Mientras la obligatoriedad de las mascarillas en centros sanitarios acaparaba los titulares en la previa a la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de este lunes, el Ministerio de Sanidad decidía poner sobre la mesa otra medida con el objetivo de aliviar la saturación que atraviesa la sanidad pública: las autobajas médicas de tres días para enfermedades leves como los virus respiratorios, convertidos en estas semanas en una tripledemia formada por la gripe, el covid y el virus respiratorio sincital (VRS) que suele causar la bronquiolitis. El departamento que dirige Mónica García anunció que está "estudiando" la posibilidad de implantar estas declaraciones responsables de los propios pacientes para aquellas dolencias leves que no requieran asistencia sanitaria pero que impidan acudir al puesto de trabajo.
Según ha detallado la propia Mónica García este mismo martes en una entrevista en Antena 3, se trata de una medida que se está estudiando y que aún está en sus inicios: "Obviamente tendrá en el centro el diálogo social". La ministra ha defendido además que las autobajas "mejoran el sistema sanitario y la atención al paciente" y que no dispara el absentismo.
Desde el Ministerio de Trabajo, la otra pata del Gobierno que intervendría en la puesta en marcha de esta iniciativa, se han mostrado partidarios de "seguir dándole vueltas". "Estoy convencido de que entre el Ministerio de Sanidad, el de Trabajo y el de Inclusión y Seguridad Social alcanzaremos un mecanismo que descongestione el sistema sanitario y que permita a los trabajadores estar bien protegidos", ha asegurado este mismo martes el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.
De primeras, el anuncio del Ministerio de estas autobajas médicas de tres días se ha encontrado ya con el visto bueno de los propios médicos. La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) ya apuntaba en esta dirección en el artículo Autojustificación de bajas breves y otras propuestas de mejora en incapacidad temporal publicado en octubre de 2022. Según detalla, ante este "momento crítico" y de "precariedad" los sanitarios se han visto obligados a replantearse "las funciones que tiene asignadas este primer nivel asistencial".
"Lo que se busca es que haya menos burocracia y dedicarle más tiempo a los pacientes", admite en conversación con infoLibre el especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Paulino Cubero, portavoz de Semfyc, y uno de los autores de este artículo. Este médico explica que el objetivo de esta medida es remodelar el sistema de la incapacidad temporal en España: "En atención primaria llevamos años trabajando en esta propuesta. Hasta hace poco teníamos un sistema del siglo XIX, ahora ya parece del siglo XX y el objetivo es que sea útil y versátil".
Este informe de Semfyc recuerda además que durante la pandemia del covid ya se puso en marcha esta autobaja para "pacientes infectados o, incluso, personas con un contacto de riesgo en algunos momentos de la pandemia, faltaron a su puesto de trabajo sin necesidad de acudir presencialmente a la consulta de su médico". En este análisis, además, ya se apuntaba que "los primeros tres días de baja por contingencia común, el trabajador no recibe prestación económica, salvo mejora por vía de convenio colectivo, por lo que una baja breve no tiene relevancia económica para la Seguridad Social". "Es una medida sencilla. Con los sistemas electrónicos, es muy más fácil de implantar", defiende Cubero.
En la misma línea se muestra desde la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid, Amyts, que recuerda que llevan años "demandando este tipo de trámites". "En Atención Primaria se producen muchas consultas de procesos banales o de corta duración que los usuarios consideran urgentes o no demorables. Cuadros que no necesitan una valoración clínica, pero que ocupan huecos de citas debido a que el trabajador precisa facilitar a la empresa una baja laboral o un justificante", afirman.
Y lo mismo desde el Colegio Oficial de Médicos de Madrid que insiste en que se quita "burocracia". "Todo lo que sea desburocratizar es bienvenido en este momento de saturación", reconoce el doctor Manuel Martínez-Sellés, presidente del esta institución, que apunta que este tipo de medidas podrían ser "permanentes".
Los sindicatos, a la espera de conocer la letra pequeña
Pero no todo han sido aplausos para el anuncio de Mónica García. Desde los sindicatos se han mostrado bastante cautos a la puesta en marcha de este tipo de medidas para descongestionar la carga administrativa de los sanitarios. Desde CCOO, insisten que "poca valoración podemos hacer porque es una propuesta de la que no sabemos nada más". "La atención primaria está colapsada en estos momentos por la incidencia de las enfermedades respiratorias, pero no es una situación coyuntural sino estructural", señala Rosa Cuadrado, responsable de Acción Sindical Pública, Política Institucional y Sectorial de la Federación de Servicios Sociosanitarios.
Desde UGT, mantienen que es una decisión "precipitada". "No estamos en contra, porque este ruido burocrático quita tiempo a la atención de los pacientes", explica Julián Ordóñez, secretario de Sanidad de UGT Servicios Públicos de Madrid, que no obstante, recuerda al Ministerio que "hay que verlo con los agentes sociales" porque "puede tener muchas aristas".
De la inseguridad jurídica a la asistencia sanitaria
¿Cuáles serían estas dudas? La primera sería la inseguridad jurídica de los trabajadores ya que estas bajas suponen una incapacidad temporal que se trata de un supuesto de suspensión del contrato de trabajo que comporta responsabilidades tanto para los trabajadores como para las empresas. "Tienen que haber protocolos establecidos", asegura Ordóñez que explica que se podría ver afectada por "una mala gestión, errores o faltas de comunicación".
La segunda sería la propia asistencia sanitaria y las necesidades de los propios pacientes enfermos. "Como ciudadanos, además del justificante de no trabajador, queremos una valoración médica", argumenta Cuadrado que apunta así a la ausencia de unas pautas para tomar algún tipo de medicamento.
¿Soluciona la falta de médicos?
Pero, a pesar de las buenas intenciones del Ministerio, lo cierto es que las autobajas no atajan el problema de raíz detrás de la saturación: la falta de personal sanitario. "Es una medida más para solventar la falta de médicos. Por ejemplo, en Madrid no abren los centros de salud los fines de semana y no se pueden dar las bajas hasta el lunes aunque una persona trabaje un domingo", sostiene Paulino Cubero. "Es un método que quita un trabajo administrativo a los médicos de atención primaria, pero evidentemente hacen falta más", apostilla el doctor Martínez-Sellés.
"La solución a la falta de médicos es que haya más médicos", apunta Julián Ordóñez que explica que hay sanitarios "más que suficientes en España" pero "el problema es que no quieren trabajar en determinados ámbitos". "Es una necesidad imperiosa que se mejoren las condiciones laborales de la atención primaria. Es más barato prevenir que curar la enfermedad", señala el secretario de Sanidad de UGT que reconoce que "estamos en una triple pandemia y se nos ha vendido un hospital de pandemias que está vacío".
Para CCOO, el problema de fondo es la lista de espera. Según el último Barómetro Sanitario publicado el pasado mes de diciembre, el 58,1% de los usuarios de atención primaria tienen que esperar una semana o más para lograr una cita. "En un nivel asistencial en el que no debería demorarse más de 48 horas, tenemos a más de la población que espera más de una semana", apunta Rosa Cuadrado que critica que "no puede mantener una infrafinanciación con infradotación de recursos humanos e intentar que determinadas medidas den respuesta a un abandono que se lleva produciendo años".
Las críticas del PP y la patronal
A pesar de las aristas de estas autobajas médicas, mucho más reacios han sido algunos gobiernos autonómicos, sobre todo los liderados por barones del PP. Tanto la presidente madrileña, Isabel Díaz Ayuso, como el murciano, Fernando López Mirás, han calificado de "ocurrencia" esta propuesta. "En Inglaterra llevan años haciéndolo y en Portugal lo implantaron el año pasado. No es ninguna ocurrencia", matiza Paulino Cubero.
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Desde Andalucía, la consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta, Rocío Blanco, ha propuesto este marte durante una entrevista en Canal Sur como alternativa que las mutuas colaboren en la tramitación de bajas y altas médicas de los trabajadores con enfermedad común para "aliviar el colapso" de los servicios públicos de salud.
"Estamos totalmente en contra de que las mutuas gestionen las enfermedades comunes", asegura Rosa Cuadrado de CCOO. Desde el ICOMEM, su presidente reconoce que este movimiento "iría en la línea de quitar tareas administrativas". "Pero las autobajas de forma responsable me parece una medida más sencilla y de implementación más rápida. Sobre todo en este momento", sostiene el doctor Martínez-Sellés.
Tampoco los empresarios han acogido con fuegos artificiales el anuncio de las autobajas médicas. En declaraciones a RNE, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, criticó que el Ministerio de Sanidad no haya consultado con la patronal y que se enterado de la medida por unas declaraciones: "Aquí se habla del diálogo social, pero te dan el titular y luego te dicen pero diálogo social".
Mientras la obligatoriedad de las mascarillas en centros sanitarios acaparaba los titulares en la previa a la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de este lunes, el Ministerio de Sanidad decidía poner sobre la mesa otra medida con el objetivo de aliviar la saturación que atraviesa la sanidad pública: las autobajas médicas de tres días para enfermedades leves como los virus respiratorios, convertidos en estas semanas en una tripledemia formada por la gripe, el covid y el virus respiratorio sincital (VRS) que suele causar la bronquiolitis. El departamento que dirige Mónica García anunció que está "estudiando" la posibilidad de implantar estas declaraciones responsables de los propios pacientes para aquellas dolencias leves que no requieran asistencia sanitaria pero que impidan acudir al puesto de trabajo.