El debate sobre el aborto divide al electorado del PP, fortalece a Vox y moviliza a toda la izquierda

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El derecho al aborto, que tanto esfuerzo y movilizaciones costó, no es un asunto ni mucho menos resuelto. Y así se constata tras lo sucedido en el Gobierno de Castilla y León con el protocolo antiabortista. El Ejecutivo regional, presidido por Alfonso Fernández-Mañueco (PP) y con Juan García Gallardo (Vox) en la vicepresidencia, anunció la puesta en marcha de un difuso protocolo en el que se instaba a las mujeres que pretendan abortar a escuchar antes el latido del feto. Un anuncio que Mañueco matizó días más tarde, al asegurar que no se obligaría ni a las mujeres ni a los sanitarios a someterse a una ecografía anticipada en 4D ni a escuchar el latido fetal.

Estas declaraciones se produjeron después de que la dirección nacional del Partido Popular, con Alberto Nuñez Feijóo a la cabeza, pidiera explicaciones a Mañueco y le exigiera que diese marcha atrás. El aborto es un asunto por el que la cúpula del PP trata de pasar de puntillas. Y hay una razón detrás. La historia reciente demuestra que el tema divide al partido. El frustrado intento del PP de aprobar su propia ley del aborto acabó vigorizando al movimiento feminista, provocando la dimisión de Alberto Ruiz-Gallardón en el año 2014 y precipitando la ruptura del sector más antiabortista del partido.

Por su parte, desde el Gobierno de Pedro Sánchez se le ha dado la máxima importancia a lo que está sucediendo en Castilla y León y el Consejo de Ministros solicitó un requerimiento de incompetencia al Ejecutivo de Mañueco. Desde La Moncloa lo ven como una afrenta a los derechos de las mujeres muy peligrosa. No se trata de un chascarrillo o una polémica estéril, como quiere hacer vender el PP, sino una línea roja que no se puede traspasar, analizan en el Gobierno.

Este debate ha servido para aflorar posiciones duras, no solo en Vox sino también en el propio PP, en sintonía con la línea más dura del Partido Republicano de los Estados Unidos y con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. El panorama hace prever un duro enfrentamiento en el eje izquierda-derecha en torno a la reforma de la legislación del aborto que prepara el Gobierno. En términos electorales, ¿a quién le interesa más poner este asunto en el centro de la discusión pública? ¿A quién le penaliza? ¿Qué busca realmente la extrema derecha? ¿Hasta qué punto influye la moral católica en la opinión de la ciudadanía en este asunto? infoLibre trata de responderlo de la mano de voces expertas en campos como la comunicación política, el análisis socioelectoral y el feminismo.

Radiografía de España: mayor apoyo en mujeres, jóvenes y gente con estudios superiores

El derecho al aborto cuenta con un amplio apoyo social en España. Según un estudio publicado por Ipsos en 2022, un 70% de los españoles apoya que el "aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos" y las mujeres (73%) se muestran más a favor que los hombres (68%). El respaldo a esa tesis es también superior entre los menores de 35 años (73%) que entre quienes superan los 50 años (68%). En cambio, es menor entre aquellos con bajo nivel educativo (62%), que entre los que cuentan con estudios superiores (72%). Otro sondeo de Metroscopia elaborado en 2019 situaba la cifra de población a favor del aborto en un 77%.

A juicio del director de Opinión Pública y Estudios Políticos de Ipsos, José Pablo Ferrándiz, el apoyo a la decisión de las mujeres sobre sus propios cuerpos "ha ido creciendo" de manera exponencial en la mayoría de países, explica en conversación con infoLibre. Según los datos del citado estudio, Suecia (86%) y Francia (83%) se sitúan a la cabeza mientras que Rumanía (64%) y Polonia (60%) son los que menos apoyo muestran. A su juicio, no hay "una demanda social" para revertir los avances logrados en materia abortista, pese a que Vox trate de crearla.

La periodista Noemí López Trujillo, experta en materia de género, destaca las "importantes victorias" del movimiento feminista sobre el aborto en los últimos años. "En Argentina, México, Irlanda o Gibraltar ha habido avances en torno a los derechos reproductivos muy importantes". Con todo, recuerda que estos derechos que aparentemente están tan consolidados "se pueden tambalear": "Nunca hay que dar nada por supuesto", lanza. En ese sentido, López Trujillo destaca que la legislación española es "un ejemplo" para otros países, tanto con la ley de 2010 aprobada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como en la reforma actual, que devuelve ese derecho a las menores de 16 y 17 años.

Casi un 60% de los votantes del PP apoya el derecho al aborto

El estudio de Ipsos también realiza un análisis por partidos políticos. Los votantes de PSOE y UP lo apoyan de manera abrumadora, por encima del 80%. Una posición que también es mayoritaria entre los votantes del PP: 59% a favor frente a un 26% en contra. Y, aunque por un estrecho margen, también son más numerosos (47%) los votantes de Vox que comparten este punto de vista, que aquellos (41%) que consideran que “el aborto debería ser ilegal en todos o en la mayoría de los casos”.

Para Endika Núñez, analista de datos, el 25-30% de los electores del PP que están en contra del aborto son el sector tradicionalmente más vinculado a la Iglesia o al Opus Dei. "No es un tema en el que el PP esté cómodo: da igual que posición tome respecto al aborto, siempre tendrá parte de su electorado que va a discrepar", sintetiza, por lo que, a su juicio, es "mejor callarse".

No es un tema en el que el PP esté cómodo: da igual que posición tome respecto al aborto, siempre tendrá parte de su electorado que va a discrepar

Una posición compartida por Verónica Fumanal, experta en comunicación y analista política: "El PP es un partido que tiene muchas corrientes dentro: liberales, democratacristianos, conservadores… Y este tema no es lo mismo para un liberal que para un democratacristiano, porque aquí estamos hablando de un tema de moral religiosa", expone. Fumanal señala que la sociedad española está a favor y cree que incluso el PP de Feijóo "podría retirar el recurso de inconstitucionalidad" que presentó en 2010 contra la ley de plazos de Zapatero. "Pero no lo hace", añade.

¿A quién beneficia el debate sobre el aborto?

Ferrándiz cree que Vox "no va a perder ningún voto" con su posición en esta materia. "Se han quedado sin referencias en sus temas principales. El tema de Cataluña ya no les funciona porque está tranquilo y tampoco la inmigración. En un año electoral como este, en el que los partidos quieren diferenciarse, indudablemente el tema del aborto pone en un compromiso al PP", explica. Sin embargo, Ferrándiz también considera que esta cuestión "beneficia" en términos electorales a la izquierda. "En los temas que tienen que ver con ampliación de derechos, la izquierda aparece mejor posicionada frente a una derecha que parece que quiere restringirlos".

También lo ve así Silvia Claveria, politóloga y profesora de la Universidad Carlos III de Madrid, hace este análisis: "A la izquierda le va bien porque son posiciones muy consolidadas en la población y, además, polariza con Vox. Esto hace que le vaya peor al PP, que no sabe dónde ponerse. A Vox también le va bien, porque es una seña para diferenciarse de los populares. Pero si hablamos de otros derechos, como la ley trans, ya es diferente el debate y las posiciones están más encontradas", especifica.

En los temas que tienen que ver con ampliación de derechos, la izquierda aparece mejor posicionada frente a una derecha que parece que quiere restringirlos

Endika Nuñez coincide con ambos y considera que es un asunto que beneficia, especialmente, a la izquierda y a Vox. "La izquierda tiene claro su posición aquí: más del 80% de apoyo al aborto. Es una cuestión que une y moviliza a la izquierda", asegura. "Vox sufre mucho con los debates de la actualidad, no están cómodos y, de hecho, se les ve, muchas veces, fuera del debate. Con temas como estos consiguen que se hable de ellos, aunque mal, y hace posicionarse al PP, que le es muy incómodo", analiza.

¿A quién perjudica?

Todos los analistas consultados coinciden en lo mismo: es una cuestión que perjudica al Partido Popular. "Vox busca forzar al PP a tomar posiciones que sabe que no puede adoptar. Es decir, ahora mismo estamos a 130 días de las elecciones municipales y autonómicas y necesitan ese ese espacio. Justo cuando el PP introduce a perfiles de la época Rajoy surge este tema, a mí me parece que no es casualidad. Lo que intentan es afianzar su razón de ser ante un PP tibio que no hace la guerra cultural", considera Fumanal.

"El PP tiene las de perder", acompaña Ferrándiz. "Los votantes del PP no demandan un debate sobre este tema y, como hemos visto en la encuesta de Ipsos, aceptan el aborto libre, aunque con matices", señala. "Es cierto que el electorado más mayor sigue siendo reticente y también los hombres más que las mujeres. Por eso se está produciendo una 'feminización' en el PP mientras que Vox lo componen, mayoritariamente, votantes varones", asegura.

Nuñez recuerda el caso de Alberto Ruiz Gallardón, que tuvo que dimitir como ministro de Justicia por la presión social y de su propio partido." En ese momento, según una encuesta de Metroscopia, había un 39% del PP y 36% de “católicos practicantes” que prefería mantener la nueva ley de plazos. Es más, mantener el aborto solo en casos más graves, como violación, riesgo grave de la madre, lo apoyaba el 10% de los españoles y casi el 20% del PP y de los católicos practicantes", rememora.

¿Es un tema que moviliza a la hora de ir a votar?

El derecho al aborto es un tema que puede ser decisivo a la hora de ir a votar como ya se ha visto en las midterms de Estados Unidos, que se celebraron después del que el Tribunal Supremo norteamericano tumbara la ley del aborto. Fue el tema principal tema que centró la campaña de los demócratas, por encima de la sanidad, según un informe de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y dio sus frutos electorales al conseguir paralizar la ola reaccionaria que amenazaba al país. Según los datos recogidos por la organización, el aborto supuso la tercera preocupación para los electores progresistas, sólo por detrás del futuro de la democracia en el país y la sanidad, y por delante de otros temas como la educación o el cambio climático.

Endika Nuñez también asegura que en Estados Unidos fue un tema "fundamental" tras la decisión del Supremo de derogar Roe v Wade: "Los electores se entusiasmaron para ir a votar debido a este tema", explica. Sin embargo, en el caso español, el analista de datos cree que "dependerá" de si es un "asunto clave" en campaña, en el que la gente "pueda percibir un retroceso en derechos". Fumanal es más pesimista y señala que "se ha demostrado" que el voto anti-Vox "ya no moviliza": Estamos en un momento en el que las cuestiones feministas ya no están tan presentes en la agenda política y mediática como lo estaban en 2018", lamenta.

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Por su parte, la periodista López Trujillo asegura que "prohibir el aborto en una autonomía no es plausible" ya que está regulado a nivel nacional, pero sí cree que se utiliza por Vox "como arma arrojadiza porque moviliza mucho": "La ultraderecha trata de crear un fantasma y vender que no le dejan aplicar un protocolo porque tienen a un ejército abortista enfrente. Eso es falso, claro. Son generalidades y ambigüedades , un hombre de paja para tratar de quitar de la agenda los avances feministas", valora.

La ultraderecha trata de crear un fantasma y vender que no le dejan aplicar un protocolo porque tienen a un ejército abortista enfrente

¿Hasta qué punto influye la moral católica en la posición sobre el aborto?

La religión predominante en Europa es el catolicismo, aunque el cristianismo en general está presente con varias de sus confesiones. En España el peso que se le da a la fe cristiana como parte de la identidad ha descendido abrumadoramente en los últimos años, pero todavía se sitúa por encima de otros países como Reino Unido, Francia o Alemania. Ferrándiz señala que esta moral católica, que sigue muy presentes en países como Polonia o Hungría, está directamente relacionada con las "reticencias al apoyo al aborto". En ese sentido, cree que en España esta tradición católica no ha permeado tanto en la sociedad porque la Iglesia siempre ha estado muy vinculada "al poder": "En el momento en el que el franquismo se acaba, el miedo desaparece y se produce una revolución en todos los sentidos", mantiene.

Fumanal cree que el rechazo al aborto proviene de esta "moral religiosa" que no se basa en ningún "consenso médico": Esto tiene que ver con si se considera que las mujeres tienen derechos reproductivos o si son una vasija como sucede en El cuento de la criada. Para López Trujillo el hecho de que la religión no tenga tanto peso en España en el tema los derechos reproductivos de las mujeres tiene que ver con "la herencia feminista": "En los años 70 teníamos a Justa Freire y compañía introduciendo la píldora anticonceptiva, en los años 80 se hicieron movilizaciones muy grandes de mujeres, llegó a haber una protesta masiva de 4.000 mujeres realizando un aborto. Creo que tiene que ver con cómo es la sociedad española y el tipo de feminismo que se ha desarrollado", zanja.

El derecho al aborto, que tanto esfuerzo y movilizaciones costó, no es un asunto ni mucho menos resuelto. Y así se constata tras lo sucedido en el Gobierno de Castilla y León con el protocolo antiabortista. El Ejecutivo regional, presidido por Alfonso Fernández-Mañueco (PP) y con Juan García Gallardo (Vox) en la vicepresidencia, anunció la puesta en marcha de un difuso protocolo en el que se instaba a las mujeres que pretendan abortar a escuchar antes el latido del feto. Un anuncio que Mañueco matizó días más tarde, al asegurar que no se obligaría ni a las mujeres ni a los sanitarios a someterse a una ecografía anticipada en 4D ni a escuchar el latido fetal.

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