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Qué dicen las actuales normas municipales sobre el uso de patinetes y qué plantea la DGT

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La proliferación de los patinetes eléctricos en varias ciudades españolas lleva ya tiempo generando polémica. Su convivencia con peatones y vehículos no es fácil, y menos desde que su uso se ha extendido tanto en el centro de las grandes capitales como Madrid o Barcelona. Sin embargo, el fallecimiento de una anciana en Esplugues de Llobregat (Barcelona) a consecuencia de un atropello por uno de estos vehículos ha sido la gota que ha colmado el vaso del debate y el hecho que ha conseguido acelerar los acontecimientos. La noticia saltó a los medios de comunicación este miércoles –aunque la muerte se produjo en el mes de agosto– y la reacción de la Dirección General de Tráfico (DGT) llegó menos de 24 horas más tarde.

La institución, dependiente de Interior, admite que hay un problema. Y radica en que, ahora mismo, "este tipo de vehículos se regulan con una instrucción del año 2016instrucción" que, afirman, se ha quedado obsoleta. "Desde ese año ha habido un boom y estos vehículos se han multiplicado", explican fuentes de la DGT a infoLibre. "Además, ahora hay muchos más tipos de patinetes y se ha generado un conflicto con los peatones", añaden.

Por este motivo, Tráfico ha decidido actuar. "Por un lado, se quiere catalogar a estos vehículos nuevos. Para ello, habría que realizar una modificación del reglamento de vehículos, que tendría que hacerse mediante un real decreto", explican las mismas fuentes. "Por otro, hay que sacar una nueva instrucción que establezca unos mínimos para los ayuntamientos", a partir de los cuales estos establezcan sus reglamentos propios. "Será de mínimos porque los ayuntamientos lo han pedido y porque son los que mejor conocen las calles de sus ciudades", afirman.

¿En qué consistirán? Según lo adelantado este jueves, en que estos vehículos no podrán circular por las aceras ni superar la velocidad de 25 kilómetros por hora. Además, los conductores de este medio de transporte podrán ser sometidos a test de alcoholemia y drogas, según ha confirmado a Europa Press el subdirector general de movilidad de la DGT, Jorge Ordás. Una vez todo esto haya quedado resuelto, Tráfico comenzaría a trabajar en un segundo paquete de medidas, entre las que se estudia la obligatoriedad de tener seguro o de utilizar casco y chaleco. 

Esto es, precisamente, lo que reclama Javier Llamazares, de la Fundación de la Confederación Nacional de Autoescuelas. Según asegura en una conversación con este diario, lo que ha propuesto de momento la DGT es "perfecto", pero faltan medidas. Así, ve necesaria la introducción de la obligatoriedad de un permiso de conducir. "Son vehículos a motor y algunos son tan potentes que pueden alcanzar hasta los 80 kilómetros por hora", explica. Por eso, añade, también sería conveniente el establecimiento de un "seguro de responsabilidad civil". Pero todo esto pasaría, dice, por el primer paso que consistiría, como ha dicho la propia DGT, en una definición más precisa de este tipo de vehículos. 

Mario Arnaldo, presidente de la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA), se posiciona en la misma línea, pero va un poco más allá. Tal y como recuerda, el Reglamento General de Circulación "prohíbe la circulación de patinetes eléctricos por aceras y calzadas", por lo que algunas ciudades, al permitir este segundo supuesto, estarían contraviniendo una norma estatal. Por ello, reformar este código es lo prioritario. Una vez se haya hecho, ya se podría "calificar más precisamente cada vehículo y establecer un plan nacional que los regule", explica. "Hemos dicho ya varias veces que es un error que la DGT haga una dejación de funciones, no elabore una normativa nacional y deje que cada ayuntamiento haga de su capa un sayo", critica.

La DGT, por tanto, ha iniciado ahora el camino correcto, según los expertos. Pero hasta que la normativa nacional esté aprobada, los patinetes eléctricos deberán cumplir con la regla específica del ayuntamiento de la ciudad por la que circulen. Y esta, ¿es igual en todas partes? Ni mucho menos. infoLibre repasa cómo funciona la norma en las ciudades españolas donde más ha crecido el uso de este tipo de vehículos. 

Barcelona, pionera

La ciudad de Barcelona fue la primera en regular la circulación de los patinetes eléctricos –lo hizo en el año 2017–. "Fue una normativa pionera a nivel estatal e internacional", aseguran fuentes del Ayuntamiento. Lo que hizo el consistorio fue, en primer lugar, establecer categorías en función del tipo de vehículo y estipular por dónde podía circular cada uno. 

En este sentido, explican las mismas fuentes, "se prohibió que pudieran ir por las aceras". Podían, en cambio, circular "por los carriles bici o las plataformas únicas donde calzada y acera están al mismo nivel y en las que la prioridad, siempre, la tiene el peatón". Pero eso sí, en los carriles bici de las calzadas, en ningún caso pueden superar los 30 kilómetros por hora. En cambio, si se mueven por una calzada peatonal no podrán superar los 10 o los 20 kilómetros por hora, según indique la señalización.

"Lo que ha dicho la DGT es prácticamente lo que estamos haciendo nosotros", afirman las fuentes. "Van bastante alineados con lo que hemos venido estableciendo porque nos han consultado", añaden.

Madrid, nueva ordenanza municipal de movilidad

Precisamente, este mes entró en vigor la nueva ordenanza municipal de movilidad elaborada por el Ayuntamiento de Manuela Carmena. Y lo hizo con bastante polémica. Pone en marcha, entre otras cosas, la zona de bajas emisiones Madrid Central –que comienza este viernes– y regula el uso de los patinetes eléctricos qu los ciudadanos han visto proliferar en las calles desde hace meses.

Es similar al que ya estableció Barcelona. Así, en ningún caso podrán ir por las aceras, aunque en las vías que compartan con los peatones podrán circular sin superar los 5 kilómetros por hora. 

Por su parte, los vehículos que no puedan superar los 20 kilómetros por hora podrán moverse, sólo, por las calles exclusivas o preferentes para la circulación de bicicletas, por los carriles bici y por las calzadas de calles residenciales donde esa velocidad coincida. Pero los que lleguen hasta una velocidad de 30, además de por esas zonas, también tienen permitido circular por las calzadas de las calles de la llamada zona 30. 

Zaragoza, en plena consulta ciudadana

En Zaragoza, según explica a infoLibre Teresa Artigas, concejala de Movilidad del Ayuntamiento, la ciudad todavía no ha puesto en marcha ninguna normativa específica, aunque su intención es hacerlo pronto. Hasta ahora, la normativa de patinetes venía incluida en la ordenanza de peatones y ciclistas, elaborada en 2009, es decir, "cuando el uso de este tipo de vehículos todavía no estaba extendido", recuerda. 

Ahora, con la modificación global de toda la movilidad zaragozana que pretenden llevar a cabo, acometerán también la regulación de los patinetes eléctricos. Y quieren hacerlo en el mismo sentido que Madrid y Barcelona. "Nuestros planteamientos son, a priori, que no puedan circular por las aceras, obviamente", explica Artigas, que añade que "la línea que ha seguido Madrid" es una línea de actuación a imitar. 

Pero la decisión está en manos de los zaragozanos. En estos momentos, el Ayuntamiento ha planteado una consulta ciudadana para preguntar por dónde cree la gente que deben moverse estos vehículos y dónde pueden aparcar, "las dos cuestiones que más conflicto han creado". Una vez se conozca, se pondrá en marcha la regulación. 

València, normativa inminente

El Ayuntamiento de València pretende que la regulación esté lista a principios de 2019. Es una de las ciudades que todavía no ha regularizado el uso de patinetes eléctricos, aunque ya tiene listo un borrador. Y lo que establece es, de nuevo, muy similar a lo que se ha ordenado en Madrid y Barcelona. 

En este sentido, quieren prohibir la circulación de estos vehículos por las aceras, aunque sí podrán moverse por las calles peatonales. Eso sí, a una velocidad que no supere, en ningún caso, los 10 kilómetros por hora. Además, también podrán ir por las vías de sentido único y por las zonas 30 sin sobrepasar esa velocidad y por los carriles bici a un máximo de 20 kilómetros por hora –o 15 en caso de que la vía se sitúe cercana a la acera–. 

San Sebastián y Bilbao, sin regulación; en Málaga y A Coruña, por las aceras

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San Sebastián y Bilbao aun no tienen regulación, aunque esperan que esta situación no dure mucho tiempo. El gobierno municipal de San Sebastián, de hecho, pretende presentar antes de fin de año un plan para modificar la ordenanza de circulación de vehículos y peatones que incluya, además, la normativa sobre patinetes y patinetes eléctricos. La concejala de Movilidad, Pilar Arana, ya avanzó que pretenden prohibir a este tipo de vehículos circular por las aceras, debido a que se mueven a mayor velocidad que los peatones y pueden generar problemas de inseguridad, explicó.

Bilbao, por su parte, esperará a que se apruebe una normativa general que regule el uso de patinetes eléctricos por las ciudades para trasponer esas normas a la ordenación municipal. Y ahora que la DGT ha dicho que prepara el plan, la ciudad está más cerca de poder establecer por dónde y cómo podrán circular sus patinetes eléctricos. 

Málaga y A Coruña, por su parte, son la excepción. De la lista de ciudades que regulan el uso de patinetes eléctricos, son las únicas que permiten la circulación por las aceras. Pero eso sí, con ciertas limitaciones. Por ejemplo, en Málaga no pueden superar la velocidad de 10 kilómetros por hora y en A Coruña no pueden circular más rápido de lo que puede andar un peatón. 

La proliferación de los patinetes eléctricos en varias ciudades españolas lleva ya tiempo generando polémica. Su convivencia con peatones y vehículos no es fácil, y menos desde que su uso se ha extendido tanto en el centro de las grandes capitales como Madrid o Barcelona. Sin embargo, el fallecimiento de una anciana en Esplugues de Llobregat (Barcelona) a consecuencia de un atropello por uno de estos vehículos ha sido la gota que ha colmado el vaso del debate y el hecho que ha conseguido acelerar los acontecimientos. La noticia saltó a los medios de comunicación este miércoles –aunque la muerte se produjo en el mes de agosto– y la reacción de la Dirección General de Tráfico (DGT) llegó menos de 24 horas más tarde.

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