas mortales ha sido menor. Así que tiene lógica que el impacto en las residencias también haya sido mucho más reducido que en otros territorios. En todo caso, en la estadística del sector residencial Baleares mejora también los datos de Cantabria, hasta convertirse en la tercera con menos mayores muertos con coronavirus o con síntomas compatibles.
En las islas funcionan 57 centros de mayores, que disponen de 4.417 plazas. Hay que destacar que Baleares es una de las comunidades autónomas donde mayor peso tiene el sector público. El 35,1% de los geriátricos y el 38,1% de las camas cuentan con gestión pública. Por comparar: en Madrid este último porcentaje se sitúa en el 12,1% y en Cataluña en el 7,5%.
Existen algunas diferencias significativas por islas: en Menorca son de gestión pública el 76,6% de las 381 plazas totales, en Ibiza el 56,8% de las 514 operativas y en Mallorca el 31,2% de las 3.522 existentes. Entre las tres islas –en Formentera no hay geriátricos– existen 1.683 plazas públicas, que representan el citado 38,1% sobre el total.
Pues bien, en las 20 residencias que disponen de gestión pública se registraron nueve fallecimientos en los meses de marzo y abril: cuatro en Can Blai, centro del Govern balear en Ibiza; dos en Oms/Sant Miquel y uno en Bonanova, ambos del Consell de Mallorca; uno en el geriatríco municipal de Calvià, y uno en la residencia de Santa Rita en Menorca, que controla un consorcio integrado por el Consell y ocho ayuntamientos menorquines.
En otros términos: en los centros de gestión pública se produjeron el 11,1% del total de decesos, pese a que en conjunto operan el 38,1% de las camas de la comunidad.
De esas 20 residencias. dos son propiedad del Gobierno balear, seis del Consell de Mallorca, una del Consell de Menorca, una del Consell de Ibiza y las otras diez de ayuntamientos o entidades municipales.
DOMUSVI Y KORIAN: LAS DOS CARAS DE LA PANDEMIA
La situación inversa, por tanto, es la que muestra el sector privado, que gestiona el 61,9% de las plazas y registró el 88,9% de los decesos. Una diferencia de 27 puntos porcentuales y una estadística atribuible en buena medida a la multinacional DomusVi.
La mayor parte de los grandes grupos que operan en España no están presentes en las Baleares. Las islas cumplen uno de los requisitos que busca el capital privado –es uno de los territorios más ricos–, pero no el otro: hay poca población mayor de 65 años (unas 180.000 personas en total).
Las dos empresas más importantes en las islas son DomusVi y Korian. La primera explota 661 plazas (15% del total) y la segunda se encarga de 628 (14,2%). Cada grupo tiene seis geriátricos, todos ellos en Mallorca. Pese a contar con una proporción de mercado muy similar, sus resultados no han podido ser más dispares: en los centros de DomusVi perdieron la vida 36 personas, mientras que en los de Korian fallecieron dos.
La multinacional DomusVi es también la empresa líder del sector residencial en el conjunto de España, con 138 residencias de mayores. Es la única con presencia en todas las comunidades. Tal y como desveló recientemente infoLibre, este grupo desvía a Jersey parte de los beneficios que obtiene en España en buena medida gracias al dinero público. Lo hace a través de una compleja trama societaria formada por una veintena de sociedades en cuatro países, en la que destacan dos compañías de Luxemburgo que desempeñan un papel clave en las prácticas de ingeniería fiscal que permiten a DomusVi no pagar nada por el impuesto de sociedades ni en España ni en Francia (donde es el tercer operador más importante), pese a que su cifra de negocio en 2018 se situó en 1.370 millones de euros. Unas prácticas en algunos casos en el límite de lo legal, por ejemplo al prestarse dinero entre empresas del grupo a un interés del 11%. Y que también se ejecutan desde la matriz en España.
Las cifras de fallecimientos en centros de DomusVi en las otras comunidades de las que este periódico ya ha logrado información vía Transparencia, también son muy malas: 419 decesos en Madrid (lo que supone un 15,6% del total de camas gestionadas en la región); 145 en Cataluña (una tasa del 10% sobre residentes) y 33 en Andalucía (un 1,8%). Hay que tener en cuenta que en esta última comunidad el impacto del virus en los geriátricos ha sido mucho menor, con 498 decesos en marzo y abril. DomusVi gestiona el 4% de las camas de la región y acumuló el 6,6% de las víctimas mortales.
El geriátrico de DomusVi en Palma, con 27 personas que perdieron la vida, es con diferencia el que peor registro tiene en las islas. Fue intervenido por el Consell de Mallorca el 11 de abril, cuando iban cuatro residentes fallecidos, pero ya se habían contagiado 61 mayores y 30 profesionales. Dos días antes, CCOO había acusado al centro de “dejadez” en la protección de los trabajadores y la atención a los residentes.
Los otros nueve fallecimientos se produjeron en el geriátrico de DomusVi Costa d’en Blanes, también en Mallorca y que fue el tercero con mayor número de víctimas en las islas.
Korian, por su parte, es el operador líder en Europa pero en España ocupa el puesto 15º entre las principales empresas privadas. De hecho, su negocio se concentra prácticamente en dos provincias: Málaga y Baleares, con seis centros en cada una. Tiene además dos geriátricos en Valencia y uno en Cádiz. Su marca comercial se denomina Seniors.
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Las dos únicas muertes de mayores con covid-19 se produjeron en los centros Seniors Inca y Seniors Montuiri.
Además de DomusVi y Korian, sólo hay otras dos empresas que son relevantes en el sector en España y tienen alguna presencia en Baleares. Clece, que gestiona el centro Sor María Rafela cuya titularidad es del Ayuntamiento de Campos (Mallorca), y Colisée, que se encarga de Sa Residencia en Ibiza. En ninguno de los dos se produjeron decesos.
Un dato reseñable es que en 42 de las 57 residencias de Baleares no se perdió ni una vida por culpa del virus. Una cifra que equivale al 73,7% del total. Y de las 15 en las que sí hubo víctimas, sólo en cinco se registraron más de cuatro decesos: en las dos mencionadas de DomusVi –Palma y Costa d’en Blanes– y en las mallorquinas Oasis (11 fallecidos), Son Ametler (nueve decesos) y Elena (ocho). Todas ellas cuentan con gestión privada.