En circunstancias normales, una victoria tan rotunda del PSOE en una federación importante habría sido interpretada como un triunfo del partido. Pero en el PSOE las cosas no son tan sencillas ni la campaña diseñada por la ganadora, Susana Díaz, muy personalista, permite hacer una lectura tan simple. Y eso explica que este lunes se percibiera, a la entrada de la reunión de la ejecutiva federal, en la sede de Ferraz, una doble lectura de los resultados de las elecciones andaluzas del 22-M. Los dirigentes más próximos a la presidenta de la Junta atribuían el tanto a ella misma, al socialismo andaluz y, como mucho, al conjunto del socialismo. Mientras, los más cercanos a Pedro Sánchez insistían en que el triunfo es achacable a Díaz, pero también al proyecto de “cambio” que encarna, desde el pasado verano, el secretario general.
La lectura tiene su miga porque por delante quedan otras tres citas electorales –autonómicas y municipales el 24 de mayo, catalanas el 27 de septiembre, y generales, aún sin fecha– y, sobre todo, unas primarias para elegir al candidato a la Moncloa. Sánchez ya se ha postulado en reiteradas ocasiones, pero no sería descartable que tuviera oponente, o que incluso la propia Díaz pueda acabar dando el salto a Madrid si así se lo reclamara el partido en caso de un mal resultado en mayo.
Entre los primeros, el número tres, el secretario de Política Federal, el sevillano Antonio Pradas; el secretario de Reformas Democráticas y líder del partido en Valencia, Ximo Puig, la secretaria de Relaciones Internacionales, Carme Chacón, o el exjefe del PSM Tomás Gómez. Y entre los segundos, Meritxell Batet (responsable de Estudios y Programas de la dirección federal), Susana Sumelzo (Administraciones Públicas), María González Veracruz (Ciencia, Participación y Política en Red), Política Municipal (Adriana Lastra). Estas últimas, todas en la órbita del secretario de Organización, César Luena, que anoche y este lunes recalcó que hay que achacar la victoria al “proyecto” ganador que lidera Sánchez.
Gómez: “Es una lideresa con mayúsculas y con todas sus letras”
Pradas empezó recordando lo obvio, que Díaz quiso desplegar una “campaña muy centrada en Andalucía, en clave andaluza”. Más aún, puso el foco en ella misma, en su propia marca. Y no quiso que Sánchez le acompañara más que lo justo, en dos mítines: en Vícar (Almería), el 13 de marzo, y en Sevilla, en el cierre, el 20. También porque sus relaciones son muy frías. El secretario de Política Federal no quiso apuntar por eso el tanto al secretario general. Escurriendo el bulto, incidió en que “todo el socialismo español ha contribuido a esta campaña”. Aunque sí dejó claro que, con su victoria “contundente” de este 22-M, Díaz “está cargada de un plus de legitimidad mayor todavía” del que tenía, al haber sido refrendada por las urnas.
Chacón, por su parte, señaló que “por supuesto” la presidenta “sale reforzada” de este envite. Y apuntó que “al menos hay dos lecciones que se pueden sacar” de estos comicios: “Liderazgo, que es tener las cosas claras, arriesgar, acertar y ganar”, y la segunda, el “modelo”, que hay otra forma de salir de la crisis, repartiendo los sacrificios y no “machacando a clases medias y desfavorecidas, que es lo que hace Mariano Rajoy”. La exministra de Defensa evitó en todo momento atribuir la victoria a Sánchez: es un triunfo, dijo a los periodistas, “de los socialistas, sin ninguna duda, y en particular del socialismo andaluz”.
Esa línea fue la que siguieron Puig y Gómez. “El tanto se lo debe apuntar el conjunto del socialismo andaluz y desde luego el socialismo español. Quien se debe apuntar el tanto es la ciudadanía andaluza”, que ha participado de forma “extraordinaria” y ha defendido “su autogobierno”, sentenció el candidato valenciano. “Es una muy buena noticia para el socialismo en su conjunto y para los que dentro de dos meses vamos a tener que explicitar el cambio en nuestras comunidades autónomas. Lo que se inicia es un cambio de ciclo positivo para los ciudadanos”, insistió.
Desde esa perspectiva, desde el “refuerzo” del PSOE en su conjunto, se podría entender, dijo Puig, que Sánchez gana también. “Por supuesto, hemos ganado. Susana no es nadie sin el PSOE. Pero el liderazgo de Susana es absolutamente impresionante”. Más claro lo apuntó Tomás Gómez: Díaz es una “lideresa con mayúsculas, y con todas sus letras, y ayer quedó demostrado”. “Es una victoria de todos los socialistas y del socialismo andaluz”, prosiguió, restando todo mérito a Sánchez, quien le descabalgó del liderazgo del PSM y de la candidatura autonómica el pasado 11 de febrero. "Ha quedado reforzada para todo", contestó cuando se le preguntó si el resultado la robustece de cara a sus eventuales aspiraciones nacionales.
Ausencias en la primera reunión de la ejecutiva federal desde el 7 de enero
Susana Díaz deja claro su apoyo a Sánchez, pero como secretario general
Los más sanchistas de la ejecutiva, en cambio, defendieron la participación del secretario general en la victoria. “Hemos ganado todos los socialistas y es un triunfo por supuesto de Susana y del proyecto de Pedro Sánchez que se inició el verano pasado”, sentenció Sumelzo, quien resaltó que todos están "muy contentos" porque "va calando" el "proyecto renovado de Pedro Sánchez, por supuesto con Susana Díaz de presidenta". “Empieza la primavera del cambio por Andalucía y espero que en toda España. Es un gran día para todos los socialistas, liderados por Susana, de la que nos sentimos orgullosos, y con el absoluto respaldo y alegría de la ejecutiva federal, y con el liderazgo de Pedro Sánchez”, completó González Veracruz. Y añadió. “Susana y el PSOE-A han hecho una campaña muy inteligente, centrada en el valor de la figura de Susana, y creo firmemente que eso refuerza al PSOE en toda España, y por supuesto a Pedro y a la ejecutiva federal. Nadie puede tener duda de eso”.
Lastra, por su parte, aseguró que el 22-M es "un primer paso" que tendrá su continuidad en las elecciones del 24-M, donde los socialistas cosecharán "excelentes resultados".
A la reunión de la ejecutiva, la primera que se convoca desde el pasado 7 de enero,primera que se convoca desde el pasado 7 de enero faltaron tres de los ocho representantes andaluces –la presidenta, Micaela Navarro, también presidenta del PSOE-A, que hoy celebraba su ejecutiva igualmente; y los vocales Juan Pablo Durán y Pacote Pizarro–; los barones de Castilla-La Mancha (Emiliano García-Page), Cantabria (Rosa Eva Díaz Tezanos), Baleares (Francina Armengol) y Asturias (Javier Fernández); el madrileño Pedro Zerolo y los canarios José Miguel Pérez y Javier Abreu.
En circunstancias normales, una victoria tan rotunda del PSOE en una federación importante habría sido interpretada como un triunfo del partido. Pero en el PSOE las cosas no son tan sencillas ni la campaña diseñada por la ganadora, Susana Díaz, muy personalista, permite hacer una lectura tan simple. Y eso explica que este lunes se percibiera, a la entrada de la reunión de la ejecutiva federal, en la sede de Ferraz, una doble lectura de los resultados de las elecciones andaluzas del 22-M. Los dirigentes más próximos a la presidenta de la Junta atribuían el tanto a ella misma, al socialismo andaluz y, como mucho, al conjunto del socialismo. Mientras, los más cercanos a Pedro Sánchez insistían en que el triunfo es achacable a Díaz, pero también al proyecto de “cambio” que encarna, desde el pasado verano, el secretario general.