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La doble cara de Casado: ira desde el escaño, negociaciones en aumento con el PSOE en privado

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“¿Qué coño tiene que pasar en este país para que usted asuma responsabilidades?”. La frase no llegó a retumbar en las paredes del hemiciclo porque toda la bancada del PP se apresuró a ponerse en pie para vitorear y aplaudir a su líder al acabar la frase. La pronunció justo al final de su réplica al presidente del Gobierno durante la sesión de control de este miércoles en el Congreso y tras mencionar al menos una decena de temas en unos pocos segundos. Habló de Cataluña y del niño de Canet, del Falcon y del precio de la luz, del ex de Mónica Oltra y de la ley de pandemias, del lenguaje no sexista y del debate sobre el estado de la nación. Aunque la ovación de los suyos y la atención del resto la consiguió con el exabrupto. 

Afuera, en los corrillos del patio en los que se habla de política, la conversación en torno al PP volvió a ser la misma: la manera en que Isabel Díaz Ayuso desafía diariamente la autoridad del presidente de su partido, incapaz hasta ahora de reconducir la situación entre Génova y la Puerta del Sol. “Necesita gritar, insultar y decir tacos ahí dentro porque tiene un problema de autoridad en su partido y piensa que esa es la mejor manera de reforzar su liderazgo”, interpreta un diputado del Partido Socialista que asegura que el tono y las formas de Casado “ya no sorprenden pero preocupan”. 

La pregunta es si esa subida de tono del líder del PP significa que los puentes entre los dos principales partidos del país han sido volados de nuevo en las últimas semanas tras ser capaces de pactar la renovación de todas las instituciones a excepción del Consejo General del Poder Judicial. “La respuesta es rotundamente no”, explican fuentes socialistas. Según ha podido saber infoLibre, los contactos de los populares tanto con el Gobierno como con el PSOE son “diarios, respetuosos, discretos y a todos los niveles”, según esas mismas fuentes. 

Tanto en el PP como en el PSOE confirman, por ejemplo, que las conversaciones entre el secretario general de los conservadores, Teodoro García Egea, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se siguen manteniendo “con regularidad y discreción”. Ambos tienen entre manos desde hace meses la complejísima negociación para la renovación de un CGPJ caducado desde hace tres años y que ahora el PP se niega a desbloquear si no es con garantías de que el sistema de elección cambiará. En ese sentido, y según todas las fuentes consultadas, no se han producido avances significativos en las últimas semanas, pero ninguna de las dos partes ha roto el hilo de comunicación ni tiene intención de hacerlo. 

También se producen negociaciones, conversaciones, llamadas e incluso reuniones casi a diario en el Congreso de los Diputados entre el PP y el PSOE. La interlocución en el ámbito parlamentario es “fluida y constante” y también se produce a todos los niveles, desde las propias portavocías hasta los diputados responsables de las distintas áreas de trabajo en el Congreso. “Hay llamadas constantemente para hablar de todo, desde la organización de una comisión hasta asuntos del pleno o de trabajo del día a día”.

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La conclusión en las filas socialistas es que cuando Pablo Casado toma la palabra cada miércoles en el Congreso no hay que interpretarle tanto en clave de líder de la oposición como en el intento de reafirmar su propio liderazgo interno ante los suyos, desafiado por Isabel Díaz Ayuso desde hace meses a cuenta del Congreso regional del PP madrileño y por la suspensión de las cenas de navidad con los militantes esta última semana. “Está en una situación de debilidad extrema. Se le nota y la escenificación que hace aquí cada miércoles no le ayuda”, razonan fuentes parlamentarias del PSOE. 

En cualquier caso, ni en el Gobierno ni en las filas socialistas justifican la actitud de Casado. “Exigimos al Partido Popular y a Pablo Casado que asuma de una vez su responsabilidad desde el respeto, el sentido de Estado y el rigor que se le exige al líder de la oposición. Y que deje a un lado esta agresividad que lo único que hace es desdibujar por completo la situación que atraviesa España. Es el momento de decirle que 'hasta aquí hemos llegado'. Póngase a trabajar de verdad, colabore y asuma su responsabilidad como líder de la oposición", le respondió el portavoz socialista, Héctor Gómez desde el Congreso de los Diputados. 

En Moncloa también se reconocen “muy molestos” con el tono empleado por el líder del PP, “absolutamente fuera de lugar y plagiado de Vox. Es irresponsable para un líder de la oposición”, opinan en el Gobierno. La vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, criticó este miércoles en sus redes “la actitud de Casado dando manotazos desesperados perdiendo formas y maneras”, algo que, en su opinión, “no es la de quien hace oposición sino la de quien se hunde en el fango del extremismo”.

“¿Qué coño tiene que pasar en este país para que usted asuma responsabilidades?”. La frase no llegó a retumbar en las paredes del hemiciclo porque toda la bancada del PP se apresuró a ponerse en pie para vitorear y aplaudir a su líder al acabar la frase. La pronunció justo al final de su réplica al presidente del Gobierno durante la sesión de control de este miércoles en el Congreso y tras mencionar al menos una decena de temas en unos pocos segundos. Habló de Cataluña y del niño de Canet, del Falcon y del precio de la luz, del ex de Mónica Oltra y de la ley de pandemias, del lenguaje no sexista y del debate sobre el estado de la nación. Aunque la ovación de los suyos y la atención del resto la consiguió con el exabrupto. 

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