Los diputados del ‘no’ a Rajoy alegan el compromiso con los votantes y el “voto en conciencia” para evitar la sanción

Los diputados del PSOE que rompieron la disciplina de voto durante la investidura de Mariano Rajoy para votar no presentaron esta mañana las alegaciones para evitar que el grupo parlamentario les imponga sanciones de hasta 600 euros. Argumentan que la "concepción ética de la política" les llevó a rechazar un Gobierno conservador en la cámara por "razones de conciencia" y a negarse al "incumplimiento de un compromiso de especial relevancia que manifestamos ante los electores". En esos términos se expresan los diputados Susana Sumelzo, Odón Elorza, Rocío de Frutos, Zaida Cantera, Luz Martínez y Sofía Hernanz en varias cartas dirigidas al presidente del Comité de Disciplina de la formación y difundidas a través de Twitter. Consulta aquí el texto completo de Sumelzo.

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Los diputados aseguran en la misiva que a la hora de votar tuvieron en consideración "el compromiso adquirido en las dos campañas electorales con el electorado", así como "la opinión expresada por la militancia en innumerables agrupaciones socialistas de toda España", como las razones que les llevaron a votar en conciencia. Un derecho que, afirman, recoge el artículo 33 del Reglamento interno del grupo parlamentario, que reza que "podrá excepcionalmente acordar la libertad de voto por razones de conciencia".

La excepcionalidad se encuentra, según los díscolos, en "la situación de grave crisis del PSOE" y "las consecuencias de la votación en la merma de confianza de la ciudadanía". Además, arguyen que les asiste el artículo 67.2 de la Constitución, que señala que los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo" y establece que "el voto de diputados y senadores es personal e indelegable".

Los diputados que votaron no en la investidura afirman, además, que el sentido de su voto no ha causado "ningún daño al PSOE" ni "ningún sacrificio de su proyecto", así como tampoco ha evitado "la gobernabilidad de España", ya que solo se necesitaban 11 abstenciones para que Rajoy saliese investido de la sesión.