La política española se prepara para un episodio inédito. El rey ha convocado para el lunes y el martes la ronda de consultas para designar a un candidato para la investidura. Y, por primera vez, todo apunta a un escenario endiablado para Felipe VI: tener que decidir entre dos aspirantes (Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez).
Tanto Sánchez como Feijóo han mostrado su intención de intentar la investidura. Pero la votación del jueves en el Congreso para conformar la Mesa dejó una radiografía clara de apoyos: el PSOE y Sumar armaron una mayoría absoluta (de 178 parlamentarios) que les dio el control del órganos de la Cámara, en tanto que el PP tan sólo pudo sumar dos apoyos (UPN y CC) y se quedó en 139, abriéndose una brecha en la derecha al desligarse Vox de los populares.
El rey se ha dado prisa tras la constitución del jueves de las Cortes y su primera toma de contacto este viernes con la nueva presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol. La Casa del Rey comunicó esa ronda, abriéndose el lunes con los representantes de UPN (Javier Esparza), CC (Cristina Valido), PNV (Aitor Esteban) y Sumar (Yolanda Díaz). Y el gran día será el martes, cuando pasarán por el Palacio de la Zarzuela Santiago Abascal (10.30 horas), Pedro Sánchez (12.00 horas) y Alberto Núñez Feijóo (16.00 horas). Son recibidos de menor a mayor representación en las Cortes, en tanto que han rechazado ir EH Bildu, ERC, BNG y Junts.
La interpretación abierta del artículo 99
Y en esas conversaciones, según han ido avanzando el PSOE y el PP, Sánchez y Feijóo se ofrecerán a intentar formar un Gobierno. El artículo 99 de la Constitución Española dice que el rey designará a un candidato, pero no especifica el criterio a seguir. Los expertos constitucionalistas no se ponen de acuerdo en si debe ofrecérselo al que consiguió más votos la noche electoral o si la opción debe ser quién tenga más apoyos atados en el Parlamento.
El PSOE, en público y en privado, ha trasladado ya que Feijóo no puede intentarlo porque no cuenta con los votos, teóricamente. El aspirante debe conseguir en una primera ronda una mayoría absoluta (como mínimo 176 síes). De no lograrse, habría otra votación 48 horas después, en la que vale tener más votos a favor que en contra. Si tampoco se consigue, se abre un periodo de dos meses para que algún aspirante cuadre las cuentas. En el caso extremo de que nadie lo materialice, habría que convocar nuevas elecciones generales.
Tras la constitución de las Cortes, el portavoz socialista, Patxi López, lanzó un mensaje muy directo: “Feijóo no puede presentarse a ninguna investidura. Hemos vivido un ejercicio de realismo parlamentario y democracia plena. Entró en la Cámara asegurándonos que tenía 171 votos fijos y sale con 139. Así no puede presentarse a ninguna investidura, con este PP es imposible, ha quedado patente y demostrado".
El PSOE pide que no se presione al rey
Además, los socialistas han mandado estos días al PP el mensaje de que no intente maniobrar y condicionar al rey. Una petición que verbalizó el pasado miércoles incluso el presidente en funciones: “Esta no es la hora de presionar al jefe del Estado ni de hacer cábalas mágicas, es la hora de la democracia parlamentaria”. Los populares, en cambio, han estado insinuando que el monarca tiene que nombrar a Feijóo porque fue el más votado. En este sentido se ha expresado esta semana el propio líder de los populares: "No tengo ninguna duda de que el rey actuará como ha hecho siempre, de acuerdo a la ley, ejerciendo sus competencias constitucionales y al servicio de España y los españoles". Con este siempre se apunta al más votado, algo que ha sucedido normalmente, pero también hay casos de encargo la segundo, como pasó cuando Pedro Sánchez lo intentó con Albert Rivera después de la negativa de Mariano Rajoy a intentarlo.
A pesar de la división en la derecha en la votación del jueves para la Mesa, las señales que ha emitido Génova 13 es que Feijóo continúa con su intención de ofrecerse al rey para intentarlo. El vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, hombre de confianza del líder conservador, aseguró el jueves por la noche que mantenían su posición, pero hacía esta confesión: “Es muy complicado, no nos engañemos, pero es nuestra responsabilidad. Hemos ganado las elecciones, tenemos el mayor número de votos y el mayor número de diputados”.
En el núcleo duro de Feijóo siempre recuerdan que no se puede hacer como Inés Arrimadas, que ganó las elecciones en Cataluña en 2017 pero luego no intentó la investidura. El nuevo presidente del Senado, Pedro Rollán, es otra de las personas de confianza del líder popular y este viernes consideró que los apoyos continúan “intactos” a pesar de la batalla con Vox el día anterior. La número dos de la lista por Madrid, Marta Rivera de la Cruz, respaldó también a su nuevo jefe: “El PP ganó ampliamente las elecciones y me parece lógico que Feijóo intente la investidura”.
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También hay sectores del PP muy preocupados por la deriva del partido y por la incapacidad de armar la mayoría para lograr el Palacio de La Moncloa. En privado dirigentes populares en varios territorios lamentan la imagen que se dio durante la votación. El vicepresidente primero del Senado, Javier Maroto, quiso frenar las especulaciones sobre el presidente del PP: "En ningún caso se ha hablado de un congreso ordinario o un congreso extraordinario del Partido Popular para los próximos meses. Asunto zanjado, ese tema no se trató, es mentira". También en varios sectores del PP, según explican varios dirigentes, existe la creencia de que una renuncia de Feijóo abriría una fuerte crisis interna sobre su liderazgo.
Vox y su "mano tendida"
Pero en la cúpula del partido se aferran a que Vox se ha vuelto a acercar en las últimas horas y ha dicho que sigue con la “mano tendida” a los populares. El secretario general del partido de ultraderecha, Ignacio Garriga, dio un toque a los populares al advertirles de que “no se pueden obtener votos a cambio de ofensas”. Por ello, les pidió “volver a la senda del patriotismo, la generosidad y la responsabilidad”.
Ante esta desconfianza de una quebrada derecha, los socialistas insisten en que Feijóo no debe hacer perder el tiempo con una investidura fallida. La votación del jueves, a juicio de Ferraz, evidenció la soledad del gallego: “El desastre fue mayúsculo y lo inhabilita para aspirar a nada ahora mismo. Una vez más se han creído sus propios cuentos, como pasó con las encuestas. Feijóo es hoy un líder muy mermado, al que la prensa de derechas está dando muy duro, y que nadie en su partido, salvo su núcleo duro, comparte ni entiende qué diablos ha hecho en el Congreso. Solo hay un candidato viable para la investidura, que es Sánchez”.
1- Después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno.
2- El candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara.
3- Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgare su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple.
4- Si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores.
5- Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso.